06-10-2019
Turismo social en Brasil: 70 años de historia del Sesc Sao Paulo
Érica Schenkel | Alba SudEl SESC SP se ha convertido en la referencia imprescindible para demostrar que se puede apostar al turismo social desde la gestión privada también en Latinoamérica.
Crédito Fotografía: SESC Bertioga, Brasil. Imagen del SESC Sao Paulo.
El Serviço Social do Comércio de São Paulo (SESC SP) constituye un comité de empresarios de bienes, servicios y turismo que se ha convertido en el ejemplo indiscutido al momento de referenciar buenas prácticas de responsabilidad social empresarial. Desde los años 40 constituye la principal institución de fomento del turismo social en Brasil, abocada en un principio a generar oportunidades de viajes para los trabajadores del sector que habían sido beneficiados con las vacaciones pagadas, para luego apostar a un ocio creativo en términos educativos y sostenibles que forma y sensibiliza.
Junto con la política argentina son las únicas experiencias regionales que surgieron contemporáneas a las primeras iniciativas europeas. A diferencia de lo que sucedió con los complejos argentinos, que han mostrado grandes dificultades para comprometerse con las nuevas dinámicas que exige el turismo social, la propuesta del SESC SP reúne la enorme virtud de mantenerse plenamente vigente, a partir de la complejización y diversificación de sus programas, que entendieron rápidamente que la democratización del turismo no podía seguir desconociendo los impactos que el turismo masivo estaba generando en las comunidades de destino.
Haberse sostenido por más de 70 años a partir de esta continuidad que fue dinámica y evolutiva le permitió al SESC SP conservar lo mejor de sus principios fundacionales, que reivindican el disfrute del tiempo libre como un derecho también de las mayorías, y a su vez, adaptarse a las nuevas demandas. Es este poder de resiliencia el que lo ha posicionado como el ejemplo más virtuoso al momento de referenciar buenas prácticas de turismo social en la región latinoamericana.
Los orígenes Serviço Social do Comércio (SESC)
Como sucede con muchas otras instituciones latinoamericanas de naturaleza solidaria, para conocer las bases fundacionales del SESC debemos remontarnos a la década del cuarenta. El cambio en el modelo de acumulación que transitaron los países latinoamericanos desde la crisis de los años treinta, a favor de un proceso industrial sustitutivo de importaciones, y con este la expansión de sindicatos y movimientos de izquierda, instó a los Estados a institucionalizar la cuestión social como problemática pública y así a implementar políticas de bienestar en pos de una mejora en la distribución de la renta; y entre estas últimas, destaca el impulso de instituciones específicas abocadas a la atención de la emergente clase trabajadora. El convulsionado marco político-social que atravesaba el país por ese entonces motivó a los empresarios a establecer un gran acuerdo con el sector trabajador que quedó institucionalizado en la histórica Carta da Paz Social, que reivindicaun concepto amplio de ciudadanía centrado en el batallado principio de justicia social (Gomes, 1994).
Sancionada en mayo de 1945, dicha proclama señala la necesidad de alcanzar una distribución más equitativa de la renta para afirmar que el capital no debe ser “apenas un generador de lucro” sino tender a la expansión económica y el bienestar colectivo (Carta da Paz, Punto 2). En este sentido, reconoce la importancia de implementar mecanismos que proporcionen “igualdad de oportunidades” como la creación de un fondo social, que surja de las utilidades empresariales, con el propósito de promover medidas “que no sólo mejoren continuamente el nivel de vida de los empleados sino que le faciliten los medios para su desarrollo cultural y profesional” (Punto 4).
Audiotour en Avenida Paulista. Imagen del SESC SP.
A fin de avanzar en su implementación, poco más de un año después el poder ejecutivo nacional crea formalmente el Serviço Social do Comércio (SESC) (Decreto-ley 9.853/46). El mismo surge para asistir a los trabajadores del sector en la búsqueda de una mejora en su nivel de vida y de la colectividad en su conjunto. El Decreto específica que sus acciones estarán destinadas a la defensa del salario mediante la atención de necesidades sociales elementales, como nutrición, vivienda, vestimenta, salud, educación y transporte (art. 1). Para la financiación de estas medidas la norma contemplaba una tasa del 2% de las utilidades empresariales, que a partir de la ley 5.107/66 pasa al 1,5% (art. 23)
Desde entonces el SESC ha sorteado el desafío de poder mostrar continuidad y complejizar su campo de actuación para integrar hoy en día propuestas educativas, de salud, ocio, deporte y cultura integradas en más de 400 unidades operativas que se distribuyen en los veintisiete estados del país. En algunos de estos casos, el turismo social ocupa un lugar clave en pos de generar oportunidades turísticas para los trabajadores y sus familias con costos accesibles a su realidad socio-económica. En San Pablo, el estado más poblado y rico del país, esta experiencia encuentra sin dudas su expresión más virtuosa (Vilela de Almeida, 2011).
SESC São Paulo: una apuesta a la democratización de la cultura
El departamento regional paulista se ha convertido en un emblema del fomento de la cultura que entiende en la educación no formal un instrumento de transformación por excelencia, que es incluso reconocido en el mundo como modelo a seguir (New York Times, 2012). Actualmente dispone de un equipo técnico de más de 7 mil colaboradores en sus 43 unidades operativas que se localizan en diferentes ciudades del estado de São Paulo, más de veinte distribuidas en diferentes barrios de la capital.
Juntas confluyen en una enorme apuesta alternativa, que reivindica el acceso a la cultura en términos amplios, inclusivos y populares. Integran su propia editorial, sello discográfico y canal de televisión, así como teatros, cines, bibliotecas y su propio centro de investigación y formación, abocado a la producción de conocimiento en los campos de la educación, arte, ocio y cultura.
El turismo social es parte de esta enorme apuesta cultural (y a la que debe contribuir cotidianamente) que integran también el deporte, la salud y el medio ambiente. Si se quiere comprender el turismo social del SESC SP, hay que abordarlo necesariamente en este marco.Más allá de la satisfacción de necesidades de descanso, la incorporación de las mayorías al disfrute del tiempo libre es entendido como “un medio para despertar la conciencia histórica, ecológica y comunitaria”, para que el disfrute de estas prácticas no sea un privilegio de las minorías que cumplen con las precisiones económicas y de salud que exige el mercado y, al mismo tiempo, en defensa de aquellas comunidades que participan(SESC SP, 2019).
Si bien este conjunto de servicios y equipamientos tiene como principales destinatarios a los trabajadores del comercio y sus familias, especialmente a aquellos de bajos ingresos (hasta tres salarios mínimos), se han extendido también al ciudadano en general, que puede acceder a las prestaciones pagando un precio diferenciado.
La consolidación del turismo social como área clave
Las primeras experiencias de turismo social del SESC SP se iniciaron junto a la seccional en la década del cuarenta. El 30 de octubre de 1948 se inauguró el complejo vacacional el Centro de Férias Bertioga también conocido como Colônia de Férias Ruy Fonseca, que fue la primera unidad del país destinada a introducir en el cotidiano de los trabajadores las prácticas vinculadas al disfrute del tiempo libre, para ofrecer una alterativa de hospedaje en sus recientemente conquistadas vacaciones pagadas (Cañada, 2017). Emplazada en el litoral de São Paulo, en principio contó con 28 casas prefabricadas de confort estándar y estilo típico de la época, con capacidad para poco más de 200 huéspedes que disfrutaban de estancias de 14 días de duración [1].
Es a partir del protagonismo que adquiere este centro vacacional que se comienza a configurar el área de turismo social de la seccional, que recién en la década del 70 constituye uno de los objetivos centrales (SESC SP, 2019). En 1979 el SESC SP adhiere a la Carta de Viena que el Buró Internacional de Turismo Social (BITS, actualmente denominada Organización Internacional de Turismo Social – OITS) había sancionado en 1972, para comenzar a integrar el organismo en el año 1980, con lo cual fue el primer socio en Latinoamérica. Este intercambio contribuye a la capacitación de los profesionales de la entidad y a consolidar su formación específica en el campo del turismo social, mediante la proliferación de cursos, talleres, discusiones y eventos.
Como sucede en el marco regional, las décadas posteriores estuvieron marcadas por un aumento progresivo en la inserción de los trabajadores a las prácticas turísticas, primero de aquellos empleados de alta jerarquía y de recursos medios, para finalmente ampliarse a parte de los sectores obreros. Así la capacidad de Bertioga quedó reducida y el organismo debió ampliar su oferta de turismo social y comenzar a impulsar viajes por el estado y otras regiones del país. Esta expansión del los programas, junto al éxito que alcanzaron entre los trabajadores, derivó en un fuerte conflicto jurídico con las agencias de turismo y el propio Embratur (la autoridad pública de ese entonces), que afirmaban estar gravemente perjudicados (Lazary Cheibub, 2014).
Fue en la década del ’90 cuando el SESC SP consolida la complejización del turismo social y comienza a atender las nuevas problemáticas que surgen asociadas a la actividad más allá del acceso. Esto aparece clarificado en la Declaración de Montreal (1996), que actualiza la Carta de Viena y es ratificada por el organismo, a partir de la cual se impulsa una reformulación significativa de los programas. Esta reformulación trasciende la mera diversificación de la oferta para apostar a otras formas de organizar el turismo social.
En este sentido, Flávia Costa (2014), Coordinadora de Turismo Social de SESC SP, sostiene que la institución comienza a priorizar la atención de las comunidades de destino, a partir del respeto por la legislación, en especial la laboral, y la utilización de equipos, instalaciones y servicios que la propia localidad ofrece; mientras que consolida su apuesta por la educación, tanto a partir de la sensibilización y el impulso de prácticas responsables, como de la propia formación de visitantes y anfitriones, por medio de la apropiación de nuevos conocimientos y aprendizajes.
Programas de Turismo Social del SESC SP
El Turismo Social del SESC SP se caracteriza por el aspecto formativo de sus acciones y la preocupación por el apoyo a las comunidades que integra. Ya sea a partir de su complejo vacacional o mediante sus recorridos y excursiones, los viajeros experimentan un contacto vivencial con las poblaciones locales, su historia, gastronomía y naturaleza. Las opciones van desde el turismo de sol y playa hasta el ecológico, pasando por el rural, sin dejar de priorizar la tradición y cultura de los lugares visitados.
En el año 2018 alcanzó cerca de 150 mil beneficiarios, entre aquellos que disfrutaron de las actividades y hospedajes en Bertioga, las excursiones de un solo día y las de pernoctación, así como las propuestas complementarias, que no necesitan desplazamiento pero cuyo objeto son los viajes y el turismo (SESC, 2018).
Como sucede desde sus inicios, la principal opción continúa siendo el Centro de Ferias Bertioga, que se ha diversificado y ampliado de forma significativa. Hoy en día puede recibir conjuntamente 1.000 huéspedes, en sus 50 casas y 12 unidades con 24 departamentos cada una, y hasta 300 visitantes que lleguen por el día a disfrutar de sus instalaciones de primera calidad y las diversas actividades deportivas, recreativas y educativas que ofrece.
El Área de Turismo Social integra además Excursiones (viajes turísticos con pernocte)por diferentes destinos nacionales a partir de la red de hoteles del Sesc y de alojamientos alternativos. Estas ofrecen desde una visita a “Aracruz”, un típico destino de sol y playa que combina una inmersión por la cultura local con fuerte impronta indígena, hasta “Campinas”, una propuesta que tiene como eje su historia de resistencia, mediante una visita a las ruinas de la granja Jambeiro, uno de la primeros centros esclavos de la región, y la Casa de la Cultura Roseira, un quilombo urbano que se caracterizó por la lucha de las mujeres negras.
En una misma línea, ofrece Paseos (viajes de un día) por la ciudad y la región, que confluyen en itinerarios temáticos diversos, como una vista a “Olho D’Água” en el municipio Mogi das Cruzes, como ejemplo de destino sostenible, que ofrece una experiencia vivencial en la cual se instruye acerca de las tecnologías ambientalmente adaptadas y prácticas de cultivos agroecológicos, o el “Azenha de Teatro”, que promueve el acceso al hacer teatral mediante la práctica lúdica y recreativa para niños.
Azenha de Teatro, 'Don Quijote de la Fantasía a la Realidad'. Imagen del SESC SP.
Para garantizar uno de sus propósitos esenciales, también impulsa “Otros Viajes”, una alternativa centrada en la formación que contempla eventos, intervenciones artísticas y actividades de difusión, en las que no hay desplazamiento sino tareas de sensibilización. Cada una de estas propuestas está destinada a profesionales del sector y al público en general sin costo, con el objetivo de conducir a un desarrollo turístico más responsable y solidario y generar mejores viajeros.
En la cartelera de octubre se destaca la propuesta “Ruta Negra”, que invita a conocer y resinificar territorios negros históricos, sitios de resistencia que en el pasado fueron lugares de vivienda y tortura de personas esclavizadas y han sido reconvertidos en espacios de la memoria; y el “Audiotour por la Avenida Paulista”, que propone un paseo sonoro con información de los puntos emblemáticos de la avenida y relatos sociales de aquellas personas que la circulan cotidianamente por su labor cotidiana (Sesc SP, 2019).
Estas propuestas reflejan que la democratización del turismo en términos del SESC SP implica reconciliar las históricas banderas de la inclusión que justificaron sus inicios en la década del ´40 con las nuevas causas de la sostenibilidad.Que ambas demandas, lejos de excluirse, deben complementarse; que debemos aspirar a un disfrute del turismo amplio que sea ambientalmente responsable, como a un turismo sostenible que sea equitativo en términos de acceso.
La continuidad del SESC SP por más de setenta años lejos de implicar una cristalización de la propuesta original ha llevado a cabo una enriquecedora mutación que sin dudas ha potenciado la apuesta. Esto fue posible no sólo graciasa la asignación interrumpido de recursos, que ya es todo un mérito en la región, sino a un proceso de formación permanente de su equipo de trabajo que debe destacarse especialmente.
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