En 2018, Sam García, también popularmente conocido como Sam Mosketón por su abuelo, tubo la necesidad de empezar a trabajar con la comunidad gitana de su barrio, el Raval. Así, nace Carabutsí, una asociación sin ánimo de lucro con el objetivo de dinamizar, difundir i preservar la cultura de la comunidad gitana residente en Catalunya. Sam explica como “Carabutsí es una palabra gitano-catalana que quiere decir: ¡qué bueno!”.

Una de les primeras acciones que hicieron como asociación, y hoy día continúa vigente, fue lanzar el proyecto “no pierdas el ritmo”, el cual consiste en “hacer una parte de refuerzo escolar y una más artística vinculada a la música, a la rumba catalana”, explica Sam. A partir de esto, Mosketón recuerda como “quería recuperar la memoria de los gitanos del barrio, y con un grupo de doce gitanas jóvenes iniciamos un proyecto que consistía en ir por las casas, recoger fotos y hacer entrevistas a gente mayor”. Después de estas visitas, acabaron recopilando hasta tres mil imágenes y centenares de historias que, gracias a una colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), pudieron adquirir los conocimientos y herramientas para convertirlo en un archivo catalogado por temáticas sobre religión, migraciones, vida social, la rumba, etc.

EMUGBA. Imagen de Carla Izcara

Paralelamente, con la Asociación Inter-Acció pusieron en marcha el proyecto Memoria Oral Virtual de los Gitanos de Cataluña (MOVGCAT), para dar visibilidad a las fotografías y fichas, así como a las entrevistas y videos llevados a cabo por la Asociación Carabutsí en su proceso de recuperación y preservación de la memoria. Esta iniciativa, según Sam, se concibe como “un archivo de archivos donde queremos que se incluyan archivos otros barrios y territorios”. Con el paso del tiempo, Carabutsí ha conseguido recoger más de siete mil fotos y dos mil ya están disponibles en línea para poderlas consultar.

En el video a continuación, ubicado en el MOVGCAT, se puede recuperar el testigo de algunas de las mujeres del barrio implicadas en este proceso de recopilación de objetos, fotografías, realización de entrevistas, etc. Como indica Sinaí Batista, gitana del Raval y colaboradora de Carabutsí, su objetivo era "poder sacar adelante nuestra historia, recuperar el pasado para construir nuestro futuro. Además de formar parte de la historia, porque formamos parte de Cataluña". Así mismo, cierran su intervención desmontando algunos de los mitos de lo que significa ser mujer gitana.

Cuatro años de EMUGBA

Con la voluntad de preservar y promover la memoria de la comunidad gitana del Raval, en 2020 la asociación decidió alquilar un pequeño local de Bajos de Protección Oficial (BPO) en la Calle de la Cera, número 10, en el barrio del Raval de Barcelona, para abrir el EcoMuseu Urbano Gitano de Barcelona. Los ecomuseos son espacios orientados a la conservación y promoción de la identidad de un territorio que los sostienen la propia comunidad. Estos equipamientos normalmente se encuentran en localidades rurales, como Esterri d'Àneu donde se encuentra el Ecomuseo de los Valles de Àneu con el que se inspiraron.

Teniendo en cuenta la vinculación de estos espacios con el territorio, la ubicación del EcoMuseo no es casualidad, dado que quiere recuperar la memoria de la comunidad gitana que vivía en el Raval. Sam habla en pasado porque “la mayoría se ha ido del barrio por el encarecimiento de precios, el deterioro de los edificios o los conflictos que se dan”. Manuel Gabarre, conocido como Manu Marchoso por su abuelo, joven que colabora con la asociación y tiene un programa sobre rumba en Radio Ciutat Vella, coincide en que esta iniciativa “es una manera de recuperar el barrio” y añade que les “obliga a ir y a volver, a hacer vida”. Así, el EcoMuseo, además de ser un espacio de memoria, acontece como lugar donde “ir a trabajar y pasar el tiempo de ocio”, concluye Manu.

A pesar de las dificultades que se toparon al inicio del proyecto, porque coincidió con la pandemia de la COVID-19, cuatro años después el museo sigue en pie ofreciendo un amplio catálogo de actividades. Además, han recibido diferentes reconocimientos por su trabajo, entre ellos el premio Ciudad de Barcelona dentro de la modalidad de Cultura Popular y Comunitaria por preservar la memoria gitana con perspectiva de género. También el premio Antonio Carné 2021, el premio de los Mossos d'Esquadra 2023, el premio al Concurso Artístico Internacional “Amico Rom” 2023 y el premio del Ministerio de Cultura y Deporte 2024 por el proyecto de la “Kings League Gipsy”.

Aparte de esto, Rafael Silva, doctorando en antropología de la UAM, voluntario en el Instituto Romanó y gitano, destaca que solo hay tres museos en España de memoria gitana: el museo institucional dedicado a la cultura gitana de Melilla, el Museo Etnológico de la Mujer Gitana en Granada y el EcoMuseo Urbano Gitano de Barcelona.

EMUGBA. Imagen de Carla Izcara

Mucho más que un museo

El EMUGBA es un espacio vivo donde, además de poder visitar el local de forma gratuita, se ofrecen otras muchas actividades. Cómo dice Manu, “un museo puede sonar aburrido, pero, todo lo contrario, todo el mundo se lo pasa muy bien y tiene la oportunidad de conocernos”. Una de las actividades más demandadas es la “ruta experiencia” que consiste en, primero, hacer la visita guiada del EMUGBA seguido de un itinerario por las calles del alrededor con QR y radioguías y, finalmente, una despedida en el local acompañada de Rumba Catalana y un pequeño refrigerio.

En cuanto a las actividades a demanda, ofrecen un taller de rumba a partir de los 4 años de edad para conocer los ritmos, canciones y orígenes de la Rumba Catalana. Además, también ofrecen otro de “Cajón Rumbero” para aprender de manera rápida a tocar los ritmos básicos de la Rumba catalana con el cajón. También tienen en su cartera de actividades un espectáculo de sombras gitanas titulada “La llegada del Pueblo Gitano a Barcelona” promovido por un grupo de jóvenes mujeres gitanas de Carabutsí, bajo la dirección artística del Grecko con Botas y con el guion literario de César Martínez. Vinculado al público infantil, Sam Mosketón creó un proyecto pedagógico intercultural a partir de un cuento infantil: “Rumbeta, la pingüina gitana”.

Por otro lado, desde hace poco, han apostado por promover una “gastro experiencia gitana”. Esta consiste en un menú todo incluido con entrantes de La Conservera BCN seguidos de la “olla gitana”, plato de cuchara tradicional. Después de los postres, se concluye la experiencia con un taller concierto de Rumba Gitana.

Finalmente, el EMUGBA, aparte de su exposición permanente en el local, cuenta con diferentes exposiciones itinerantes. La primera, “Rumba Catalana Gitana y Catalana” sobre las raíces de este género nacido en los 50 en Cataluña. También la exposición “Grandes Nombres de la Rumba Catalana”, “Geografía de la Rumba” y “Gato Pérez”, las tres donaciones de la asociación de Fomento de la Rumba Catalana disuelta en 2021. En quinto lugar, “Somos mujeres, Somos gitanas”, que incluye parte del trabajo realizado por el grupo de mujeres jóvenes que impulsó el archivo de la asociación.

EMUGBA. Imagen de Carla Izcara

Paralelamente a esto, desde el EcoMuseo también se puede contratar grupos de rumba como “Rumbo@ chicos” o “Gipsy rumba all stars” o adquirir algunos ítems para apoyar e impulsar la iniciativa. Por ejemplo, se puede comprar “Juegos rumberos”, un kit de tres juegos de mesa; los estándares de la Rumba Catalana o camisetas u otros pequeños elementos promocionales.

Desde un principio, el público meta de todas estas actividades ha sido la población local. La mayoría de personas que visitan el espacio o solicitan las actividades son de escuelas, universidades, entidades o casales de Barcelona, aunque por la ubicación y la repercusión mediática del EcoMuseo también lo han visitado personas del extranjero que hacían turismo por Barcelona.

Propósito de la iniciativa

El propósito principal de la iniciativa es la conservación de la memoria de la comunidad gitana del Raval, así como la voluntad de vincularla a memorias de otras comunidades situadas en distintos barrios y ciudades. A partir de este proceso, de permanecer en el barrio y explicar su historia, también se reivindica la contribución del pueblo gitano a la cultura popular a través de la música. Vinculado a esto, Rafa Silva destaca del EMUGBA precisamente la “intersección local, gitano y musical”. Otra aportación que destaca Sam es el idioma, porque “muchas palabras que se usan hoy vienen de nuestro idioma: molar, pinreles, jalar, currar, pirar...”. Para Silva, recuperar y reivindicar la lengua romaní es central en el proceso de recuperación de la memoria debido a la oralidad del pueblo gitano.

En segundo lugar, tiene el objetivo de divulgar y sensibilizar sobre la cultura gitana. Actualmente, el antigitanismo sigue existiendo y lo encontramos en los libros, en la prensa y en la cotidianidad del día a día. El hecho de querer alquilar un piso, pedir un crédito o buscar trabajo, pueden ser situaciones donde estas personas sufran discriminación por ser gitanas. Esto, sumado a un contexto donde la derecha y la extremaderecha aumenta, lo acentúa todavía más. Por este motivo, “una de las misiones principales es luchar contra el antigitanismo”, a través de la EcoMuseo y sus actividades quieren “cambiar las mentes y los corazones de las personas que vienen aquí y que puedan aprender y conocer la cultura gitana y ver que no somos tan diferentes”, concluye Mosketón. En cuanto a Manu Marchoso, a pesar de que personalmente no ha experimentado muchas discriminaciones por el hecho de ser gitano, considera que “gente como Sam u otros activistas en Barcelona son imprescindibles”.

Un deber de la administración, para Rafa Silva, es el reconocimiento de las competencias culturales del pueblo gitano que, según el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, consiste en “comprender y respetar el modo en que las ideas, opiniones, sentimientos y emociones, se expresan y se comunican de forma creativa en diferentes culturas. Implica también un compromiso con la comprensión, desarrollo de ideas propias y del lugar que se ocupa y papel que se desarrolla en la sociedad”. Este reconocimiento, pasa por influir a nivel educativo y sociocultural, que es la tarea que está llevando a cabo el EcoMuseo a través de su cartera de actividades en el local, centros educativos, casales, etc.

EMUGBA. Imagen de Carla Izcara

En tercer lugar, a partir de estas acciones de formación, sensibilización e incidencia que hacen desde la asociación y el EMUGBA, uno de los propósitos es también generar oportunidades laborales en la población gitana, sobre todo a la más joven.

Futuro de la iniciativa

La tarea de la Asociación Carabutsí y la iniciativa del EMUGBA se convierten en referentes para otras entidades. Esta es la idea de Sam Mosketón, que espera “que se puedan hacer réplicas en otros territorios, en Tarragona, Girona... Transmitir nuestro conocimiento y empoderar otras entidades”. En este sentido, Sam remarca la importancia que sean iniciativas que vengan de la base y que sea la comunidad gitana de un territorio quien quiera promover el proyecto.

Así, con la idea de continuar con la tarea de recuperación de la memoria y trasladarlo a otros espacios, la asociación ha empezado a trabajar en el barrio barcelonés de Hostafrancs. Por otro lado, Manu junto con tres jóvenes más del barrio y la colaboración de Sam, publicarán cinco entrevistas grabadas a cinco hombres y mujeres mayores del barrio. También gracias al espacio de radio donde trabaja Marchoso, se entrevistará en diferentes personas de la comunidad gitana para recordar como era su vida antes de llegar a Barcelona, anécdotas del barrio, etc.

Todo esto para continuar alimentando la finalidad de la iniciativa, que no es otra que “luchar contra el antigitanismo, dar oportunidades laborales y de formación en la comunidad y preservar y difundir nuestra memoria”, concluye Sam.