El 47, la última película Marcel Barrena, se sitúa como uno de los estrenos del cine catalán más importantes de la última década. Este film narra la historia de Torre Baró, barrio de autoconstrucción de Barcelona, a través de las vivencias de Manuel Vital, conductor de la línea 47 de autobuses y activista vecinal. Torre Baró fue uno de los barrios autoconstruidos del extrarradio barcelonés desde principios del siglo XX, pero con más fuerza durante los años 50 y 60, con la llegada de la población migrante, mayoritariamente de origen andaluz y extremeño. En la película se destaca la capacidad del barrio para trabajar colectivamente y conquistar derechos: tener una vivienda digna, electricidad, agua corriente, transporte público, etc. Una de las luchas más destacadas en la historia es el “secuestro” el 6 de mayo de 1978 del autobús 47 para reclamar la llegada de transporte público al barrio. La acción de conducir el vehículo hasta el barrio se llevó a cabo después de intentar pedirlo en el Ayuntamiento de Barcelona sin éxito.

Esta es solo una historia, pero entre mayo y el julio de 1974, los vecinos y vecinas de Verdum y Roquetes (Nou Barris), secuestraron hasta tres veces el autobús 11 después de enviar once cartas pidiendo una línea de autobús para los barrios (Manzano, 2024) y que el Ayuntamiento dijera que era imposible que allí llegara el transporte público (Herrera y Andreu, 2024). En la Prosperitat (también Nou Barris), tres años después, secuestraron el 12, lo pasearon por todo Barcelona, incluyendo la Plaza Sant Jaume y la casa del alcalde de entonces para reclamar viviendas provisionales para las personas que todavía vivían a barracas (Manzano, 2024; Herrera y Andreu, 2024). El año 1978, el mismo día del secuestro del 47, el vecindario de Ciutat Meridiana también requisó el autobús 2 (Andreu, 2024). En los setenta y ochenta, más allá de Barcelona, en concreto a Santa Coloma y en Badalona, hubo otros secuestros de autobuses como forma de protesta vecinal con un protagonismo activo de las mujeres (Herrera y Andreu, 2024). Incluso en los noventa, después de los juegos olímpicos, hubo otros intentos como forma de protesta y demanda de transporte público a los barrios de la Teixonera y Sant Genís dels Agudells, ambos del distrito de Horta-Guinardó (Herrera y Andreu, 2024).

Dos coches de la línea 230, secuestrados y parados en la calle Garcilaso de la Vega (Ángel Luis Abadia / Fons Grama. Museo Torre Balldovina)

Así, detrás del 47 se esconden muchas más historias de los barrios populares de la ciudad y una acción colectiva y organizada, fuera de iniciativas individuales espontáneas (Andreu, 2024). De hecho, para el secuestro del 47, Vital contó no solo con la ayuda del vecindario, sino también con la complicidad de Comisiones Obreras (CCOO) y el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), espacios donde militaba (Andreu, 2024). Por lo tanto, más allá de la película del 47, ¿dónde quedan estas historias? ¿Y los recuerdos, quién los preserva y explica?

Centre d’Estudis Populars i Arxiu Històric de Roquetes – Nou Barris

“Nosotros lo que tratamos de recuperar es la memoria de la gente, todo lo que es institucional, va por otro lado”. Esta fue una de las primeras cosas que me dijo Arnaldo Gil (Arni), cofundador del Centre d’Estudis Populars i Arxiu Històric de Roquetes y responsable de actividades, nada más empezar la entrevista. Así, el archivo nace con el propósito de “no perder toda la documentación que se generaba en el movimiento asociativo y de los vecinos y vecinas”, sigue Arni.

Oficialmente, el Archivo se funda el 1989, pero la recopilación y conservación de documentación empieza un poco antes, en 1984, entre diferentes personas sensibilizadas y organizadas de los barrios. Para Montse Argente, responsable de comunicación y relaciones institucionales del Archivo, en aquel periodo, “Barcelona, Cataluña y todo el Estado, en general, estaba atravesando un momento de cambios” y era importante recopilar todo aquello, “aunque después hemos ido más atrás, hemos recuperado historia antigua de lo que actualmente es el distrito de Nou Barris formado por trece barrios”, aclara Argente.

Historias de café. Imagen del Arxiu Històric de Roquetes – Nou Barris

En sus cuarenta años de funcionamiento, el Archivo lo han sostenido los vecinos y vecinas de Nou Barris, personas no profesionales vinculadas al movimiento asociativo que han dedicado su tiempo libre a: recoger y divulgar la historia del distrito; ofrecer un servicio de consulta; archivar y catalogar el fondo documental y posibilitar la edición y publicación de materiales. El hecho de prácticamente no depender subvenciones públicas y contar con personas colaboradoras “conlleva inconvenientes, pero también ventajas en cuanto que somos libres para hacer lo que queramos”, destaca Arni. Mantenerse ha sido un reto, pero lo han conseguido implicando a la gente. Por un lado, con las donaciones de documentación y objetos varios de las familias y personas del distrito y, por otro lado, con la cuota de las personas socias e invitando a la participación. Según Montse “cualquier persona socia puede venir a colaborar y sentirlo como suyo”. Actualmente, cuentan con aproximadamente 270 socias y socios activos.

Además de ir ganando socias, han ido ganando espacio. En un primer momento, el Archivo se ubicó en la biblioteca del actual Centro de Formación de Personas Adultas Freire, en Vía Favència, 254. El año 1994 se trasladaron al Ateneu Popular de Nou Barris y pasados diez años, “la plataforma de Roquetes nos ofreció un local municipal, el Espacio Vía Favència”, recuerda Arni. Desde entonces se mantienen en este espacio vía un convenio con el Ayuntamiento.

Actividades de divulgación

Para difundir la memoria de los barrios desde el Archivo, se ofrecen distintas actividades. Por un lado, se coordinan distintas exposiciones. Actualmente, en el Espacio Vía Favència, cuentan con un vestíbulo donde pueden celebrar exposiciones vinculadas a la memoria de los barrios. Allí mismo, también se organizan las presentaciones de la revistasemestral propia “L’Arxiu” y de los libros de la colección Favència, también editados por el centro de estudios.

Ruta por Collserola. Imagen del Arxiu Històric de Roquetes – Nou Barris

Por otro lado, se organizan salidas a pie: paseos urbanos y rutas por Collserola. Los paseos por el Barrio son una actividad que inició en 1992 para descubrir y visitar lugares singulares de los barrios del distrito. Se han hecho paseos para explicar las características y orígenes de los barrios y otras temáticas alrededor del patrimonio arquitectónico, la vivienda, el Instituto Mental, la Segunda República, la Guerra de España, etc. El año 2010, en motivo del cuadragésimo cumpleaños de la fundación de la Asociación de Vecinos de 9 Barris, se ofrecieron varios itinerarios donde se explicaban las luchas urbanas que transformaron los barrios del distrito. Normalmente, cada año hay una temática prioritaria que eligen entre las peticiones e intereses de los barrios y las persones socias, y las paseadas giran alrededor de esta. Por ejemplo, este 2024 son sobre la identidad de los barrios que conforman el territorio del Distrito de Nou Barris.

En cuanto a las rutas por Collserola son tres durante el año. Una en Navidad, en invierno, una en la primavera y una de nocturna en verano. Gil considera que “fuimos los pioneros al hacer rutas por Collserola, hace cuarenta años hicimos la primera nocturna y nadie hacía rutas por allá”.

El contenido pedagógico de las rutas se recoge en un pequeño folletín que se reparte durante el paseo, además de las explicaciones y guiaje que lo acompaña. Todas estas rutas son gratuitas y tienen la política interna de no cobrar las actividades. El Archivo solo cobra las publicaciones o las consultas al archivo por parte de empresas o profesionales particulares. En el caso de que la consulta la haga alguna persona socia o entidad, sigue siendo gratuita o bien, de precio reducido si conlleva un gasto interno.

Paseo de mujeres 2019. Imagen del Arxiu Històric de Roquetes – Nou Barris

Por otro lado, en 2020, se colocó una de las primeras rajoletes, baldositas en castellano, explicativas propias para señalizar lugares, personas y elementos históricos del barrio que habían ido desapareciendo. Esta fue la del refugio 758de la Prosperitat donde, después de dos años del hallazgo, aun no havia ninguna propuesta pedagógica ni señalización por parte de ninguna institución pública. En 2022, para darle continuidad a esta iniciativa, se lanzó el proyecto “Recuperamos la memoria en la calle”. Actualmente, ya cuentan con casi 125 rajoletes y, mensualmente, se hace una revisión de su mantenimiento y, las vandalizadas, se reponen. Relacionado con este proyecto, hay otro que se llama “Relligant Nou Barris”, que agrupa puntos históricos del barrio conformando rutas que se pueden hacer de manera autónoma con un teléfono móvil. A su vez, tienen otro proyecto con Nou Barris Televisió desde abril del 2022 con quien realizan una serie de vídeos llamada Càpsules del temps.

¿Turismo y patrimonio para quién?

El perfil de las personas que realiza estas rutas es barcelonés, mayoritariamente del distrito. En cuanto a las salidas por Collserola, son también populares entre personas de otras zonas de la ciudad. A pesar de esto, siempre hay alguien de otros lados de Cataluña o España interesado en la temática y que participa de estas actividades. Desde el Archivo, mencionan que han dado especial importancia a las escuelas, sobre todo a las ubicadas en Nou Barris. Para Arni, “hay muchos socios que son maestros y desde el principio pensábamos que una de las cuestiones más importantes era la gente joven. A esto le hemos dado mucha prioridad y le seguimos dando”. Normalmente, son salidas cerradas, pero si hay un grupo de estudiantes o personas que quieren tratar algún tema en específico, se piensa una ruta a medida.

Así pues, la finalidad que persigue el Archivo con su propuesta “es poner en valor la identidad, historia y la cohesión de la gente que creó y formó Nou Barris como territorio y también en la actualidad”, resume Montse. Para captar esta idea, Arni recuperar un dosier antiguo donde recogen un extracto del manifiesto “La defensa del patrimonio arquitectónico” de Oriol Bohigas, David Mackay y Josep Martorell que dice: “Delante de la concepción académica que entiende la defensa del patrimonio como restauración arqueológica o pintoresca, en función del prestigio oficial o de las solicitaciones del consumo turístico, afirmamos la necesidad de un planteamiento que se base en la reutilización social de los monumentos y lugares, partiendo de la idea que el patrimonio arquitectónico es una riqueza esencialmente colectiva que tiene que tener un papel activo en la vida cultural del pueblo”.

Seminario 2018. Imagen del Arxiu Històric de Roquetes – Nou Barris.

Este texto lo utilizaron para organizar un seminario el 1993 denominado “Identidades: propuesta de patrimonio en Nou Barris”. Por lo tanto, se ve como desde un inicio el Archivo ha querido que su tarea esté a disposición del vecindario del distrito. Entonces, cualquier actividad turística, como las paseadas o las exposiciones, tendrán esta orientación hacia la población local, sin afán de lucro y con una finalidad pedagógica y de recuperación y reivindicación de la memoria. De hecho, Arni explica que “si nosotros quisiéramos hacer visitas de cara a los turistas, lo haríamos de otra forma. Cada vez que damos un paseo y pasamos por el mismo lugar, explicamos una cosa diferente. Si piensas en clave turística, primero, tienes que cobrar, hacer inscripciones, tener el seguro y ya pensar unas historias que sean para los turistas. Es otra cultura, otra forma de hacer y no conocen el antecedente”. Esto no solo pasa con el turismo extranjero, sino que Arni exclama como a veces “viene gente de fuera del distrito que se piensa que aquí todavía vamos a caballo”. Así pues, desde el Centro de Estudios y otras organizaciones comunitarias, luchan para “hacer ver el qué es el distrito realmente”, concluye Gil.

Barrios en transformación

Los barrios se transforman, cierran los comercios de proximidad y la panadería de siempre ahora es una cafetería de especialidad. También se acaban los alquileres de renta antigua, cambian las propiedades, aparece un piso turístico en el tercero... Todas estas transformaciones se viven y sufren en Barcelona y, Nou Barris, no se escapa de esta dinámica. Cada vez hay más viviendas de uso turístico y el Ayuntamiento de Barcelona ha lanzado un proyecto para crear un laboratorio de arte urbano en el distrito. En concreto, el objetivo es “generar un atractivo turístico a partir de una propuesta de arte urbano, que a la vez permita dignificar entornos deprimidos y fomentar el sentido de pertenencia e identidad del vecindario, y que suponga también un proceso de creación comunitaria y de mejora de la cohesión social” (Gerencia de Área de Economía y Promoción Económica, 2024:111).

Para cumplir estos objetivos no debería necesitarse un lab, sino espacios comunitarios, que surjan de las bases y satisfagan las necesidades e inquietudes del vecindario que se queda en los barrios, como es el caso del Archivo o la de 9 Barris Acull, entidad con la que compartían espacio, hizo “una tarea estupenda de acogida”, recuerda Arni. Despues de 23 años, en junio de 2024 la entidad tuvo que cerrar por problemas de financiamiento. Con la desaparición de la entidad se esfuma el servicio de punto de acogida e información, que solo en 2023 atendió a 3.300 personas, el servicio de acompañamiento jurídico, que atendió a 1.426 personas el año pasado y otros talleres y trabajo en red con otras entidades y equipamientos. Aunque la ausencia de 9 Barris Acull se notará, Arni defiende que “Nou Barris es un distrito de acogida, no solo ahora, sino históricamente” y Montse se plantea dedicar “un año a las nuevas culturas”.

Sede del Arxiu Històric de Roquetes – Nou Barris. Imagen de Carla Izcara.

Dado este contexto de debilitamiento del tejido comunitario por las dinámicas de expulsión que sufre la ciudad, la tarea del centro de estudios se basa, precisamente, en fomentar el sentido de pertenencia e identidad, a la vez que es una iniciativa colectiva, impulsada por los 270 socios y socias que la conforman. En esta base social también encontramos juventud alrededor de los veinte años, aunque “la mayoría de personas empiezan a implicarse cuando tienen cuarenta o cincuenta años, gente más joven es complicado que participen de forma seguida”, explica Arni. Respeto a esto, Montse señala que “esta explosión de interés por la memoria, hace muy poco no existía y ahora sí que se presta más a interesar a la gente joven”.

Reflexiones finales

El secuestro del 47 en Torre Baró, la iglesia de Santa Eulalia de Vilapicina, Collserola, o el Hospital Mental de la Santa Creu en la Guineueta: todas las memorias detrás de estos hechos o lugares son las que intenta preservar y divulgar el Archivo ahora hace cuarenta años. El Centre d’Estudis Populars i Arxiu Històric de Roquetes es un ejemplo de activismo memorial que, a través de actividades culturales y de ocio, acerca el pasado de unos barrios a la actualidad. También tiene el objetivo de continuar creciendo con el paso del tiempo e incorporar nuevas historias.

En un contexto de transformación de la ciudad y de augmento de los discursos de odio, es fundamental conducir este tipo de actividades pedagógicas y de ocio, así como promover la organización comunitaria. Como decía una vecina de Nou Barris, aun quedan muchos 47 por secuestrar.