Este fin de semana, 7 y 8 de marzo, se ha celebrado en Cataluña la III Conferencia Euro-Mediterránea contra la explotación abusiva de los combustibles fósiles, con la participación de entidades, plataformas y municipios contrarios al TTIP y al fracking de todo el continente europeo. Unos 70 activistas de países como Polonia, Bulgaria, Grecia, Reino Unido, Rumanía, Francia, Alemania, Dinamarca, España y Cataluña, entre otros, han compartido experiencias y han manifestado su intención de trabajar de manera conjunta, creando un espacio de colaboración y trabajo a nivel europeo y tejiendo una red de municipios contra la fractura hidráulica. Se trata de unir esfuerzos y poder combatir así con más fuerza este movimiento de especulación tan agresivo con el territorio. Los participantes también han debatido sobre la relación entre los expertos y técnicos y los movimientos sociales y han destacado el hecho de que las plataformas de lucha social ejercen de puente entre los científicos y la ciudadanía, haciendo llegar a todos sus conocimientos.
 
La Conferencia se inició en Barcelona, ​​en la sede de CCOO de Via Laietana, donde se presentó una radiografía global sobre el conjunto de explotaciones en activo que utilizan la técnica del fracking. Así se describieron diferentes casos concretos y se mencionó otros donde la administración está estudiando entregar licencias para abrir los pozos. En todos han aparecido una serie de características comunes, como el secretismo con el que actúan administración y empresas implicadas, la especulación con el territorio y la desinformación respecto a las sustancias químicas que contienen los líquidos inyectados a través del fracking y las reacciones que estos pueden llevar a cabo con otros elementos químicos que hay en el subsuelo.

 
La segunda jornada se llevó a cabo en Riudaura, en la comarca de la Garrotxa, en un pequeño pueblo de menos de 500 habitantes que ha sufrido recientemente la amenaza del fracking y que a través de la lucha de sus vecinos y vecinas, unidos en la Plataforma Riudaura Junts Contra el fracking, ha conseguido, de momento, detener las extracciones que quería realizar una empresa inglesa. Se ha querido mostrar a los y las participantes una experiencia de lucha activa y, de momento, exitosa.
 
En las conclusiones los participantes han mostrado su apuesta por las energías renovables y han criticado que la administración no apoye como sería necesario este tipo de fuentes energéticas limpias. También han reivindicado la defensa del paisaje, de los valores naturales, el respeto al medio ambiente y, por extensión, de una democracia real que permita a los ciudadanos decidir qué acciones se pueden realizar y cuáles no en sus territorios.

Para alcanzar estos objetivos se decidió también trabajar en los siguientes ejes:

- Crear diferentes comisiones de trabajo. Una de carácter científico-técnico, para poder garantizar los contenidos científicos adecuados para rebatir argumentos manipulados por parte de las empresas y los especuladores. Una de comunicación para coordinar la campaña de denuncia del fracking y sus relaciones con el TTIP y, finalmente, una de financiación para denunciar las inversiones de los bancos en proyectos energéticos no sostenibles.

- Una de las otras líneas de trabajo que se decidió fue la de incorporar a la Red los municipios que luchan contra el fracking a partir de una Carta Europea que incluya los valores para la defensa del territorio y, por tanto, aquellos intangibles como los vínculos identitarios, simbólicos, históricos, espirituales,... que tienen estas comunidades rurales que avanzan hacia la sostenibilidad.

Proyecto Enkrateia

La organización del encuentro ha sido impulsada por el Centre per la Sostenibilitat Territorial (CST), Alba Sud, Riudaura Junts y la Plataforma Aturem el Fracking (PAF) de Cataluña con el apoyo de Transform Foundation, Fundación Alternativa, Fundación Nuevos Horizontes, Green Fondation, Diplocat, Ingenieros sin fronteras, ATTAC y CCOO-Cataluña.

La iniciativa enmarca dentro del proyecto Enkrateia, impulsado por el CST y Alba Sud para investigar y promover una Europa más social y por una Nueva Cultura del Territorio. Su misión sería la de dar argumentos con base científica para el debate europeo sobre la problemática de la fractura hidráulica y todas sus variantes, incluyendo las tecnologías aplicadas a las extracciones de los recursos naturales. De esta manera se pretende que sirva para intercambiar experiencias de lucha y otros modelos energéticos de toda Europa (metodologías, herramientas, resultados, conocimientos científicos...); así como promover iniciativas populares para la consolidación de los movimientos para una transición energética y el refuerzo de la Red Euro-mediterránea contra las Extracciones Basadas en el Fracking, Sistemas de Extracción de Hidrocarburos o Minerales no Convencionales. En esta red se contaría también con la colaboración de otras agrupaciones sociales de protección del medio ambiente y colectivos anti-fracking de la costa sur del Mediterráneo y Magreb.