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Reportaje | Turismo Responsable | Cataluña

04-08-2020

Más allá de una visita turística: la inclusión social como objetivo

Marta Salvador | Alba Sud

La Fundación Bayt al-Thaqafa organiza de la mano de una guía de la AGUICAT visitas turísticas para personas de origen inmigrante, excluidas a menudo de actividades de este tipo, con el fin de conocer Barcelona. Las acompañamos durante una visita al Recinto Modernista de Sant Pau.


Crédito Fotografía: Visita guiada en Sant Pau Recinto Modernista. Fuente: Marta Salvador

A pesar de la situación de emergencia de precariedad laboral y de incertidumbre por el futuro de la recuperación del sector turístico, hay actividades que no han cesado y que muestran cómo el turismo puede ser utilizado con finalidades inclusivas. Este es el caso de las visitas turísticas que se realizan a través de la Fundación Bayt al-Thaqafa. Bayt al-Thaqafa, que significa casa donde conviven las culturas, fue fundada el año 1974 por Teresa Losada, una monja franciscana y catedrática en Filología Semítica de la Universidad de Barcelona. Con un espíritu de ayuda a los otros, Teresa Losada creó la fundación con tal de poder acoger a las personas procedentes de Marruecos que llegaban a Barcelona, en busca de una vida mejor. El proyecto, que tiene como patronato Las Hermanas Franciscanas Misioneras de María y la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, se amplió a Sant Vicenç dels Horts y “hoy en día es un espacio de confianza y seguridad para todas las personas que lo integran” tal como explica Joana Castro, responsable de comunicación y captación de fondos de Bayt al-Thaqafa.

El objetivo de la fundación es facilitar la integración social, cultural, cívica y política de las personas migradas, especialmente de origen arabomusulmán, en la sociedad, aunque actualmente cuentan con personas de 25 nacionalidades diferentes. Con este propósito se fomenta el intercambio y el diálogo entre diversas culturas, sin que se renuncie a la identidad de cada persona. Para poder atender a todas las necesidades, Bayt cuenta con programas en los siguientes ámbitos: derechos humanos y ciudadanía; infancia y juventud; acogida sociolingüística e itinerarios laborales; cultura y lenguas de origen; acogida residencial temporal; acogida social y jurídica; mujeres; y diversidad religiosa. 

Desde estos programas también se organizan varias actividades, muchas de las cuales se hacen efectivas gracias a los casi 200 voluntarios y voluntarias que participan. Una de estas actividades, organizada desde el programa sociolingüístico, es la de hacer visitas guiadas a diferentes monumentos y museos de la ciudad de Barcelona. Estas visitas las realiza la Resi Nickl, guía habilitada por la Generalitat de Catalunya y miembro de la Associació de Guies Habilitats per la Generalitat de Catalunya (AGUICAT) que, además de hacer de guía a los turistas que llegan a Barcelona, decidió que quería hacer voluntariado: “Con la guerra de Siria, viendo las políticas espantosas que establecía mi país natal, Austria, decidí hacer alguna cosa, aunque fuera desde Barcelona”. Así es como hace dos años se puso en contacto con el Bayt al-Thaqafa, desde donde le ofrecieron hacer de guía turística voluntaria, a causa de su profesión. Así pues, una vez al mes Resi realiza una visita cultural, gracias también a los equipamientos patrimoniales que facilitan las entradas. Este año, se han podido seguir haciendo estas salidas después del estado de alarma por la pandemia de la COVID-19 y, además, han integrado mayoritariamente a alumnos de castellano para poder relacionar los contenidos de clase y aprender vocabulario aplicado fuera de las clases. 

Visita guiada en Sant Pau Recinto Modernista. Fuente: Marta Salvador.

Tal como explica Joana Castro, la idea de las visitas es que conozcan la ciudad donde viven, que la sientan suya y que tengan contacto con el alrededor: “Muchas veces el hecho de no tener recursos no les permite moverse mucho y salir de su barrio y si, por ejemplo, no tienen tarjeta de metro, les da miedo que les paren porque muchos de ellos están en una situación irregular”. Resi Nickl también añade que normalmente pueden desconocer la ciudad si viven en un barrio periférico, debido al elevado coste de los alquileres en Barcelona y, por lo tanto, no visitan el centro ni los otros barrios. Así pues, desde Bayt, se realizan actividades para fomentar el encontrarse y el conocerse los unos a los otros, haciendo piña. Resi Nickl también prepara unas yincanas que facilitan a los alumnos aprender y hacer cohesión de grupo mientras se ayudan los unos a los otros: “Yo pensaba que sería una competición y ves que, en cambio, se ayudan entre ellos”. Además, Sara Yagüe, responsable del Programa de Acogida Sociolingüística, menciona que es prácticamente el único sitio donde pueden practicar el castellano y, por eso, desde estas visitas les muestran la necesidad de comunicación, a parte del aprendizaje cultural. 

Una de las últimas visitas que se realizó fue en Sant Pau Recinto Modernista, el 14 de julio, con un grupo de 13 personas (8 alumnos, 2 voluntarios, 2 personas de la fundación y la guía). Para la mayoría de alumnos era la primera vez que visitaba el antiguo hospital de Sant Pau y, tal como afirma Mohamed, a parte de la belleza de este monumento, estas visitas le gustan mucho porque se pueden conocer mejor entre ellos. Abdeljabar, también añade que es otra manera de descubrir la cultura de Cataluña. Además, Alessio, que es voluntario y profesor del nivel A1 de castellano a Bayt, comenta que le gusta hacer estas visitas guiadas porque el clima es más relajado y distendido que en la clase donde hay mucho temario: “Se aprende de otra manera, más lúdica, divertida y dinámica. Nos conocemos más, dejamos la relación de profesor-alumno y establecemos mayor compañerismo”. Así lo muestran durante la visita y, especialmente, en el momento de rellenar los crucigramas, con mucha voluntad para ayudarse los unos a los otros. 

Turismo inclusivo: ¿una realidad posible?

Esta propuesta de Resi Nickl y la Fundación Bayt al-Thaqafa consiste en utilizar el turismo como un mecanismo de generación de inclusión social con personas que suelen estar en alto riesgo de exclusión. A la vez, también se refleja un perfil de guía turístico preocupado con el entorno donde trabaja, tal como muestra Resi, así como uno de sus compañeros de la AGUICAT que recientemente se ha incorporado como voluntario para hacer visitas guiadas con Bayt. Además de todos los aspectos positivos a nivel de comunidad, estas actividades también tienen efectos positivos para los voluntarios y las voluntarias. Como explica Resi Nickl: “Yo me divierto mucho haciendo estas visitas, donde combino mi profesión con el voluntariado, porque los integrantes del grupo están de buen humor, desprenden positividad y están interesados en aprender más. Incluso, a veces, muestran más interés que los propios turistas. Gracias a estas experiencias valoro mucho más lo que tengo y me doy cuenta de que todo es muy relativo. Además, veo como vive la gente, con que dificultades y, no obstante, son agradecidos. Por eso siempre salgo con buen rollo de estas visitas y me entran más ganas de continuar haciéndolas”. 

El espíritu de “llegar a colectivos que no son el usuario típico”, lo que para Resi podría ser una forma de entender la inclusión en el turismo, también se ha visto reflejado en otras acciones que ha realizado la AGUICAT. Un ejemplo son las visitas gratuitas que cada año llevan a cabo diversos guías de la asociación para celebrar el Día del Guía Turístico (21 de febrero) y poder llegar a varios colectivos o ciudadanos de Barcelona. Concretamente, este año 2020, quisieron poner énfasis sobre colectivos que viven otra cara del sector turístico, normalmente con unas condiciones laborales precarizadas, como las camareras de piso, kellys, o trabajadoras del hogar de diferentes asociaciones que fueron invitadas a realizar una visita guiada para disfrutar del turismo desde otra perspectiva. Por otro lado, cabe mencionar que los guías turísticos no han vivido una situación fácil durante la emergencia sanitaria ya que han estado parados sin generar ningún tipo de ingreso, muchos de ellos continúan aun así actualmente y, por eso, han luchado para poder recibir ayudas del Estado. Incluso, el 1 de julio, los guías habilitados por la Generalitat de Catalunya se concentraron delante de la Catedral de Barcelona para reivindicar su profesión y visibilizar su problemática debido a la COVID-19, en una convocatoria de la CEFAPIT (Confederación de Asociaciones de Guías de Turismo del Estado), con el apoyo de la AGUICAT. 

Visita guiada en Sant Pau Recinto Modernista. Fuente: Marta Salvador.

Así pues, como ilustra el caso de Bayt, encontramos ejemplos de personas y colectivos que muestran su ímpetu y sus ganas por cambiar el mundo y la sociedad donde vivimos. Como explica Joana Castro: “lo que queremos desde la fundación es dar las herramientas necesarias a aquellas personas que hoy en día no pueden participar en igualdad de condiciones para que, por ejemplo, aprendan la lengua, alguna profesión, etc. aunque es una tarea muy difícil si no se produce un cambio estructural”. En el ámbito turístico, también se puede hablar de un cambio estructural si lo que queremos es acercarnos a un turismo inclusivo en cualquier destino del mundo. Pero, tal como plantea Ernest Cañada, para poder pensar en la futura evolución del turismo hace falta poner la atención en las dinámicas de tensión entre la exclusión y la inclusión en algunos aspectos centrales que configuran el actual sistema turístico. Por lo tanto, hay que dar un paso más allá y apostar por experiencias como la que se muestra en este artículo, donde el uso y la importancia del turismo recae en las personas y no en el capital. 

 

Este artículo se publica en el marco del proyecto «Plataforma de investigación en turismo, derechos humanos y equidad de género» desarrollado por Alba Sud con el apoyo de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD) (convocatoria 2019).