«No estoy aquí para regañarles, ¿verdad?»

Buenas días a todas y a todos:

Es un placer estar aquí con ustedes en Cancún, el lugar más turístico de América Latina. Y más por ser reconocida por una organización académica y recibir este premio nacional de educación turística.

Les debo confesar que yo no soy académica, me formé profesionalmente en el CONALEP hace unos años. Pero sí, les debo reconocer que, por una parte, educo a turistas con las organizaciones cooperativas y comunitarias en las cuales participo y guío con Xyaat Ecoturismo Comunitario Maya en la comunidad de Señor en el municipio de Felipe Carrillo Puerto y con la Alianza Peninsular para el Turismo Comunitario. También, desde hace años, educo a niñas, niños y jóvenes en mi pasión: aprender a observar aves y, por ende, a disfrutar y conservar la naturaleza.

Tampoco les voy a mentir. Este premio académico es una deuda a todas estas organizaciones de turismo en comunidades rurales de México que muchas veces son invisibles. Nosotras y nosotros, que vivimos en estos pueblos, muchas veces estamos al fin de la cadena de valor turístico. También se debe reconocer que la academia ha participado en esta invisibilización. Me explico. Los investigadores y sus estudiantes nos vienen a visitar, entrevistar, cuestionar, analizar. Regresan a sus cubículos, analizan sus datos… es decir, a nosotros. Y escriben y publican sus artículos, libros u otros capítulos de libros. Pero muchas veces esta información sobre nosotros… ¡no regresa a nosotros! Últimamente, les comparto una situación muy desagradable donde un estudiante de la UNAM se tituló como Maestro en Sustentabilidad sin pedirnos nuestro consenso sobre la información que extrajo. Y es una verdadera pena.

Pero, bueno. No todas y todos los académicos son lo mismos. Además, no estoy aquí para regañarles, ¿verdad? Entonces, les quiero agradecer sinceramente, al consejo directivo nacional, a la comisión dictaminadora, así como a los miembros de la AMESTUR por este premio que me están entregado el día de hoy. Espero de todo corazón sirva a visibilizar que hay otros turismos posibles. El turismo comunitario es uno de ellos.

Muchas gracias ¡Nib’oolal!

Zendy Euan Chan