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21-05-2024

Cómo habitar los espacios de memoria desde el turismo: crónica de unos talleres de formación

Raül Valls & Iris Schneider | Alba Sud

Con el objetivo de facilitar herramientas pedagógicas para el turismo de memoria dirigidas a profesionales del sector turístico, se han realizado unos talleres de formación que recogen parte de la investigación hecha en este ámbito en Alba Sud.


Crédito Fotografía: Cal Marquès, Camprodon. Archivo Alba Sud.

Desde hace cinco años, l’Amical d’Antics Guerrillers de Catalunya, una entidad de memoria histórica, lleva a cabo una intensa actividad para recuperar y difundir la memoria de la lucha de los maquis en Cataluña. Lo ha hecho a través de historias personales, la investigación sobre el movimiento guerrillero en Cataluña y, sobre todo, a partir de las diferentes rutas que los guerrilleros utilizaban para entrar y salir del país y así realizar sus acciones clandestinas. L’Amical ha presentado estas rutas como lugares de memoria que pueden ser visitados y andados y, por lo tanto, son también susceptibles de un uso turístico.

El vínculo entre memoria y turismo también tiene relevancia dentro de Alba Sud, donde se han creado espacios de discusión e investigación alrededor de esta relación conflictiva, pero a la vez con mucho potencial. En consecuencia, se considera que el turismo puede ayudar al movimiento memorialista a multiplicar su capacidad de difundir los conocimientos sobre el pasado. Y también permite desarrollar propuestas de ocio de proximidad basadas en un contenido cultural y éticamente comprometido con la historia reciente del país. Asimismo, esta relación no está exenta de riesgos potenciales y algunos de ellos ya se han podido identificar en la Guía para la gestión turística de la red de espacios de memoria (Alba Sud, 2023), elaborada por Raül Valls y Gema Martínez.

Unir memoria y turismo a través de unos talleres de formación

Con el fin de acercar esta visión al sector profesional dedicado al turismo, se vio la necesidad de crear los talleres de formación “Gestión turística de los espacios de memoria: las rutas de los maquis”, que cumplían básicamente con dos objetivos: el primero, dar a conocer la historia del maquis antifranquista y sus rutas por Cataluña; y el segundo, aportar ideas y reflexiones sobre los principales retos y oportunidades que surgen entorno al turismo de memoria.

Los talleres fueron realizados por Iris Schneider y Raül Valls, ambos miembros de l’Amical d’Antics Guerrillers de Catalunyay colaboradores de Alba Sud. Gracias a su participación en estos dos espacios, pudieron aportar una visión global del turismo de los espacios de memoria aplicado al caso práctico de las rutas de los maquis. Los talleres tuvieron el apoyo del Museo del Exilio, la Diputación de Girona, Turismo Garrotxa y el Memorial Democrático.

Entre septiembre y diciembre de 2023, se realizaron un total de cuatro talleres repartidos por distintas comarcas de Girona: Vall d’en Bas (Garrotxa), Camprodon (Ripollès), Girona (Gironès) y Vidreres (La Selva). Se ofrecieron en horario de mañana, presencial y entre semana, debido al público objetivo al que iban dirigidos: personal técnico y concejalías de cultura y turismo de ayuntamientos, consejos comarcales y diputaciones, oficinas de turismo locales, guías turísticos, asociaciones de historia y memoria comarcal, profesorado de secundaria, y otros actores que intervienen en la gestión y uso de los espacios de memoria.

Can Trona, La Garrotxa. Archivo de Alba Sud. 

Oportunidades y retos desde el territorio

Estos talleres han permitido recoger, de primera mano, nuevos riesgos y potencialidades del vínculo entre memoria y turismo desde la experiencia de cada municipio visitado. De este modo, se han sumado a las contribuciones que Raül Valls y Gema Martínez hacían en su artículo publicado en Alba Suden relación a “la extraña pareja” que forman el turismo y la memoria histórica.

Uno de los primeros retos identificados es el peligro de caer en la banalización que podría provocar el turismo, cuando se entiende éste como una actividad destinada únicamente al ocio y el goce. Bajo estas condiciones, en una visita guiada en un espacio de memoria, se podría dar el caso que la persona encargada del guiaje decidiera no explicar según qué cuestiones relacionadas con la memoria histórica con el fin de evitar polémicas o incomodidades entre el público.

Otro origen de esta banalización de la memoria histórica por parte del turismo se puede encontrar en algunas recreaciones históricas, en las cuales hay el riesgo de que se establezcan neutralidades y equidistancias entre bandos que defendían valores muy diferentes: en el caso de la batalla del Ebro durante la Guerra de España, por ejemplo, entre las tropas franquistas y las republicanas. Si bien es cierto que las escenas de batallas atraen el interés de mucha gente, hay que insistir en visibilizar todas aquellas tareas realizadas en la retaguardia, la mayoría protagonizadas por mujeres, y que permitían el desarrollo de la lucha antifranquista.

Además, también cabe destacar la importancia de la comunicación de la historia, donde es necesario un equilibrio entre la seriedad y la amenidad. Utilizar relatos personales para narrar una historia general puede ser un buen recurso, puesto que ayuda a visibilizar y a crear vínculos de empatía con las personas.

En relación con la comunicación de la memoria histórica hacia un público más joven, hay que invertir esfuerzos en buscar nuevas estrategias que motiven su inquietud y curiosidad. Un ejemplo podría ser la realización de piezas audiovisuales de corta duración. Desde l’Amical, se ha rodado recientemente un cortometraje-documental de unos 15 minutos de duración sobre la historia de diez maquis asesinados en Sant Mateu de Bages. En este caso, se ha combinado una parte de documental (imágenes de archivo, entrevistas) con la ficción, protagonizada de manera voluntaria por jóvenes de la zona. El proceso de realización de este corto ha resultado en una potente herramienta pedagógica: durante el rodaje los jóvenes voluntarios han aprendido sobre los maquis para poder reproducir, lo más fielmente posible, las acciones y las conversaciones delante de las cámaras.

Otra idea es el uso de la herramienta Geocaching: un juego que se realiza a través de una aplicación y que consiste en encontrar cajas escondidas en diferentes puntos geográficos a partir de unas coordenadas. En el caso de las rutas de los maquis, se podrían colocar cajas a lo largo del camino, con documentación sobre los maquis y la misma ruta. Es un recurso interesante para promover, al mismo tiempo, el descubrimiento del territorio y la divulgación histórica.

La carencia de voluntad política y la falta de financiacióntambién pueden ser impedimentos importantes para la preservación de espacios de memoria histórica. Este es un problema evidente en Vidreres, uno de los municipios donde se realizaron los talleres. En Vidreres, aún hay restos del aeródromo que estuvo en funcionamiento durante la Guerra de España y que se mantiene gracias al trabajo de investigación de personas voluntarias como Lluís Astier y el Grupo de Investigación de Aeródromos de Girona (GRAG). Desde el GRAG, reclaman la preservación de este patrimonio histórico y apuestan por la creación de más material para hacer difusión sobre su existencia. En este sentido, señalan la importancia de tejer una red entre las diferentes entidades y fundaciones para apoyarse en los distintos proyectos.

Pasos futuros

Con la realización de estos talleres, se refuerza la idea de que las entidades de memoria y centros de investigación como Alba Sud, pueden ser puntos de referencia para ayudar y dar herramientas a aquellas personas que se dedican profesionalmente a difundir la memoria histórica.

Es importante seguir trabajando para superar algunos tópicos que alejan el turismo de la divulgación histórica y saber encontrar puntos de unión. En el caso de la Guerra de España, “el turismo puede servir para dar luz a la oscuridad de la historia”, según un comentario realizado durante los talleres.

En resumen, la comunicación y difusión de la memoria histórica es una tarea suficientemente importante como para dedicarle la atención desde cada ámbito de la sociedad y reflexionar sobre cuál es la mejor forma de hacerlo. Es necesaria para construir una sociedad basada en valores democráticos, que no gire la espalda a su pasado, sino que, en base a éste, se curen heridas abiertas. Desde Alba Sud, se apuesta por el turismo de memoria como una herramienta transformadora que ayude a visitar estos lugares y encontrar vínculos con el pasado que habla desde el territorio. Es una línea de investigación que hay que seguir explorando, sin dejar a un lado a las personas locales, que pueden aportar puntos de vista clave sobre las necesidades de cada espacio de memoria.