31-10-2024
El Observatori de la Vida Quotidiana y las memorias de los barrios de Barcelona
Raül Valls | Alba SudEl OVQ lleva veinticinco años trabajando por la recuperación de la memoria popular de Barcelona con proyectos surgidos en complicidad con los y las vecinas de los barrios. Mantener vivo estos pasados vecinales se convierte en necesario cuando las lógicas implacables de la turistificación amenazan con disolver las identidades locales.
Crédito Fotografía: Paseo Colón, nevada de 1962, Barcelona. Imagen del OVQ
El Observatori de la Vida Quotidiana (OVQ) nació en 1999. Es un equipo interdisciplinario formado por historiadores/as, antropólogos/as, diseñadores/as gráficos/as, fotógrafos/as, documentalistas que trabajan en un espacio de confluencia entre la investigación social, la acción comunitaria y las artes visuales. Sus proyectos e investigaciones, muy centrados a la historia social y la antropología urbana de los barrios, buscan de forma transversal la participación y el protagonismo de la comunidad con la cual se trabaja. La memoria popular aparece como un factor fundamental para fortalecer el derecho democrático a la ciudad de las mayorías sociales.
El OVQ ha desarrollado toda una serie de líneas de trabajo, y proyectos y sobre todo una metodología propia para implementarlos. Sus investigaciones se han concretado en la edición de libros, documentales, exposiciones fotográficas, desarrollo de webs y otras creaciones multimedia, trabajando preferentemente alrededor de las memorias de barrio y del pasado rebelde de las clases populares de la ciudad.
Escena en el barrio Gótico de Barcelona. Imagen del OVQ
Los proyectos del OVQ
Los proyectos se organizan alrededor de una serie de ejes temáticos: Memoria vecinal, Barcelona metrópoli colonial, Luchas por Barcelona, Gráfica anarquista y la Imagen velada. En todos ellos las imágenes, en forma de fotografías de época, cartelismo o de documentales, juegan un papel central para conectar a los y las vecinas con su pasado reciente y mejorar su identidad y la autoestima colectiva como ciudadanos/as de Barcelona.
- Memoria vecinal. Es uno de los proyectos más importantes del OVQ y donde se ha desarrollado los principales ejes de su metodología, dirigida a implicar a las organizaciones vecinales y a las personas que han protagonizado la historia de los barrios. Las investigaciones pueden partir de un lugar emblemático de la historia de un barrio como el Canódromo de la Meridiana, lugar muy conocido, y hoy controvertido, del ocio popular durante la época franquista y la transición. O, en otro sentido muy diferente, de una organización como la Cooperativa Gregal del barrio del Besos i Maresme, matriz de proyectos como la Escola Gregal y otras muchas iniciativas asociativas de lucha vecinal. También de proyectos artísticos como la investigación, documentación y el asesoramiento histórico para la obra de teatro “Forasteros vendrán...” centrada en las oleadas migratorias de los años 50 y 60. Documentales como “Con nuestras manos” que ponen la mirada en el fenómeno de la autoconstrucción de los años 50 y 60, donde los mismos emigrantes levantaban sus casas en barrios como Sant Genis, la Teixonera o Torre Baró.
- Barcelona metrópoli colonial. Este proyecto con exposiciones y debates rastrea las huellas del pasado colonial español en Barcelona. Lo hace a través de sus calles, monumentos, de la revisión crítica del pasado esclavista de algunas fortunas de la burguesía catalana, del patrimonio de algunos museos de la ciudad con objetos arrebatados a las colonias o la memoria de miles de jóvenes que hicieron el servicio militar en estos antiguos territorios colonizados .
- Luchas por y en Barcelona. Aglutina una serie de material en forma de exposiciones, libros y muestras fotográficas que narran un siglo de revueltas y revoluciones en la ciudad: la Semana Trágica; la revolución social de 1936-37; el libro “Cops de gent”, que repasa las imágenes de las movilizaciones ciudadanas desde 1890 hasta la actualidad; la web sobre la estética gráfica del movimiento anarquista entre finales del siglo XIX hasta el 1979; o el material gráfico “Solidaridad internacional” que quiere recoger en imágenes la historia de la ciudad como caja de resonancia de movilizaciones de solidaridad internacionalista con las diferentes luchas populares, de liberación y por la paz que durante los últimos sesenta años han atravesado el planeta.
- Memoria velada. Un proyecto que aborda el pasado de la ciudad a través de recuperar el trabajo realizado desde el objetivo fotográfico de fotorreporteros como Pérez de Rozas y Gabriel Casas y el reporterismo gráfico en las primeras décadas del siglo XX.
Memoria visual de los barrios de Barcelona
Memoria visual de los barrios es uno de los proyectos del OVQ de más envergadura y que le ha permitido desarrollar una potente metodología de trabajo propia que ha implicado a vecinas y vecinos, entidades de los barrios, archivos y centros de documentación locales y generales. Un proyecto vivo y comunitario que va creciendo con aportaciones continuadas y que se formaliza con exposiciones, charlas, publicaciones, rutas, jornadas, etc. Este alcanza desde el testimonio del y la vecina hasta la investigación historiográfica realizada en grandes archivos, articulando un relato que alimenta y fortalece la identidad de los barrios precisamente en un momento en que las lógicas provocadas por las grandes transformaciones urbanas y económicas de los últimos treinta años las ponen en peligro. De momento, se ha trabajado en el Gòtic, la Teixonera, Sant Genis dels Agudells y la Trinitat Vella recuperando relatos a partir de entrevistas, conversaciones e imágenes fotográficas, aportadas por los mismos vecinos y vecinas, o rescatadas en archivos. Este trabajo de investigación participativa se ha concretado en unas webs donde se pueden consultar todos los materiales, sobre todo fotografías, que se han ido recogiendo durante un proceso que permanece abierto a más incorporaciones y propuestas.
Mesa de memoria en los barrios. Imagen del OVQ
El origen de este trabajo de memoria, y de la metodología que la OVQ ha ido desarrollando, está en el barrio marinero por excelencia de Barcelona, la Barceloneta, cuando con motivo de la recuperación de una antigua casa de pescadores de 1761, convertida desde 2011 en centro cívico dedicado a la memoria del barrio, se impulsó un llamamiento popular entre el vecindario para recoger antiguas fotografías. Cómo nos explica Andrés Antebi, miembro del equipo del OVQ, "este barrio en aquel momento, en 2010, vivía un acelerado proceso de turístificación y el objetivo giraba alrededor de un proyecto comunitario para recuperar la memoria del barrio. El peligro era que las intensas transformaciones que vivía supusieran la pérdida y disolución de aquella memoria vecinal y el proyecto lo denominamos, Fondo fotográfico popular de la Barceloneta". El trabajo no partía de cero, puesto que muchas personas estaban haciendo esta tarea de manera amateur. El objetivo fue localizarlas y canalizar su trabajo de recopilación hacia el fondo fotográfico. Para Andrés Antebi "esta experiencia en la Barceloneta, nos facilitó el desarrollo de una metodología de trabajo propia de estas memorias visuales de barrio que podía ser aplicada en otros barrios y municipios".
En este contexto fue importante la aparición el 2017 del llamado "Plan de Barrios de Barcelona", un programa con el objetivo de dedicar recursos a combatir las desigualdades entre los barrios de la ciudad, que permitió mejorar y profundizar esta metodología impulsando las "Taules de memòria local". Estas consistían a juntar personas y agentes significativos que tuvieran cosas a decir sobre la propia historia del barrio y diseñar un proyecto bianual consistente en una investigación colectiva y que posteriormente se concreta de maneras diferentes: exposiciones, itinerarios, libros, jornadas, intervenciones educativas en las escuelas, murales artísticos en la calle, etc. Según Andrés Antebi este trabajo, "se basa, y esto es fundamental, en la implicación vecinal, y construye una historia desde abajo, que mezcla historia y etnografía y que muchas veces confronta el relato oficial y dominante de la ciudad llevado a cabo por expertos externos. Frente a este relato de los grandes arquitectos y urbanistas que ha modelado la ciudad aparece el relato de las personas que han vivido y han construido estos lugares".
En un momento en que la identidad de los barrios se encuentra amenazada, claramente en el caso de la Barceloneta, por dinámicas que los vecinos y vecinas no pueden controlar, estos proyectos reclaman y refuerzan un "orgullo de barrio" donde la memoria del pasado reciente juega un papel fundamental. Antebi pone un ejemplo de como esta recuperación de la memoria se convierte en capital para generar autoestima local: " la autoconstrucción de sus viviendas en muchos barrios surgidos de las oleadas migratorias de los 50 y 60, donde los mismos vecinos y vecinas de entrada no entendían el interés sobre estos hechos o incluso los escondían avergonzados por estar relacionados con la situación de pobreza en la cual llegaron a la ciudad".
Memoria visual barrios de montaña. Imagen del OVQ
Cuando esta memoria aflora y se resignifica, socialmente y políticamente, como ejemplo de esfuerzo y resiliencia colectiva, toma un sentido completamente diferente y se incorpora a la identidad del barrio. Es en este sentido que podemos interpretar el éxito de películas como "El 47" dónde, a través de la vida de Manuel Vital, dirigente vecinal de Torre Baró (Barcelona-Nou Barris) que secuestró un autobús para reivindicar la necesidad de transporte público para su barrio, entendemos el potencial que tiene la recuperación de pasados de lucha y compromiso como forma de fortalecer las identidades sociales en barrios amenazados por la turistificació y las desigualdades. Pero Andrés Antebi va más allá de estos hechos puntuales espectaculares, porque "nuestros proyectos quieren dar valor a luchas más cotidianas y colectivas que, sin el carácter épico de los secuestros de autobuses, mejoraron la vida de las personas en un tiempo en que las instituciones no se ocupaban de estos barrios de reciente creación".
La metodología propuesta por OVQ quiere, por otro lado, evitar una "museificación" del pasado que lo fije como algo ajeno al presente. No se lo quiere mostrar como una época ya superada y que culmina felizmente en un presente donde los valores y compromisos sociales que impulsaban las luchas vecinales ya no son necesarios, "las fotografías que se muestran también tienen que permitir generar conciencia crítica entre los y las vecinas sobre estos cambios producidos, y sobre lo ganado y lo perdido en todos estos procesos vividos", aclara Andrés Antebi. No es la mera nostalgia lo que se quiere fomentar, sino reafirmar críticamente todos aquellos proyectos de transformación y emancipación social que quedaron para cumplir. El pasado incluye potentes lecciones sin las cuales se hace difícil construir un futuro mejor.
El pasado colonial de Barcelona y los nuevos vecinos y vecinas
Un vacío por llenar de la recuperación de la memoria en Barcelona es como conectarla con las últimas oleadas migratorias, muchas venidas de países con el que nos une una relación de pasado colonial. El OVQ ha desarrollado todo un trabajo para recuperar y crear conciencia sobre como este pasado está también presente en las calles de la ciudad. Estos elementos, que muchas veces pasan totalmente inadvertidos, como los nombres de calles, los monumentos en el espacio urbano los objetos fruto del saqueo de aquellos países que podemos encontrar en museos y colecciones privadas, entrañables y estimados iconos de Barcelona como el gorila albino "Copito de nieve", en las huellas de los "indianos" en la arquitectura de la ciudad, como en el barrio de Sant Andreu, o en estilos musicales tan aparentemente nuestros como "las habaneras". El OVQ pone el foco sobre algunos de estos elementos cotidianos con el objetivo de movilizarlos y conectar con estos nuevos catalanes del siglo XXI. "Necesitamos relatos sobre las migraciones extracomunitarias –afirma Antebi–. El impulso de los estudios decoloniales lo enmarca. No se trata solo de abordar críticamente el pasado colonial del país en términos históricos sino también como este pasado influye en el presente. Una persona migrante que viene a trabajar en el ámbito de los cuidados o del turismo, del Marruecos, de Bolivia, Filipinas, o Perú, no es ajena a nuestro pasado colonial".
Copito de Nieve, Barcelona. Imagen del OVQ
Para el OVQ conectar estos pasados y trazar el camino de muchos objetos expoliados en las antiguas colonias permite interpelar a estos colectivos recién llegados y hacerlos participar en esta memoria colectiva de la ciudad.
Algunas conclusiones
El trabajo desarrollado por el OVQ abre perspectivas muy interesantes para profundizar en el conocimiento del pasado reciente de la ciudad de Barcelona. La metodología desarrollada y propuesta por el equipo del OVQ traza un hilo conductor que puede unir un trabajo historiográfico y archivístico, de carácter más académico, con las investigaciones que tienen como escenario polvorientos almacenes de barrio o las viejas cajas de fotos familiares; los estudios y conferencias de expertos en la historia local con los relatos de los vecinos y vecinas que vivieron estos mismos hechos como directos protagonistas. Poner en pie de igualdad unas y otras fuentes no solo mejora el resultado del conocimiento historiográfico sino que convierte a la ciudadanía en protagonistas de la generación de saber y de ciencia social. Dejan de ser mero objeto de estudio para pasar a ser sujetos con agencia sobre el relato de su pasado. La memoria se pone así al servicio de una ciudadanía más consciente, crítica y con capacidad política para definir el futuro de sus barrios. Otra cuestión es cómo todo este conocimiento se puede movilizar en forma de propuestas de ocio turístico dirigido a los mismos vecinos y vecinas y hacerlo sin que se convierta en una oferta más dentro de una ciudad donde la turistificación le está haciendo saltar todas las costuras. Pero para Andrés Antebi "hemos de ir con mucho cuidado para evitar que estas propuestas no acaben alimentando la oferta y sean fagocitadas por la industria turística. Si el precio a pagar para generar estos espacios de ocio turístico propio es una posible coaptación mercantil tenemos que pensar muy bien que y como lo hacemos".
Es para responder a estas legítimas preocupaciones que se necesitan políticas público-comunitarias que lideren y conviertan este conocimiento y la recuperación de nuestro pasado reciente en propuestas para la ciudadanía que combinen el ocio, la cultura y la memoria. Estas tienen que estar al servicio de unos vecinos y vecinas conscientes y orgullosas de la historia de sus barrios, y dónde no sean las lógicas mercantiles, del sector turístico actualmente hegemónico, las que las absorban. El pasado histórico de una ciudad y su memoria reciente puede acabar también convertidos en un segmento más de una “oferta cultural” dirigida principalmente a un visitante foráneo. Nos hacen falta, por lo tanto, políticas públicas de ocio turístico que lo eviten y pongan en el centro a los y las vecinas de Barcelona.
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