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Reseña musical | Noticias Generales

20-02-2025

¡Mon cheri, go home!

Carla Izcara | Alba Sud

El malestar provocado por la turistificación también trasciende al panorama musical. Maria Jaume, cantante mallorquina, publicó el álbum “Nostàlgia Airlines” en marzo de 2024 y completa esta etapa con la colaboración con Fades, grupo también mallorquín, publicando el single “Mon Cheri Go Home”. Además de sacarnos a bailar, ¿qué nos dicen estas letras?


Crédito Fotografía: Portada del disco "Nostàlgia Airlines" de Maria Jaume bajo el sello Bankrobber

El turismo es más que un sector económico, es una actividad que atraviesa vidas y territorios. Su desarrollo hegemónico bajo los intereses del capital ha generado más impactos negativos que positivos: trabajo precario, procesos de expropiación y expulsión de la población local, encarecimiento del coste de vida, impactos en el paisaje y el ambiente... Por eso, no es de extrañar que este malestar se manifieste de diferentes maneras: movilizaciones, acciones directas no violentas o expresiones artísticas. Diversos personajes del panorama musical han canalizado su malestar a través de canciones. El último, Bad Bunny, con el álbum “DeBÍ TiRAR MáS FOToS”, pero de él ya se hablará en otro artículo.  

Maria Jaume es una cantante, guitarrista y compositora nacida en Mallorca en 1999. En 2019 ganó el concurso “Sona9” y seguidamente publicó su primer álbum de estudio “Fins maig no revisc”. En 2022 estrenó “Voltes i voltes” y dos años más tarde, nació “Nostalgia Airlines”. En este tercer álbum el turismo aparece como el eje vertebrador de las historias que se cuentan.

Cantar sobre lo que nos pasa

El archipiélago balear es una zona brutalmente impactada por el desarrollo turístico. En 2024 se registraron 15,3 millones de llegadas de turistas internacionales frente a una población total de 1.244.394 personas según el último registro del Institut Nacional de Estadística. En el caso de Mallorca, es la isla natal de cuatro grandes grupos hoteleros internacionales: Barceló (1929), Riu (1953), Iberostar (1956) y Meliá (1956). Así, no es de extrañar que en este territorio hayan aflorado artistas desde los años 80 que hagan canciones alrededor del fenómeno turístico como bien recogía Marcel Pich en un hilo de X.

Hotel Lido. Ca’n Pastilla, Mallorca, 1958. Imagen del Arxiu del So i la Imatge de Mallorca.

En 1989, Carlos Garrido, Raphel Pherrer y Tomeu Miranda publicaban Mallorcatur, una canción donde se denunciaba, con tono cómico, la venta de la isla al turismo: “Blocs d’hotels, de parcs i discoteques, una terra oberta al visitant - [bloques de hoteles, parques y discotecas, una tierra abierta al visitante]”. Marcel Pich, después de citar a otros artistas, nombra también el disco de Eixut “Majorcan Souvenir” donde la primera canción empieza con la voz de una azafata de vuelo dando la bienvenida a Mallorca en diferentes idiomas. Si avanzamos en el tiempo, llegamos a la pieza de Maria Jaume, donde, a través de un pop muy bailable, iniciamos un viaje a bordo de “Nostàlgia airlines” donde conoceremos diversas historias de amor, desamor y experimentaremos sentimientos de añoranza y rabia frente una isla implacablemente impactada por el turismo.

Relaciones atravesadas por el turismo

Este disco, producido en cuatro manos entre Maria Jaume y Lluís Cabot (ex Da Souza), publicado bajo el sello Bankrobber, está a punto de celebrar su primer año. En él encontraremos colaboraciones con Julieta, Mar Grimalt, Renaldo & Clara y Pau Debon, el cantante de Antònia Font. Aparentemente, puede parecer un disco sobre las idas y venidas amorosas de una joven, pero Maria Jaume en este disco quería mostrar “como las relaciones se ven afectadas por contextos como el turismo”, explica en una entrevista para el diario ARA. Así, habla de qué ocurre con estos vínculos cuando te tienes que separar por trabajo o tienes que irte a vivir fuera de las islas, en muchas ocasiones, no por voluntad propia, sino porque el contexto no te permite proyectar un futuro deseable. De hecho, el número de jóvenes entre 15 y 34 años que se ha ido a trabajar o estudiar fuera del archipiélago ha crecido un 114% en los últimos diez años.

Por este motivo, para Maria Jaume, escribir sobre todo lo que ocurre en la isla era cuestión de tiempo, porque “forma parte de mi día adía y me resta una calidad de vida brutal, es normal que escriba sobre esto”, afirmaba la cantante en el de “La Turra” sobre turismo. También, añadía como “de la misma manera que cuando me rompen el corazón hago una canción, también lo hago si están explotando mi casa, masificándola, despersonificándola...”.

Grafiti en una calle de la Vila de Gràcia, Barcelona. Imagen de Carla Izcara

Nostàlgia airlines

El viaje a bordo de “Nostalgia airlines” empieza a buen ritmo con “Pura Geografia”, canción donde se explica una historia de amor que no acaba de funcionar a causa de la distancia. Otras canciones del disco siguen este hilo como, por ejemplo, “Trista a Miami”, un reggaeton con Julieta. En el disco encontramos también muchas piezas que hablan de rupturas y desamores. De hecho, “no hay ninguna que sea sobre una relación normal”, en palabras de Maria Jaume para el diario ARA. Esto es totalmente intencionado para mostrar como el turismo, no solo atraveisa los territorios, sino también las vidas de las personas que los habitan. Escucharemos canciones de cómo jóvenes de Mallorca se enamoran entre ellos, pero también de turistas que vienen y van y como de complejas pueden llegar a ser estas relaciones. Así, “Xin xin i bye bye” es un guiño a “Trista a Miami” y “Quina Pena” donde la autora cierra una etapa con una persona de habla italiana. Con un mensaje potente de desamor y falsas promesas, “me’n record de quan anàvem junts de sa mà i de quan me deies Meri me vull casar – [recuerdo cuando íbamos juntos de la mano y de cuando me decías Meri me quiero casar]”, pero con una letra ligera y divertida donde se mezcla el catalán con el italiano, “es passat s’ha esfumat, xin xin i bye bye, amore, che dolore – [el pasado se ha esfumado, xin xin y bye bye, amore, che dolore]”, Maria Jaume nos hace bailar y cantar con esta historia que tanto puede resonar en otros contextos turistifcados donde las relaciones sexoafectivas entre locales y turistas pasan y, en ocasiones, generan esperanzas que después se quedan en historias que hay que superar.

Muchas de las narrativas que encontramos al disco surgen por la noche. “Ella sempre crema” es una de las melodías más sensuales del disco dónde con un ritmo de electrónica y reggaeton nos trasladamos a cualquier discoteca mallorquina. El afrobeat “Super mala pinta” con Renaldo & Clara también habla de las sensaciones de pasión y miedo al conocer a alguien y en un verso dice: “mira, podem anar a la mar i veurem es sol sortir, sé una cala sense guiris que no surt a cap review – [mira, podemos ir al mar y veremos salir el sol, sé una cala sin guiris que no sale en ninguna review]”. Con esta frase, expresan de forma airosa el impacto de las redes sociales a los destinos turísticos. El hecho de poner la localización a las imágenes que se comparten en redes o los trends en TikTok han generado grandes afluencias de personas a nuevos atractivos turísticos, muchos de ellos no preparados para recibir tantas personas de golpe. En el caso concreto de las islas, ha tenido especial impacto a las zonas de playa.

Para terminar con este capítulo de pasiones diurnas y nocturnas, tenemos “Ressaca a sa platja”, letra que agrupa todas las complejidades de estas relaciones internacionales. Las dos primeras estrofas escenifican un reencuentro: “Quant de temps fa que no te veia, pensava en com devies estar, si m’has enyorat aquests vespres fent sa vida a una altra ciutat. Me'n record de tot lo que fèiem, sé que tu també ho tens gravat, però te n’anares per sempre i per aquí tot ha canviat, tot ha canviat – [Cuánto tiempo hace que no te veía, pensaba en cómo debías estar, si me has añorado estos anocheceres haciendo tu vida en otra ciudad. Me acuerdo de todo lo que hacíamos, sé que tú también lo tienes grabado, pero te fuiste por siempre jamás y por aquí todo ha cambiado, todo ha cambiado]”. En esta pieza se nos presenta un cuento de amor de verano donde “jo sabia i tu sabies lo que passaria per setembre: ‘deu per sempre – [yo sabía y tú sabías lo que pasaría por septiembre: adiós por siempre jamás]”; historias intensas con fecha de caducidad, tanto por el contexto estival como por las distancias. A pesar de la sutileza con la que escribe Maria Jaume con estos versos podemos sentir el dolor y el sentimiento de nostalgia que impregna todo el disco, sobre todo con la frase “tu te n’anares per sempre i per aquí tot ha canviat –[tú te fuiste por siempre jamás y por aquí todo ha cambiado]”. En las memorias de la mayoría, ocupan un lugar especial los “amores de verano”, pero qué complejos se vuelven estos vínculos si los entendemos desde otro punto de vista. Esta canción, pienso que invita a preguntarnos cómo viajamos y qué relaciones establecemos con las personas que habitan los territorios que visitamos. ¿Qué ocurre con estos amores fugaces cuando nos vamos? A pesar de que guardemos recuerdos inmóviles, como si se trataran de una postal, Maria Jaume nos recuerda que “todo cambia” y que no es lo mismo irse que quedarse. Así mismo, también reivindica la dificultad de dejar tu tierra natal, en estos casos por obligación, y cómo estas partidas afectan a los lazos sociales y familiares.

Hoteles, sol y playa

El punto álgido de nostalgia lo logramos con “Cala Rajada 1964”. Esta playa se sitúa en el nordeste de la isla y se ha vuelto muy popular entre el turismo alemán de segundas residencias. La autora, en una  entrevista para RAC1, explica que el título de la cançión es por un documental de Elisa Benal que “habla de una postal de Mallorca de los 60”. En concreto, Maria Jaume señala que se trata de “una mujer que tenía una de las primeras pensiones en Cala Rajada, de cómo tenía relaciones de amistad con sus clientes y como después se iba a Alemania a sus casas porque la invitaban”. La cantante, en la entrevista lamenta que el turismo se haya convertido en otra cosa y ya no se den de forma habitual estas relaciones. La pieza musical acaba con su abuelo cantando “paisajes lindos tiene Mallorca y lindas playas para escuchar…”. Estos versos son de “Bajo el Cielo de Palma”, todo un hit de promoción turística de Bonet de San Pedro, cantante de Palma que se popularizó a partir de los años 40.

Mallorca, Cala Ratjada, 1954. Imagen del Arxiu del So i de la Imatge de Mallorca.

Con esta canción de Bonet de San Pedro empieza “Hoteles, sol y playa”, una de las letras más reivindicativas del disco acompañada de la voz de Pau Dabon, cantante del grupo mallorquín Antònia Font. De estos versos, en primer lugar, podemos extraer cómo el turismo transforma el comercio local en “tiendas de souvenirs” y el sentimiento de expulsión que invita a pensar “yo no vuelvo por aquí”. En segundo lugar, con la estrofa de Pau Dabon, enfatizan el impacto de las llegadas masivas de turistas tanto por aire como por mar: “Avions volant, pel cel escampant fum a les totes i gent com a ones. I per la mar, arriba un creuer de quinze pisos 100% ecofriend – [Aviones volando, por el cielo esparciendo el humo y gente como olas. Y por el mar, llega un crucero de quince pisos 100% ecofriend ”. Sin perder el tono satírico de todo el disco, con esta estrofa también hacen una crítica al greenwashing que estan haciendo muchas empresas del sector. Con la misma agudeza, no solo critican el turismo masivo, sinó también el de lujo con los siguientes versos: “un embús de sis carrils de s'aeroport a Portopí. I un senyor manant un Porsche recent llogat se caga amb tot – [un atasco de seis carriles al aeropuerto de Portopí. Y un señor conduciendo un Porsche recién alquilado se caga en todo]”. Baleares, sobre todo después de la pandemia de COVID-19, ha empezado a competir con otros destinos turísticos para atraer un turismo de mayor poder adquisitivo. Así pues, se está “experimentando un cambio de modelo con la reconversión de la oferta de alojamiento hacia el incremento de las categorías y la penalización del turismo de excesos en algunas ciudades turísticas” como explicaba Macià Blázquez en un artículo para Alba Sud. Este nuevo “turismo de calidad” solo genera más desigualdad e incrementa el consumo de recursos energéticos y hídricos en la isla.

En tercer lugar, el estribillo de la canción plasma muy bien el mito inculcado por el sector privado, con el beneplácito de la administración pública, sobre la importancia del turisme como generador de empleo y riqueza y la necesidad de continuar impulsando el sector, así como presentarlo como una “indústria sin chimeneas”. Por ello, Jaume y Dabon cantan: “Hoteles, sol y playa. Turista no se vaya, no. Noranta mil piscines i un golf a Ses Salines oh”. La oposición a la construcción de campos de golf ha sido una lucha constante de organizaciones ecologistas como el GOB y otros movimientos sociales por la presión sobre los recursos hídricos así como la contaminación de los acuíferos que estas macro construcciones suponen en el contexto insular balear. Por tanto, el turismo, ni imprescindible ni inocuo.

Final de viaje

Cerramos esta etapa de Maria Jaume (o no) con una colaboración muy esperada con Fades, grupo mallorquín emergente que reivindica la consciencia lingüística y la lucha por los derechos de las diversidades sexuales y de género. Con esta propuesta musical desenfadada y con una estética muy de los 2000, recuperan el tema estrella de Maria Jaume sobre relaciones truncades por el turismo. En este caso, hablan de un amor imposible entre alguien de Barcelona y una persona de París. Una vez más, la distancia física se antepone a esta relación: “De Paris a Lloret es massa liada, jo no vull un amor de videotrucada – [De Paris a Lloret es demasiado lio, yo no quiero un amor de videollamada]”. Pero esta vez, no solo es una distancia física, sino también cultural y por ello cantan: “Si no m'entens en català. Mon chéri, comment ça va? Crec que hauria d'acabar. Jo d'aquí, tu d'allà – [Si no me entiendes en catalán. Mon Chéri, comment ça va? Creo que esto debería terminar. Yo de aquí tu de allí]”. Para cerrar el estribillo, estas artistas mallorquinas residiendo en Barcelona juegan con la campaña “Tourist go home” pidiéndole a su amor que no le rompa el corazón y que “go home, please go home”.

Nostalgia Airlines es un disco con el que puedes bailar y evadir las preocupaciones diarias, pero si prestas atención ves cómo sus letras amables esconden mensajes potentes sobre los impactos del turismo. Impactos que van más allá de datos económicos, porque hablamos de un sector muy transversal que afecta a las relaciones entre personas. El movimiento de personas también crea historias de amor y desamor que dejan huella, sobretodo en aquellas personas que vivimos en contextos tan turistificados donde toda vida económica y social se ve subordinada a las actividades turísticas bajo la hegemonía del capital.

Cada vez más artistas del panorama musical están hablando de turismo. Esto no es ninguna moda, sino más bien un síntoma de cómo el turismo permea en nuestras vidas. Por tanto, para permanecer en nuestros territorios y construir futuros más deseables, tenemos que cambiar de rumbo y el turismo también juega un papel. Por un lado, el sector deberá tener menos presencia en las economías para crear territorios menos vulnerables. Por otro, tendremos que trabajar menos y mejor, tanto dentro como fuera de casa, para poder tener más tiempo de ocio y disfrute de calidad, sobre todo pensando en aquellas personas que por distintos motivos tienen más dificultades de acceso. Por esto mismo, tenemos que reclamar un turismo donde nuestras necesidades se pongan por delante de los intereses del capital y se tengan en cuenta los límites planetarios en un contexto de crisis climática. Propongo huir de unos territorios de postal para construir colectivamente territorios vivos disfrutones.