OurMedia Network en su 8a. Conferencia

Cuando a finales del año 2000 Granada, un pueblo colombiano en los Andes de Antioquia, estaba bajo el ataque de la guerrilla de las FARC, lo único que funcionaba en el municipio era la radio comunitaria. Durante los dos días que duró la ofensiva, que dejó el saldo de una treintena de personas muertas, la radio no paró su transmisión. Los granadinos y granadinas recuerdan cómo los rezos, filtrados a través del aire, se convirtieron en una línea de vida durante esas horas de terror. Nueve años después en un pueblo vecino, La Ceja, cerca de Medellín, la profesora Clemencia Rodríguez explicaba que en momentos de crisis las radios comunitarias en Colombia no han sido solamente fuentes de información básica para la supervivencia, sino también espacios en los que las comunidades se han unido para tomar decisiones y contrarrestar el miedo y el aislamiento que conlleva la violencia extrema.

Esta experiencia de la radio comunitaria de Granada fue compartida durante la 8ª Conferencia de la Red Nuestros Medios | OurMedia Network ante un grupo de más de 120 personas que llegamos de todos los rincones del mundo para discutir y pensar sobre el rol de los medios de comunicación alternativos, especialmente en contextos de conflicto y sobre su rol en la construcción de paz. Los dos otros temas centrales de la semana fueron jóvenes y pueblos indígenas. Durante la Conferencia se exploró particularmente cómo algunos de estos grupos han logrado contrarrestar los estereotipos negativos y la falsa información de los medios masivos a través de iniciativas de comunicación locales y comunitarios.

La Red Nuestros Medios | OurMedia Network nació hace ocho años en Washington DC entre un grupo de veteranos/as de la investigación sobre comunicaciones alternativas. Su propósito era crear un espacio que no fuera solamente académico pero que pudiera sostener un dialogo entre lo teórico y lo práctico, logrando establecer colaboraciones entre estos dos mundos. De forma singular, la Red se mantiene sin ningún tipo de jerarquía entre sus miembros, uniendo como pares a académicos/as y comunicadores/as de medios alternativos. Toma como punto de partida que la comunicación es un derecho y no un privilegio, cuestionando y trabajando para cambiar las desigualdades en acceso y participación en la producción y la distribución de los medios de comunicación, desde la academia, la practica y la incidencia política. Las conferencias de Nuestros Medios han pasado por Washington DC (2001), España (2002), Colombia (2003), Brasil (2004), India (2005), Australia (2007), Ghana (2008) y este año regresaba a tierras colombianas.

Durante la semana que duró la Conferencia se puso en evidencia que el mayor impacto de los medios comunitarios en tiempos de conflicto y en la construcción de paz es la posibilidad de construir espacios comunitarios cuando cesa la violencia. El medio de comunicación comunitario se convierte en un espacio para pensar y hablar sobre los traumas del pasado pero también, y transcendiendo el conflicto, recreando nuevas culturas de ciudadanos/as informados/as y activos/as. Desde el año 2000 Granada ha visto florecer de medios alternativos (periódicos, radio, página web y televisión) con una amplia participación de la comunidad en su creación. Aunque estos esfuerzos no pueden evitar otro ataque futuro, de las FARC o de los paramilitares, quienes también han dejado muchos muertos en este pueblo, la comunidad sigue dialogando sobre sus heridas y sus responsabilidades en un contexto de conflicto.

Al terminar la Conferencia y después de haber conocido tantas iniciativas comunitarias nacidas desde abajo, de grupos que rechazan el rol de víctima y han buscado cómo tomar más control sobre sus vidas, nos queda una inquietud: a pesar de todo lo positivo que entrañan todas estas experiencias advertimos el peligro de caer en un cierto romanticismo de lo local. En las comunidades, igual como en todos tipos de grupos, sabemos que algunas personas tienen voces más fuertes que otras. Del mismo modo que hay conflictos fuera de las comunidades, también las hay dentro de ellas. Si estamos buscando cambios sociales que benefician a todos/as, es vital que como académicos/as y comunicadores/as ajustemos también nuestras miradas a las desigualdades que se reproducen dentro de nuestras propias comunidades, como el sexismo, homofobia, racismo, clasismo etc., y acordarnos que la voz de “la comunidad” no necesariamente representa a todo mundo.

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Yerina Rock es cooperante de Progressio en Fundación Puntos de Encuentro (Nicaragua) y colaboradora de Alba Sud en el marco del Programa Comunicación para el Desarrollo.