El capital turístico balear: la transnacionalización de un modelo

El hecho de no haber podido asistir al II Congreso de COODTUR, en noviembre de 2015 celebrado en Playa del Carmen, Quintana Roo, supuso que grabase esta breve conferencia. La temática que se me encargó se corresponde con una de las líneas de investigación del GIST, el poder hegemónico del oligopolio turístico transnacional que desarrollamos a partir del estudio de las cadenas hoteleras baleares. Estas corporaciones son el principal agente impulsor del capitalismo turístico, mediante el apoyo de políticas liberalizadoras desde la sumisión del aparato del Estado a su control, especialmente con la definición de un marco regulatorio que sea favorable a su acumulación de capital. El liberalismo no supone menos Estado, sino más sometimiento de éste al dictado de las corporaciones que dominan el mercado.

En segundo lugar, quise reflejar la exploración que llevamos a cabo sobre la participación de las corporaciones turísticas en la economía financiarizada, entendida como la apropiación de valor más allá de la fuerza de trabajo invertida, su función de uso o escasez. Por ejemplo, mediante el mercadeo con edificios y urbanizaciones que se esconde tras el decorado de la actividad turística; es decir su participación en la especulación inmobiliaria. Las corporaciones transnacionales, como puedan ser las cadenas hoteleras, despliegan esta actividad aprovechando los diferentes marcos regulatorios estatales, extorsionando a estados endeudados y fallidos, con la connivencia de estados delincuentes como son los paraísos fiscales.

Por último, quise reflejar el dominio social que ejerce esta élite empresarial. No sólo sobre los poderes ejecutivo y legislativo, redactándoles leyes y planes, sino incluso sobre los medios de comunicación y las campañas electorales. Está suficientemente demostrada su financiación de campañas electorales a partidos políticos que les sean favorables por parte de empresariado hotelero, por ejemplo en el caso de corrupción denominado Over MC. El lobby hotelero persigue –y consigue– ejercer su hegemonía mediante la creación de consenso para ejercer su poder social, criminalizando incluso a quien discrepe con su criterio (tal como explica Ivan Murray).

El mantenimiento de una red de cooperación al desarrollo dedicada al turismo debe incluir estudios críticos e independientes del poder corporativo, para así contribuir a la profundización de la democracia y al diseño de modelos socioeconómicos más justos.