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Entrevistas | Turismo Responsable | Islas Baleares

22-02-2016

Margalida Ramis: ‘El turista de élite es más invasivo’

La portavoz del GOB repasa en esta entrevista de Jaime Mora en Mallorca Confidencial la situación turística en Baleares, con temas abiertos como el decrecimiento turístico o la tipología del turista que sería deseable. Opiniones a contracorriente pero imprescindibles.

La situación de pre-sequía que viven las Islas tras un invierno sin apenas lluvias, y el decreto aprobado por el Govern para poner coto a la barra libre de cemento que suponían las leyes agraria y turística del anterior ejecutivo, han servido para poner también sobre la mesa un debate hasta ahora casi inédito: ¿se debe marcar un límite a la llegada de turistas? Desde el GOB, Margalida Ramis tiene clara la respuesta, y señala a los responsables de un modelo de desarrollo que define como ‘insostenible’.

¿Hasta qué punto nos encontramos en una situación preocupante respecto a la falta de lluvias?
Es bastante extrema, porque durante años no se ha previsto una situación de sequía. El año pasado ya nos quedamos sin agua en Ibiza en plena temporada turística, y todo porque no se ha sabido prever lo que podía pasar. En la situación actual la única alternativa es la desalación.

¿Las administraciones se han desentendido del asunto durante estos años?
Ha existido una falta de responsabilidad política, porque hasta que no hemos llegado al extremo no se ha reaccionado, y ello a pesar de que las sequías son cíclicas, de que era algo previsible. El plan de desalación tendrá un gasto energético enorme pero no nos quedará más remedio. Por otra parte se deberían aprovechar las aguas regeneradas, cosa que hasta el momento no se ha hecho. En todo caso lo primero es realizar un plan de usos, y si se debe restringir el agua en los campos de golf, que se haga antes de que afecte a nuestro consumo diario.

La sequía ha servido en todo caso para poner encima de la mesa el debate sobre si se debe limitar la llegada de turistas:
Una crisis de recursos es una oportunidad para replantear el modelo económico y turístico. Está claro que es difícil limitar el número de turistas, pero sí regular las plazas de alojamiento. Hoy somos incapaces de decir qué capacidad de alojamiento soportan las Islas. Y este debate se debe poner sobre la mesa de manera urgente. La regulación y la planificación turística se nos ha escapado de las manos.

¿No puede resultar algo suicida poner límites a nuestro motor económico sin tener una alternativa madura?
Lo suicida es no hacerlo. Hay gente que se va de Ibiza en verano porque no soporta la saturación existente. Otros no encuentran alquiler durante el año porque muchos propietarios prefieren alquilar sólo dos meses a precios escandalosos, ya que allí se ha apostado por un turismo de élite.

¿Entonces tampoco nos va bien el turismo que llega con dinero?
Eso no es un turismo de calidad, por mucho poder adquisitivo que tenga. Es un visitante desmesurado en su capacidad económica y en cómo asume su invasión sobre el territorio. En Ibiza no hay límites.

¿El turista con más capacidad económica devora en su opinión más recursos?
Basta ver cómo tratan el mar desde sus súper megayates. ¿Qué preferimos, un turista que paga 10.000 euros por una botella de cava, u otro tipo de visitante que respeta a sus vecinos y a su entorno? El talante del primero es muy desagradable, muy invasivo.

¿Entonces cuál es el perfil ideal?
Coge una familia que venga porque valora los espacios naturales, disfrutar del sol y la playa pero también el senderismo, interesados por la riqueza cultural, histórica y patrimonial. Esa gente existe, viene, y en ocasiones se ponen delante de la lucha por el respeto medioambiental antes incluso que muchos residentes.

El tema será encontrarlos…
No es difícil. Basta con hacerte valer como destino turístico. Y hasta ahora nos hemos vendido a cualquier precio.

¿Qué opinión tiene el GOB del Decreto que limita el carácter urbanizador de la ley turística y de la ley agraria?
Ambas leyes eran una barbaridad, eliminando límites y dando la sensación de que todo es posible. No eran leyes sectoriales sino urbanísticas, ‘turistizando’ incluso el suelo rústico, y así se ha demostrado con los proyectos presentados hasta la fecha. Al GOB nos llegan cada día mensajes de personas que no se pueden creer las reformas y ampliaciones que se están realizando a través de la ‘ley Delgado’. En el litoral veremos aberraciones durante los próximos meses, y eso es exactamente la ley turística. Para nosotros el decreto del Govern llega tarde y llega en forma de suspensión, lo cual me genera cierta desconfianza porque sé cómo empujarán determinados sectores para que se levante esa suspensión en algún momento.

Podemos presume de haber sido el responsable de ese decreto:
Nosotros nos reunimos con todos los partidos con representación en el Parlament, aunque algunos se mostraron más sensibles que otros con nuestras reclamaciones. Podemos se ha interesado más, el PSOE y Més también han sido muy receptivos, aunque nos hayamos quedado descontentos en algunos puntos, sobre todo en la ley turística.

¿Entienden que le ha faltado un punto de valentía al Pacte en este asunto?
La prueba es que no haya salido hasta ocho meses después, cuando los puntos los tenían claro desde el primer día en que empezaron a gobernar. Esa realidad se debía cambiar desde el principio, porque así lanzabas un mensaje y no dejabas lugar a que entraran nuevos proyectos, tal como ha sucedido.

 

Entrevista publicada originalmente en Mallorca Confidencial el 19 de febrero de 2016.