Què revela la fatalitat a Capitoli sobre el turisme en espais naturals al Brasil?

(article disponible només en castellà)

En la ciudad de Capitólio, en el Estado de Minas Gerais, Brasil, se encuentra uno de los mayores lagos artificiales del planeta. Conocido como el “Mar de Minas”, en la región del Lago de Furnas, a unos 280 km de la capital, Belo Horizonte, se ha convertido en un importante atractivo turístico. El trágico accidente del pasado 8 de enero de 2022 en el que fallecieron diez personas a consecuencia del desprendimiento de una roca en uno de sus cañones, ha puesto de relieve algunas limitaciones graves con las que se ha desarrollado el turismo de naturaleza en Brasil.

Formación del Lago Furnas

La central hidroeléctrica de Furnas fue la primera planta construida por la empresa, de la cual heredó su nombre. La presa está situada en el curso medio del Río Grande, en el tramo denominado "Corredeiras das Furnas", entre las ciudades de São José da Barra y São João Batista do Glória, en Minas Gerais. Su construcción comenzó en julio de 1958 y la primera unidad empezó a funcionar en septiembre de 1963. A principios de la década de los 70, se inició el proyecto de ampliación con la instalación de la séptima y octava unidad, que situaron el proyecto entre los más grandes de América Latina. La ubicación privilegiada de la central (a 500 km de Río de Janeiro, 400 km de São Paulo y 300 km de Belo Horizonte) permitió evitar un gran colapso energético en Brasil a mediados de la década de 1960.

En el caso de la presa de Furnas, su construcción trajo a los municipios adyacentes la posibilidad de diversificar la generación de ingresos en la región, gracias a sus famosos cañones y aguas navegables, ya que antes de la construcción del embalse, la principal actividad económica era la agricultura. En la imagen 1 puede apreciarse la localización del Lago de Furnas. Asimismo, se destaca la ciudad de Capitólio, indicada con el círculo gris, los cañones, dentro del círculo azul, y el lugar del desprendimiento, señalado con el círculo rojo.

Imagen 1: Localización del lago de Furnas

Fuente: elaboración propia.

Contexto geológico

Las rocas de la región están formadas por bloques de cuarcita, un tipo de roca formada por el metamorfismo de areniscas (granos de arena) ricas en cuarzo. En general, las rocas metamórficas se originan por cambios mineralógicos o físicos de rocas preexistentes (ígneas, sedimentarias o incluso metamórficas), causados por un aumento de la presión y la temperatura. Así pues, las rocas del cañón del Capitólio no son rocas sedimentarias, sino que son rocas metamórficas formadas por granos de arena que fueron sometidos a una temperatura y presión suficientes para transformarlos en una nueva roca más dura. Tras el metamorfismo, la cuarcita sufrió deformaciones que generaron todas estas fracturas y fallas que pueden verse fácilmente en la imagen 2. En ella es posible ver algunos barcos y personas cerca de las paredes de cuarcita. La roca que se derrumbó el día 8 está resaltada en rojo. Las flechas amarillas son paralelas a la fractura que facilitó la erosión. La imagen es de junio de 2018

Imagen 2: Zona previa al derrumbe del 8 de enero de 2022

Fuente: Imagen de Street View, adquirida a través de Google Earth Pro.

Estas fracturas forman espacios vacíos, una de las principales características de la erosión causada por el agua de lluvia y el viento, así como por la meteorización química del agua. El pasado 8 de enero se produjo un movimiento de masa gravitacional de tipo tumultuoso, que son procesos geodinámicos que ocurren y ocurrirán siempre de forma natural. Al ser una roca más dura, la cuarcita se fragmenta en bloques a lo largo del tiempo, y estos bloques se desprenden por las fracturas. Con el tiempo, la cuarcita vuelve a ser arena y por ello toda la región formada por rocas de cuarcita está sometida a este tipo de proceso erosivo.

Turismo en Capitólio

El lago de Furnas se ha convertido en la base de la economía de muchas ciudades de la región, no sólo por los recursos financieros que les proporciona generar energía, sino también por las actividades relacionadas con la agricultura y el turismo.

Con una población estimada de poco más de 8.600 habitantes, la ciudad de Capitólio destaca por su actividad turística, incluso más que otras ciudades más grandes. Parte de este éxito puede justificarse por su ubicación geográfica, ya que se encuentra cerca de los principales atractivos naturales del lago de Furnas, como cañones, cascadas, paseos náuticos y el mayor balneario de agua dulce de América Latina. Por esta razón, Capitólio es la única ciudad de la región del lago de Furnas que se considera como uno de los destinos estatales inductores del desarrollo turístico regional. En la imagen 3 pueden apreciarse el gran número de lanchas turísticas que se concentran en el Cañón del Capitolio.

Imagen 3. Dinámica turística en el Cañón del Capitolio (junio de 2018)

Fuente: Imagen de Street View en Google Earth Pro.

El lago Furnas hizo posible una nueva realidad económica. Municipios que antes tenían la agricultura como actividad principal, empezaron a ver en el sector turístico una nueva forma de explotación económica y generación de ingresos locales. Esto dio lugar a cambios sociales y estructurales provocados por la exploración del potencial del territorio. Pero a pesar de la prosperidad económica, las bases de este desarrollo eran débiles. Las visitas a los cañones del Capitólio se gestionaban de forma inadecuada. La masificación era habitual y el destino estaba sometido a una gran presión que empezó a degradar el recurso natural, perdiendo así los atributos que fomentaban su éxito. Así no es extraño ver grafitis en las rocas, basura y aceite de las lanchas que afectan la calidad del agua. El aumento desproporcionado del número de visitantes se volvió notorio desde 2015, y llegaba a cuadruplicar el número de habitantes en temporada alta. Este crecimiento ha tenido consecuencias negativas en la seguridad y en los últimos cinco años se han producido al menos cuatro accidentes, con 13 muertos y 6 heridos en los ríos y cascadas de Minas Gerais.

Más recientemente, como consecuencia de la pandemia de la COVID-19 el aumento del número de visitantes a este y otros recursos naturales se ha incrementado de forma muy desordenada. En este contexto, el accidente ocurrido en Capitólio expone un grave problema relacionado con la gestión territorial en las regiones destinadas al turismo de naturaleza. No es casualidad que, en la última década, Brasil haya sido el quinto país del mundo en número de víctimas asociadas a episodios geológicos. Aun así, es frecuente la ausencia de informes técnicos que identifican riesgos geológicos y establecen medidas de seguridad en las zonas turísticas.

¿Cómo minimizar los riesgos?

El fenómeno ocurrido en el Capitólio es un proceso geológico muy común y se seguirá repitiendo a lo largo del tiempo. Por ello, es necesario que la geodiversidad de cada lugar –variedad natural de materiales y procesos geológicos y geomorfológicos responsables de la formación del paisaje que nos rodea y que constituyen la base de la vida en la Tierra– sea considerada en la gestión de las actividades turísticas en la naturaleza. En conclusión, se necesita conocer el pasado para entender el presente y predecir el futuro.

Las muertes se podrían haber evitado con una cartografía técnica que propusiera una zonificación en la que se indicaran las zonas más susceptibles a un riesgo geológico. La aplicación de esta cartografía por parte de las autoridades competentes, facilitaría la toma de decisiones pertinentes, como, por ejemplo, cuántas embarcaciones pueden estar en el lugar, cuántas personas por embarcación pueden visitar los cañones, cuántas veces al día, cuál es la distancia de seguridad respecto a las paredes rocosas, cuál es la capacidad de carga, o cuál es la época del año más segura para hacer excursiones en barco. De hecho, la cartografía técnica sería una herramienta de gestión y evitaría que las embarcaciones y los turistas se acercaran tanto a las rocas, sobre todo en la época de lluvias.

Antes del accidente, ninguna norma municipal impedía que las embarcaciones se acercaran a las rocas. Hasta el momento, el Servicio Geológico de Brasil no ha recibido ninguna solicitud para realizar un mapeo de las áreas de riesgo geológico en la región o para hacer una Cartografía de Mapas de Susceptibilidad en la región del Capitolio. Por tanto, es necesario un cambio de perspectiva en la gestión de los recursos naturales vinculada a la actividad turística.