Noves mobilitats: turisme antivaxers i reactivació econòmica durant la pandèmia a la Costa Sur de Nayarit

(article disponible només en castellà)

La movilidad internacional de la población, es un signo de relaciones entre diversas regiones del planeta y forma parte del escenario actual de la humanidad. Asimismo, desplazarse con fines de ocio es resultado de la convergencia de aspectos demográficos y económicos específicos para facilitar la acumulación del capital (Harvey, 2004; Sassen, 2015; Urry 2007). En tal sentido, los gobiernos locales han visto al turismo como un elemento necesario para el crecimiento económico, por lo que adoptan políticas y líneas de acción que fomentan su implementación; en muy repetidas ocasiones, sin consenso local y sin tomar en cuenta las repercusiones sociales y ecológicas.

En México, la movilidad por ocio y la migración internacional ocurridas en el marco de la pandemia en los últimos años (2020-2022), tiene lugar a partir de diferentes perfiles. El primero alude a la generación de personas nacidas tras la segunda guerra mundial, conocidos como baby boomers, que, al ser adultos mayores sus pensiones les permitieron migrar a lugares cálidos para disfrutar del envejecimiento activo. El segundo, spring breakers, se hace presente en México entre marzo y abril de cada año, cuando los estudiantes norteamericanos abandonan las aulas para dar rienda suelta a la diversión en las playas mexicanas. El tercero, nómadas digitales, hace referencia a las personas que han arribado a nuestro país durante y pos pandemia con trabajos remotos que les permiten movilizarse sin restricciones. Finalmente, el cuarto perfil, antivaxxers, hace referencia a las personas que han decidido no vacunarse contra alguna enfermedad de carácter epidemiológico. Este último término tomó relevancia en la pandemia por su rechazo a la vacuna contra la COVID-19. 

En los últimos tres años, el flujo turístico en México ha congregado a los visitantes motivados por la necesidad de escapar de las restricciones impuestas por las medidas de seguridad sanitaria. Asimismo, la existencia del trabajo remoto ha otorgado a estos visitantes una mayor libertad para elegir su lugar de residencia, bien sea en las principales ciudades mexicanas o en sus enclaves turísticos. En tal sentido, la cercanía geográfica de los lugares de origen de estos actores a los sitios donde van, ya sea por turismo o para residir de manera temporal, ha convertido a México en un fuerte atractivo para los jóvenes profesionales que no desean vacunarse y quieren vivir como nómadas digitales. Gracias a las ventajas económicas y tecnológicas que tienen a la mano, los influencers estadounidenses expatriados en México, mencionan que aprovechan los beneficios inmobiliarios que ofrece este país. Este tipo de motivaciones acelera los procesos de formación de las ciudades globales cosmopolitas, así como los procesos de gentrificación y exclusión en los cuales “el poder se hace concreto y puede ser detallado donde los oprimidos son parte de la infraestructura social para el poder” (Sassen, 2015: 21). De ahí que más de 1,6 millones de estadounidenses residan en las grandes urbes y enclaves turísticos del territorio mexicano.

El perfil antivaxxer

Un sector de la población antivaxxer es representado por gente del Norte Global que, haciendo mal uso de la infodemia, argumenta que las vacunas desarrolladas cambiarán nuestro ADN, que con ellas nos implantarán microchips o que estas esterilizarán a la población mundial. Si bien puede que ciertas prácticas de la industria farmacéutica sean inadecuadas, y que esta haya aprovechado la pandemia para llenar aún más sus bolsillos, los antivaxxers han utilizado estas premisas para afirmar que los desarrollos tecnológicos obtenidos por los científicos y laboratorios especializados, han sido generados en muy poco tiempo como para anular los efectos del virus SARS-CoV-2 de manera efectiva; como si la ciencia fuera coyuntural y no un proceso arduo y continuo. Este último planteamiento genera una opinión pública conspirativa y sienta las bases del anti intelectualismo y, por consiguiente, el fortalecimiento de la pseudociencia (Fernandez-Nino y Baquero, 2019). Esta práctica se sustenta un sentimiento anticientífico, tecnofóbico y, ante todo, en una profunda desconfianza hacia las instituciones. Sin embargo, el alcance subjetivo de las convicciones de los antivacunas,así como las conductas que generan, aumentan el riesgo sanitario para el resto de la humanidad donde quiera que se presente esta o cualquier otra pandemia.

Fuente: Ana María Salazar bajo licencia creative commons.

La emigración de los antivaxxers desde sus lugares de origen, apoyada por el trabajo virtual desde casa (home-office) y la laxitud de los reglamentos migratorios para ingresar a los destinos turísticos, es resultado de unavuelta a la “normalidad” forzada para fomentar la reactivación económica. Esto no es de extrañar si se considera la presión de los grupos de poder económico a nivel global y local, los cuales han incentivado el incremento de la migración internacional durante la pandemia por COVID-19 en los diversos enclaves turísticos. Esto se demuestra a partir del establecimiento de colonias de migrantes internacionales bien sea en la Riviera Nayarit, o en otros destinos con alta presencia de turismo extranjero.

Los antivaxxers en Riviera Nayarit  

En los enclaves turísticos de la costa sur de Nayarit, se observa en los últimos años el incremento de nuevos residentes extranjeros. Entre ellos se pueden incluir a los nómadas digitales y también a jóvenes que integran las comunidades antivaxxers, cuya presencia en el contexto de la pandemia, se vio beneficiada por la flexibilidad de las normas sanitarias mexicanas. Mientras que otras naciones cerraron sus fronteras ante el surgimiento de la pandemia; el acuerdo migratorio en México permitió la llegada de vuelos internacionales y facilitó la aplicación de los trámites migratorios. Esto ha favorecido a extranjeros para ingresar por vía aérea y en su mayoría sin visa, todo ello justificado con el intento de fortalecer la reactivación económica en el territorio nacional a partir del turismo.

En octubre y noviembre de 2021, se pudo constatar la presencia de los nómadas digitales y antivaxxers en la región. En el caso de Sayulita, particularmente, se han identificado no solo por su estancia en el sitio, sino por su intervención en festividades locales a partir del financiamiento del montaje de ofrendas para las celebraciones de muertos y los adornos del zócalo del pueblo costero para el “Festival Vivan los Muertos 2021”. No obstante, su participación ha fomentado en cierta forma el imaginario de que la celebración del día de muertos es igual en todo el país, pues retoman los simbolismos desde la cosmovisión mexica, desterritorializando y vaciando su profundo significado simbólico y con ello, se fomenta la reinvención de las culturas mesoamericanas a través de su percepción estereotipada, sin una previa indagación de estas (Galinier y Molinié, 2011)

Alternativas a la vacuna

Existenantivaxxers que opinan que existen diversas alternativas naturales a las vacunas. En el caso contra la COVID-19, en las costas del sur de Nayarit habitan residentes de origen norteamericano con un innegable interés –pero poco conocimiento profundo– de la cultura mexicana. Ellos han realizado diversos rituales y terapias esotéricas que, desde su perspectiva, resultan más efectivas y están vinculadas a la medicina tradicional de pueblos prehispánicos, lo cual les ha valido la aceptación y confianza entre algunos grupos locales.

Es así que entre diciembre y julio de 2022, se registraron las acciones y comportamientos de algunos de ellos, quienes también fueron entrevistados.  Durante su estadía en las costas del sur de  Nayarit,  varios mencionaron que tenían trabajo vía remota y tomaron la decisión de no vacunarse contra el SARS-CoV-2. Estas entrevistas se realizaron con el objetivo de lograr identificar cómo los sujetos enfrentan el tema epidemiológico, en particular, en torno a la creencia de ciertas prácticas de las terapias alternativas que supuestamente mejoran el sistema inmunológico. Las personas que se someten a estas terapias experimentan sesiones dirigidas por los especialistas que utilizan distintas sustancias y enteógenos en rituales locales, tales como el kambó, la ayahuasca, los hongos y el peyote. Los practicantes aseguran que estos compuestos elevan su sistema inmunológico. Aunque no se descarta que este pueda ser el caso, tampoco hay evidencia científica que pruebe lo contrario.

Fuente: Ana María Salazar bajo licencia creative commons.

Para indagar más sobre el tema, se visitó a uno de los guías espirituales que realiza este tipo de terapias. En su domicilio se pudo presenciar una de las ceremonias en la que participaron tres jóvenes alemanes. La práctica consistió en provocar tres pequeñas laceraciones de en el carpo o muñeca de la mano, a la cual se aplica la dilución del kambó. Esta sustancia es la secreción de una rana amazónica que induce la percepción alterada del yo interno, y da la sensación de experimentar una travesía incorpórea. Supuestamente, se induce a una regresión asociada al linaje de la persona, y de esta deriva una experiencia de autoconocimiento sobre las potencialidades espirituales del ser humano. Se pudo observar el momento en el que estos turistas estaban recuperándose tras tener esta sustancia en su torrente sanguíneo. Uno de los turistas entrevistados habló de su conexión con una de sus abuelas y como ella había sido enterrada viva. También el guía mencionó que las entidades espirituales que lo apoyan durante toda la experiencia, le asignaron la tarea espiritual de procurar la salud de otros seres humanos de su entorno. Él se encuentra convencido de que puede canalizar la energía cósmica a través de la imposición de manos en el área del dolor o la molestia del paciente. Por esta razón, manifestó que se encuentra decidido a ayudar al prójimo en la búsqueda de la salud y la sanación. Dicha revelación inició con la pandemia y ha continuado hasta la fecha acumulado varias experiencias como sanador.

Reflexiones finales

Las experiencias y conocimientos derivados de la pandemia de la COVID-19 son de naturaleza muy diversa. La pandemia no solo incidió en el sector salud, sino también en las políticas de movilidad de distintos países en el mundo. Es evidente la fragilidad de múltiples instituciones a partir de las imposiciones neoliberales. Por este motivo, se evidencia que, entre las muchas respuestas sociales observadas después del periodo de confinamiento involuntario de año y medio, la pandemia provocó entre los jóvenes profesionistas, la necesidad de vivir en libertad y movilizarse sin restricciones. La flexibilización de los empleos de jóvenes europeos, norteamericanos y canadienses, les sirvió para emigrar y viajar con facilidad y convertirse en nómadas digitales, desempeñando su trabajo remoto en alguno de los 23 enclaves turísticos de Bahía de Banderas, principalmente en los pueblos costeros del sur de Nayarit; viviendo en condiciones económicas, sociales y políticas privilegiadas. Esta situación repercute en la profundización de las desigualdades sociales de estas localidades, ávidas de la reactivación económica del sector turístico y, en particular, de la recuperación de sus puestos de trabajo, los cuales que quedaron frenados hasta 2021.

Todo ello es un indicador de la articulación a conveniencia de los procesos de movilidad para ciertos sectores sociales en la actualidad. Dichos procesos repercuten en la inclusión-exclusión de diferentes culturas en distintos escenarios de la industria turística. Esto se expresa en el sesgo del Norte Global en el marco de la emigración a otras latitudes que cuenten con medidas sanitarias más permisibles que en su lugar de origen, a lo que se agrega la facilidad que tienen para poder trabajar de manera remota. Lo anterior es además resultado del rechazo a las normas sanitarias impuestas por la OMS, la incidencia de la infodemia y las falsas premisas sobre los procesos biológicos ante el covid-19. Es por ello que debido al efecto de estos nuevos fenómenos migratorios y turísticos, es necesario profundizar la investigación en los enclaves turísticos que se convierten en polos de atracción para estos perfiles de visitantes.