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19-12-2023

Ha arribat el tren, cap a on ens duu?

Marco Almeida Poot | UAM-Iztapalapa & UADY

Després de la inauguració del Tren Maya, estem potser davant l'última oportunitat d'orientar aquest megaprojecte de l'Estat mexicà cap a la recuperació dels seus processos socials potencialment positius per a les poblacions locals. És urgent prioritzar allò social i ambiental.


Crédito Fotografía: Vías férreas antiguas en Miguel Colorado, Campeche. Imagen de Marco Almeida Poot

(article disponible només en castellà)

El Tren Maya arrancó este 15 de diciembre de 2023. El momento presente es clave para revisar el panorama tras cinco años de construcción y reflexionar, desde la región sureste de México, dónde estamos y hacia dónde nos lleva el Tren. Porque la inauguración no es su conclusión, sino el replanteamiento de nuestro futuro regional compartido.

El Tren Maya es un proyecto de desarrollo y ordenamiento territorial en el sureste mexicano que implica la construcción de un circuito ferroviario de 1.554 km, conectando ciudades, pueblos y sitios turísticos en los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, en un recorrido que destaca la presencia de los pueblos indígenas maya yucateco, ch’ol, tseltal, tsotsil, etc. El tren, con 19 estaciones y 15 paraderos, servirá para el turismo, transporte de mercancías y desplazamiento local. Ha sido financiado con fondos públicos y consta de 7 tramos, que se inaugurará en tres fases: la primera, de Campeche a Cancún, el 15 de diciembre; la segunda, de Cancún a Palenque, el 31 de diciembre; y la tercera, para el recorrido completo, el 29 de febrero de 2024.

Ruta, estaciones y paraderos del Tren Maya. Créditos: Alejandro Montañez Giustinianovic

Sus objetivos son: 1) impulsar el desarrollo socioeconómico de la región sur-sureste y las comunidades locales; 2) fortalecer el ordenamiento territorial de la Península de Yucatán; 3) desarrollar la industria turística en México; 4) promover y resguardar las culturas indígenas locales; 5) fomentar la inclusión social y la creación de empleo; 6) proteger y rehabilitar las áreas naturales protegidas de la Península de Yucatán (CAFS-CD, 2019:7).

El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) es la instancia encargada del megaproyecto desde el 2018. Sin embargo, en febrero de 2022 el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), anunció que la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) se encargaría de la operación y administracióndel tren, sus estaciones y paraderos, mediante la empresa paraestatal Olmeca-Maya-Mexica. Dicha empresa operará también la aerolínea Mexicana de Aviación, 11 aeropuertos nacionales y 6 hoteles a lo largo de la ruta del Tren Maya. La SEDENA también se encarga actualmente de la construcción de los tramos 5 Norte, 6 y 7 ubicados en el oriente y sur de la península de Yucatán.

Nuevas vías cerca de Umán, Yucatán. Imagen de Marco Almeida Poot

En paralelo, se ejecutan el Programa de Ordenamiento Territorial de la Región Sur-Sureste (POTR-SSE) por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU),  y el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (PROMEZA) por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Este último incluye actividades de investigación, conservación, restauración y construcción de infraestructura turística en 21 zonas arqueológicas mayas.

Además, para entender las dimensiones e implicaciones potenciales del Tren Maya en términos generales, se debe examinar su papel geopolítico. El tren se enlazará con otros proyectos federales actuales, como la nueva refinería de Dos Bocas, Tabasco, que busca lograr la autosuficiencia energética nacional. Otro es el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que busca unir los océanos Atlántico y Pacífico por ferrocarril, ofreciendo diez parques industriales a lo largo del corredor con incentivos fiscales para atraer inversiones nacionales y extranjeras.

Por todo lo anterior, queda de manifiesto que el Tren Maya no es sólo un ferrocarril. En conjunto, los proyectos energéticos, industriales, de infraestructura turística y de comunicaciones en la región tienen el potencial de transformar radicalmente el territorio en sus dimensiones sociales, culturales, demográficas, económicas y ambientales. Pero ¿quiénes serían los principales beneficiados por estas transformaciones? ¿es razonable la distribución social de riesgos y oportunidades?

El Tren Maya es un proyecto complejo, abarca una extensión territorial amplia y ha involucrado a cientos de personas, por lo que es posible encontrar diversas narrativasa su alrededor. Ha generado polémica por los cambios en el trazo; el riesgo de colapso por las condiciones del suelo kárstico en el tramo 5; inconsistencias en las Manifestaciones de Impacto Ambiental; la falta de Consulta Indígena adecuada; vulneración del patrimonio arqueológico; casos de fraude en negociaciones con ejidatarios; dudas sobre su viabilidad económica; el constante aumento de costosconflictos sindicales y partidistas en contratos de construcción; la construcción del tramo 5 Norte, 6 y 7 y la operación de estaciones por la SEDENA; el desacato de resoluciones judiciales y su blindaje como asunto de seguridad nacional.

Sin embargo, existen procesos menos debatidos, pero igualmente interesantes relacionados con el proyecto Tren Maya, los cuales podrían tener impactos positivos para las comunidades locales: la vinculación entre las comunidades científicas nacionales y los ejecutores del proyecto; los Estudios de socialización y participación social para el diseño del plan maestro de las estaciones y comunidades sustentables; y la promoción interinstitucional de proyectos de Economía Social y Solidaria impulsados por Organizaciones de la Sociedad Civil, particularmente el turismo comunitario.

La academia y el Tren

Es relevante mencionar los intentos de vinculación de las comunidades científicas mexicanas con el proyecto Tren Maya, tanto por iniciativa gubernamental como académica. La importancia de estos intentos, aunque no han fructificado, es que denotan la voluntad de poner la ciencia al servicio de la ciudadanía. En particular, destaca la creación de la Dirección Científica, Ambiental y Cultural de FONATUR Tren Maya, que firmó convenios con al menos nueve instituciones de investigación nacionales entre 2019 y 2020 (Almeida Poot, 2020: 45-46). Sin embargo, hasta la fecha estos acuerdos no se han traducido en colaboraciones específicas.

Por otra parte, uno de los primeros intentos académicos de vinculación fue el foro “Tren Maya. Mitos y realidades”, convocado por investigadores del INAH en marzo del 2019. En éste, arqueólogos y antropólogos cuestionaron que el proyecto se iniciara sin consultar a los pueblos indígenas ni contar con los estudios ambientales, sociales y arqueológicos que dieran certeza científica de los posibles impactos.

A este evento cabe sumar la realización entre marzo y agosto de 2019 de los cinco “Foros Legislativo académicos de la Frontera Sur: El Tren Maya”, organizados por la Comisión de Asuntos de la Frontera Sur de la Cámara de Diputados (CAFS-CD) en los estados en la ruta del tren. En ellos surgió nuevamente el llamado a no empezar las obras sin antes tener los estudios necesarios, pero también surgieron recomendaciones para minimizar las afectaciones sociales y ambientales posibles, así como estrategias para incrementar los posibles beneficios económicos para las poblaciones locales.

La Dirección Científica de FONATUR organizó dos Foros Académicos de Turismo Alternativo y el Tren Maya en 2021 y 2022. En ellos, investigadores de universidades regionales adoptaron una perspectiva más propositiva que crítica, presentando numerosos casos de localidades rurales e indígenas ya involucradas en el turismo o con potencial para incursionar. A pesar de ello, ninguna propuesta recibió seguimiento y pocos investigadores participantes fueron contactados nuevamente.

Estudios sociales y estaciones

Otro tema a destacar son los Estudios de socialización y participación social para el diseño de estaciones y comunidades sustentables del Tren Maya. En 2021, participé en el primer estudio, realizado en Nuevo Xcán, Quintana Roo, cuyos resultados positivos derivaron en una guía para los estudios de las demás estaciones. Mi participación en el equipo antropológico se dio a través de una investigadora que conocía mi tesina de maestría sobre el proceso político del Tren Maya, quien me contactó con la investigadora encargada del estudio.

Posiblemente hubo estaciones con buenos estudios sociales, otras con estudios simulados y algunas que no tuvieron, pero en este caso, confirmo que existía capacidad, conocimiento y voluntad para propiciar el aprovechamiento local del Tren Maya y minimizar posibles afectaciones. El proceso duró 9 meses y culminó en el Plan maestro de la estación y la comunidad sustentable, además de un documento de acuerdos entre FONATUR y el Ejido de Nuevo Xcán.

La estación Nuevo Xcán corresponde al tramo 4 del proyecto, siendo entonces la responsable una persona con extensa experiencia en el sector social de Quintana Roo, cuyo equipo de trabajo -los enlaces social, cultural y económico de FONATUR- acompañaban de manera regular y comprometida el proceso. La estación, diseñada por una destacada arquitecta mexicana con enfoque social y medioambiental, buscaba minimizar impactos ecológicos y potenciar beneficios locales. La coordinadora del estudio de socialización y participación social era una académica con trayectoria y capacidad para llevar a cabo procesos participativos a escala local. El equipo de antropología encargado del estudio etnográfico estaba compuesto por profesionistas yucatecos conocedores de la región. Sin embargo, más allá de los esfuerzos externos, la actitud participativa y organizada de la población de Nuevo Xcán fue fundamental. Hombres y mujeres demostraron activa participación en la generación de propuestas focalizadas por sectores productivos. El comisariado ejidal, respaldado por la asamblea y reconocido localmente, destacó por su compromiso y apoyo en las gestiones necesarias para hacer del proyecto un esfuerzo conjunto con la comunidad.

Sesión de trabajo con ejidatarios de Nuevo Xcán para el diseño de la estación. Imagen de Marco Almeida Poot

Entre los resultados del diseño participativo de la estación y la comunidad sustentable destacan un hotel administrado por la localidad; un restaurante administrado por mujeres locales de manera rotativa; un stand para la cooperativa ejidal de turismo; un espacio para la venta de productos locales como miel y artesanías; áreas verdes con flora local y espacios para apicultura entre la estación y el pueblo; y una ciclovía que conectara la estación, el pueblo, las zonas de cultivo y los cinco cenotes en tierras ejidales. Se establecieron también lineamientos para la nomenclatura de las calles, señalética y reparación de edificios públicos abandonados o deteriorados.

En enero del 2022 fue destituido el titular de FONATUR Rogelio Jiménez Pons, y con él la responsable del tramo 4 y parte del equipo de trabajo con el que se realizó el Estudio de socialización y participación social. Desde entonces los acuerdos no han tenido seguimiento. La atención se ha enfocado primordialmente en la construcción de rieles y estaciones. Esta priorización ha desplazado los compromisos con las comunidades locales, así como los aspectos sociales, culturales y ambientales, junto con los esfuerzos anteriores para fomentar la economía social y solidaria a lo largo de la ruta.

Turismo comunitario y Tren Maya

La Alianza Peninsular para el Turismo Comunitario (APTC) es una organización de tercer nivel conformada en 2017 que aglutina tres redes de turismo comunitario de Yucatán, Campeche y Quintana Roo. En conjunto, suman veinticuatro cooperativas, ubicándose trece de ellas cerca de estaciones del Tren Maya. Algunas cooperativas operan desde la década de 1990.

Estas cooperativas sostienen que un emprendimiento turístico es comunitario cuando es administrado por locales, conserva la propiedad social de la tierra y la infraestructura turística en el medio rural, el turismo es complementario de las actividades agropecuarias, las decisiones son tomadas de manera colectiva, hay una distribución equitativa de las ganancias, se protege el medio ambiente y se evita la folklorización de la cultura maya (Jouault et al., 2022:182).

Después de un largo proceso de deliberación interna sobre el Tren Maya, se optó por negociar e intentar incidir en el proyecto. Fue así que se inició el diálogo con Vinculación Social de FONATUR. La APTC firmó un convenio marco de colaboración con FONATUR y el Instituto Nacional de Economía social (INAES) para promover el turismo comunitario en la ruta del Tren Maya el 17 de junio del 2021 en Ek Balam, Yucatán.

Firma convenio promoción TC y Tren Maya entre APTC, FONATUR e INAES en Ek Balam. Imagen de Claudia Novelo Alpuche.

Se acordó brindar a las cooperativas de la APTC espacios de comercialización en las estaciones y, de manera crucial, impulsar el modelo de turismo comunitario para contrarrestar el turismo masivo. Esto se lograría mediante el programa "Turismo Comunitario-100". El programa tiene como objetivo que socios de la APTC capaciten a otras cooperativas de turismo a lo largo de la ruta del tren mediante intercambios de experiencias.

Como resultado del convenio entre la APTC, INAES y FONATUR, se realizó un diagnóstico del turismo comunitario de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, y otro de Chiapas y Tabasco. La salida de Jiménez Pons también significó la pérdida de los interlocutores con quienes se estableció el convenio para promover el turismo comunitario como parte esencial del impulso a la Economía Social y Solidaria a lo largo de la ruta del Tren Maya.

Reinicio gubernamental: oportunidades y urgencias

Lo ambiental, social y legal cedieron ante la coyuntura política partidista. Podría decirse que intentar hacer bien las cosas, con poco tiempo, estaba saliendo mal, por lo que desde la administración federal se optó por únicamente avanzar en los aspectos infraestructurales del proyecto. La obra emblema de la actual administración debía culminar para fortalecer el respaldo político al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) del actual presidente, y a la candidata presidencial del partido, Claudia Sheinbaum Pardo, en la elección del 2024.

Ya se cumplió con el mensaje político a los partidos de oposición, es hora de cumplirle a la ciudadanía, particularmente a la población del sureste. La época de “se inaugurará en diciembre llueva, truene o relampaguee” (AMLO) ha acabado, es momento de dirigir nuevamente el proyecto de una manera más razonada, aprendiendo de los errores pasados y retomando procesos valiosos pausados. Están en juego más que votos, se trata de la vida en la región.

¿Es tarde para reorientar el Tren Maya? No, pues los pueblos, la cultura y el territorio maya persisten. La infraestructura está incompleta, y con la nueva administración federal iniciará un nuevo periodo político. Superada la urgencia de las vías, es momento de priorizar el bienestar social, ambiental, cultural y la Economía Social y Solidaria. Esta es quizás la última oportunidad de transformar el megaproyecto en algo positivo para la región.

Sin embargo, como ha quedado patente, la buena voluntad de la sociedad civil no basta. Es esencial vigilar de cerca la capacidad, conciencia social y ética de los funcionarios y servidores públicos para que las propuestas, advertencias y recomendaciones encuentren cauce, y los compromisos adquiridos se cumplan. El nuevo reto es que la instancia con que se hicieron los acuerdos (FONATUR) ya no estará a cargo del Tren, sino que será la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), estando el General Óscar Lozano Águila a cargo del Tren Maya. ¿Qué pasará con los acuerdos pactados? ¿Podrá dialogarse con esta instancia? ¿habrá mediación de la administración federal saliente y la entrante? Esta historia se sigue escribiendo.

 

 

Referencias
Almeida Poot, Marco (2020) El proceso político del Proyecto Tren Maya: narrativas y disputa por recursos (2018-2019). Tesina de maestría en ciencias antropológicas, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa.
Comisión de Asuntos de la Frontera Sur-Cámara de Diputados (CAFS-CD) (2019) Ficha Técnica del Tren Maya: Aspectos legislativos, ambientales, económicos y socio-culturales. México.
Jouault, Samuel, Claudia Novelo-Alpuche, Ana García de Fuentes, Tlacaélel Rivera-Núñez, (coords.) (2022). Cuando uno somos varios. Rostros y voces del turismo comunitario en la Península de Yucatán. Mérida, Editorial Unas Letras.

 

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