Impactes de la cancel·lació de Festes Nacionals Populars

(article disponible només en castellà)

Las fiestas populares en Argentina son la celebración de acontecimientos históricos, costumbres, tradiciones, cultos ancestrales, carnavales o eventos religiosos. Cada región del país tiene sus festividades particulares. Sin dudas, representan el patrimonio cultural viviente de las regiones y su población local.

Durante el relevamiento realizado entre 2013 y 2023, el Sistema de Información Cultural Argentina, dependiente del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología argentino, se registraron 2.935 festividades en las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (SinCa, 2013/2023). En el mismo estudio realizado en 2022, se identificaron 3.255 fiestas y festivales en el país, con un crecimiento aproximado del 10% en nueve años. Además, el 61% de la población asistió a una fiesta o festival durante el año 2022. En el caso del Noroeste y Noreste argentinos estos porcentajes ascienden a más del 70% (SinCa 2022). El 80% de las celebraciones tuvieron una entrada libre y gratuita, e incluso las de gestión privada en un 72% tienen acceso libre. Además, el 74% de este tipo de eventos se realizaron con fondos públicos, ya fueran nacionales, provinciales o de gobiernos locales, como se muestra en el gráfico adjunto a continuación.

Gráfico 1. Formas de gestión de fiestas y festividades en Argentina, 2022.

Fuente: Fiestas y festividades por tipo de gestión. SInCa Relevamiento de fiestas populares y festivales 2022. 

Impactos positivos de las fiestas populares

Las fiestas populares tienen un impacto positivo en las comunidades locales tanto desde una perspectiva cultural y patrimonial como económica. Mayormente, se realizan durante la temporada de verano, coincidiendo con la temporada alta en turismo. Sin embargo, este tipo de eventos potencian el desarrollo económico de sectores de las provincias poco desarrollados. En gran parte, los emprendimientos turísticos son de tipo familiar y, además, en los distintos territorios conviven comunidades originarias que trabajan el turismo rural comunitario, y la temporada de verano es activadora de esas economías. En la mayoría de los casos, los ingresos generados durante la temporada posibilitan la inversión en mejoras edilicias de las viviendas o la mejora el equipamiento de quienes se dedican a la agricultura.

Noelia Reynoso, que ha sido Secretaria de Estado de Economía Social de la provincia de Santa Cruz hasta diciembre 2023, en una entrevista para el periódico Tiempo sur indicó: “los primeros meses del año presentan una oportunidad única para muchos productores familiares y emprendedores de la economía social, los cuales marcan presencia en los distintos festivales que se desarrollan a lo largo de la provincia”.

Gráfico 2. Fiestas populares y festivales por estación del año, Argentina.

Fuente: SInCa Relevamiento de fiestas populares y festivales 2022.

De este modo, las economías locales donde se desarrollan los eventos se sostienen gracias al emprendedurismo en distintos rubros y se fortalecieron con programas estatales, lo cual genera grandes oportunidades de comercialización durante la temporada alta de festivales. Entre 2019 y 2023, el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación impulsó a las festividades como producto turístico por el arraigo y el impacto económico que producen.

Por otro lado, los eventos estimulan la descentralización de los servicios en las ciudades cabecera. Por ejemplo, en el caso de La Banda en Santiago del Estero, donde se realiza la Fiesta Nacional de la Salamanca, además de promover la economía de esa ciudad, las personas que llegan al lugar consumen servicios de la zona rural y de bosque Santiagueño donde existen comunidades originarias que ofrecen distintas experiencias de tipo más vivencial. Tanto la Fiesta Nacional de la Salamanca como la Fiesta Nacional de la Chacarera tienen un componente comunitario social muy importantepara la provincia de Santiago del Estero. Se realizan en zonas donde se dan inequidades, desigualdades y asimetrías, por lo que además del impacto económico que generan, funcionan como semillero de artistas y sostienen la cultura popular. A pesar de estos impactos, la Fiesta ha sido cancelada por falta de fondos.

Otro caso importante es el de Amaicha del Valle, en la provincia de Tucumán. Las reservas de caminatas, alojamientos y excursiones que ofrece la comunidad originaria van en caída, a lo que se añade la incertidumbre sobre la 76° Fiesta Nacional de la Pachamama. Esta actividad inició el 8 de febrero, con el jueves de comadres, y se extenderá hasta el 13 de febrero con la elección de una mujer anciana que representa la Pachamama. Es una celebración ancestral importante que, para abrirse al turismo y hacerse popular, cuenta con fuerte inversión privada, provincial y Nacional. En esta oportunidad, se han realizado ajustes presupuestarios y se ha confirmado su realización muy cerca de la fecha, a pocos días del comienzo de la celebración no se confirma la cartelera de actividades. Que se haya garantizado la realización, si bien es un alivio, aún hay una incertidumbre respecto a la asistencia de turistas nacionales. El primer fin de semana de 2024ha sido positivo para la provincia, pero se ha registrado una bajada en ocupación hotelera respecto a enero 2023. Esta caída también se está notando para el periodo de carnaval, donde toda la región presenta una fuerte disminución de reservas respecto a años anteriores en el mismo periodo. El fin de semana de carnaval, ha sido históricamente el momento de mayor prosperidad para la región. Tal como sucede en otras experiencias, la comunidad aprovecha estos momentos para generar un ingreso significativo, ya sea por los servicios que se ofrecen, o bien por los productos manufacturados como tejidos y cerámica que se comercializan en ferias. Pero con la caída de reservas y los pocos asistentes que se esperan, el golpe en la economía local será importante para quienes trabajan de manera directa con el turismo como quienes lo hacen de manera indirecta.  

Cancelación de fiestas

A raíz de la crisis económica que atraviesa Argentina, sumado a las nuevas políticas públicas del gobierno neoliberal que asumió el 10 de diciembre 2023, se redujeron de ministerios a secretarías tanto el área de cultura como la de turismo. Esto implica recortes presupuestarios e impacta de manera directa en la coparticipación que realizaba el Estado Nacional en cada provincia, y a su vez repercute en gobiernos locales que gestionan la organización de los eventos. Para fines de enero de 2024 ya se han cancelado más de 30 las fiestas y festivales. A esto se suma la caída de reservas dada la incertidumbre generada por la aceleración de la inflación en el mes de diciembre, que aumentó en un 25,5% (INDEC, 2024).

El informe de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) sobre la temporada alta de 2023, marca de manera significativa las fiestas y festivales propuestos en la región norte del país como una de las principales motivaciones de viaje, lo que dio picos de ocupación hotelera durante los fines de semana de la temporada. A su vez, coincide con los testimonios de comunidades originarias que manifiestan una mayor afluencia de turistas nacionales en la misma fecha, siendo los Valles Calchaquíes de Salta el epicentro de este tipo de turismo y donde el consumo crecía año tras año desde la pandemia. Durante la primera quincena de 2024, si bien hubo eventos locales, no se promocionaron de la misma manera que años anteriores a consecuencia de la falta de recursos. De este modo, debido a la alta inflación en los meses de diciembre y enero, el turista nacional ha decidido cancelar viajes y la presencia en las fiestas populares y festivales, suprimiendo de esa manera, la actividad principal de esparcimiento y ocio. A pesar de que llegan consultas sobre los servicios, no se concretan las reservas, sumado a la baja de turistas nacionales e internacionales que desciende del 55% en 2023 al 39% en lo que va de 2024. Las comunidades sufren un fuerte impacto económico por no poder concretar esas reservas, porque si bien el turismo rural comunitario es considerado una actividad económica extra, se suma la caída en el consumo de sus productos, como las cosechas de pimiento o artesanías.

Para concluir, la organización de las fiestas y festivales populares son claramente importantes para la economía de cada provincia. En particular, son fundamentales para el desarrollo turístico y económico de nuevas propuestas y destinos turísticos, ya que contribuyen a la descentralización de ciudades cabeceras y diversifican la oferta y demanda de servicios. Asimismo, permiten que las comunidades locales de bajos recursos logren mejorar sus ingresos mediante la inserción de emprendimientos en el rubro turístico, siendo las fiestas y festivales populares el principal canal de difusión y ventas. La cancelación de fiestas populares, festivales tiene un impacto muy significativo. Cae el empleo generado en la producción de los eventos, también la demanda de servicios turísticos que ofrecen las distintas comunidades como la comercialización de artesanías y productos manufacturados.  Además, se pierde el intercambio cultural que se ha conseguido generar.

En un panorama de total incertidumbre a nivel nacional, y donde el paquete de medidas anunciado por el gobierno de Javier Milei, a partir del mega decreto de necesidad de urgencia (DNU) y la Ley Ómnibus, golpea aún más la economía argentina y atenta contra derechos constitucionales y las regulaciones básicas de mercados y las economías populares. Estas últimas son en las que sufren un mayor impacto y se amplía la brecha económica de los grupos de mayor vulnerabilidad.