05-10-2019
¿Cuáles son los impactos del turismo de voluntariado?
Marta Salvador | Alba SudAdemás de ser un fenómeno de creciente popularidad e interés, el turismo de voluntariado o volunturismo genera debates a su alrededor, tales como cuáles son los impactos que deja en los voluntarios y en la comunidad local.
Crédito Fotografía: Grupo de turistas de voluntariado. Fuente: Flickr, bajo licencia creative commons.
Según la definición de Wearing (2001) el turismo de voluntariado engloba aquellos turistas que, por diversos motivos, hacen voluntariado de manera organizada mientras están de vacaciones y que puede implicar ayudar o aliviar la pobreza material de algunos colectivos de la sociedad, la restauración de ciertos entornos o la investigación sobre aspectos de la sociedad y el medioambiente. La definición de este académico deja claro que la idea central detrás del turismo de voluntariado es que hay impactos positivos porque se quiere desarrollar una forma de turismo más beneficiosa para la comunidad local y el medioambiente. Así mismo, Guttentag (2009) remarca que el trabajo voluntario puede contribuir positivamente a la sociedad anfitriona ya que, por ejemplo, puede conllevar beneficios al sector turístico y un mayor entendimiento entre culturas. No obstante, otros autores también han indicado algunos efectos negativos, tanto para las comunidades locales como para los propios voluntarios. Es por eso que en algunos casos el turismo de voluntariado ha sido considerado como una nueva forma de colonialismo, donde los intereses y las motivaciones de las personas voluntarias occidentales pesan más que las necesidades y los deseos de los residentes locales e, incluso, está relacionado con una cultura política de tipo neoliberal (Germann, 2016).
Por otro lado, algunos medios de comunicación han publicado noticias como “El negocio del volunturismo: ¿los turistas que quieren ayudar realmente hacen daño?” El diario The Guardian expone algunos hechos como que un 92% de los niños y niñas de los orfanatos tienen padres, pero siguen viviendo en los orfanatos porque así estas instituciones reciben más donaciones. Dice también que existen problemas para las comunidades pobres que reciben turistas o menciona ejemplos de organizaciones y su funcionamiento. Otro periódico, concretamente El País, escribió el siguiente reportaje: “Volunturismo: El riesgo del voluntariado que mueve millones de euros”, donde se afirma que el negocio del turismo de voluntariado mantiene la idea de las relaciones desiguales entre ricos y pobres y básicamente consiste en que los turistas paguen a las organizaciones para hacer voluntariado. Otro ejemplo es la noticia de The Daily Beast, “Los peligros escondidos del turismo de voluntariado”que expone como la industria del volunturismo crece rápidamente y no está siempre regulada, lo que puede afectar a los ideales de este fenómeno y producir consecuencias negativas no intencionadas.
Esta repercusión mediática también se ha visto reflejada en otros temas como las motivaciones de los turistas para realizar turismo de voluntariado, tal y como ya explicamos en este artículo. Ambos temas, las motivaciones y los impactos, ocupan gran parte de las investigaciones que han hecho académicos y académicas durante las dos últimas décadas (Salvador, 2019). Dentro de la investigación sobre los efectos del turismo de voluntariado, se pueden diferenciar dos agentes: los voluntarios y la comunidad local, ya que los impactos que reciben unos y otros son muy diferentes.
Los efectos del turismo de voluntariado a los voluntarios
Generalmente, los turistas que viajan para realizar turismo de voluntariado buscan vivir una experiencia enriquecedora e inolvidable. Aun así, los efectos de esta vivencia pueden ser tanto positivos como negativos.
Respecto los efectos positivos, en la literatura especializada se distinguen los cambios personales de los voluntarios y voluntarias que se ven reflejados en su personalidad, conducta, consciencia, autoconocimiento, reflexión, etc. El turismo de voluntariado representa una oportunidad para exponer las desigualdades sociales y medioambientales y los problemas políticos actuales, lo que permite al turista ganar una mayor consciencia, provocando que asuma aquello personal como político y lo conduzca hacia el cambio social. Otro efecto positivo es que se promuevan reflexiones críticas sobre el turismo de voluntariado, sus estructuras y las relaciones desiguales que se sustentan.
Turistas de voluntariado y locales. Fuente: Flickr, bajo licencia creative commons.
Durante su estancia de voluntariado, los turistas entienden más profundamente las condiciones de los locales y obtienen un mayor crecimiento personal que se ve reflejado en la consciencia social, simpatía, etc. Además, también cambian su manera de ser y actuar: siendo más autocríticos, avaluando su comportamiento en diferentes situaciones, cambiando la manera como ven la vida o las conductas medioambientales. El turismo de voluntariado permite obtener un espacio para la emancipación de sus participantes, lo que significa que los voluntarios pueden acceder a un estado de autonomía donde superan la opresión existente en la sociedad. Finalmente, también tiene un efecto en la mejora de la ciudadanía global de las personas voluntarias que obtienen un mayor sentimiento de responsabilidad, se convierten en líderes maduros y en personas dispuestas a ayudar en un mundo injusto.
El segundo tema que se distingue en los efectos positivos son los cambios relacionados con la vinculación, el compromiso social o la manera de relacionarse de los voluntarios. El primer efecto positivo se ve reflejado en una mayor participación y apoyo en movimientos sociales relacionados con problemas de comunidad y causas medioambientales. Algunas personas voluntarias continúan realizando actividades de voluntariado, tanto comunitario como en el extranjero y apoyando a las organizaciones que lo promueven. Relacionado con este último efecto, algunos turistas también continúan estudios vinculados con el tipo de voluntariado realizado, como estudios académicos de ciencias ambientales.
El turismo de voluntariado también fomenta la creación de relaciones de amistad de los turistas con la población local y de una comunidad de individuos con valores y objetivos iguales, proveyendo un terreno fértil para el desarrollo de redes y experiencias de aumento de consciencia. Los turistas tienen la posibilidad de construirse como agentes de cambio, sugiriendo que tienen el poder y la capacidad de ayudar a los que lo necesitan. Finalmente, otro efecto positivo es que ayuda a solucionar problemas existentes en el tercer mundo y fomenta que haya una mayor conexión entre padres e hijos cuando se realiza turismo de voluntariado en familia.
Respecto de los impactos negativos sobre los voluntarios y voluntarias, se diferencian dos tipos según si tienen lugar durante o después del voluntariado y si están relacionados con la comunidad local o con los turistas voluntarios.
Primeramente, dentro de los efectos negativos que ocurren durante el voluntariado y están relacionados con la comunidad local, se encuentra el hecho de construir y mantener barreras para distanciarse físicamente y socialmente de los locales, además de no esforzarse para explorar la cultura autóctona. Asimismo, los voluntarios a veces establecen la dicotomía entre “nosotros” (turistas) y “ellos” (comunidad anfitriona) y ven más diferencias, lo que también ayuda a reforzar estereotipos negativos sobre los locales, vistos como inferiores o con menos posibilidades, definiéndose como otro de los efectos negativos del turismo de voluntariado.
Durante su experiencia, las personas voluntarias también pueden desarrollar un paternalismo occidental y promover la superioridad enfrente de las comunidades, ya que creen saber qué es mejor para los locales. De esta manera toman roles de expertos, lo que es visto como una representación de la construcción neocolonialista del occidente racialmente y culturalmente superior. Los voluntarios y voluntarias también suelen mostrarse dependientes de un ideal de “suerte” para explicar las desigualdades y las diferencias que encuentran durante el voluntariado, es decir, observar la pobreza les hace sentirse afortunados y apreciar lo que tienen o el lugar donde han nacido, incluso rechazando el materialismo occidental. Finalmente, los voluntarios se excusan de la desigualdad material y la pobreza a través de la concepción de “poor but happy” y no se oponen a ellas. Esta expresión es muy utilizada en la literatura de turismo de voluntariado para referirse a las comunidades pobres, pero felices. No obstante, puede conllevar contradicciones, ya que los turistas se sienten decepcionados porque no se encuentran con la pobreza imaginada fruto de ideas preconcebidas, sino que ven comunidades viviendo alegres y felices, lo que a la vez les hace sentirse aliviados de no haber de lidiar con la pobreza.
El segundo apartado se centra en los efectos negativos que tienen lugar después del voluntariado y están directamente vinculados con los voluntarios y voluntarias. Estos últimos, una vez vuelven a sus hogares, son igual de susceptibles a no contribuir a sus comunidades de origen y, por eso, a veces deciden no participar ni dar apoyo a movimientos sociales. Por otro lado, expresan una apreciación por su vida actual, sintiéndose afortunados sin mencionar problemas sobre la desigualdad mundial o la pobreza. Finalmente, no tienen el deseo de romper estructuras de poder existentes entre las comunidades del norte y del sur que conforman desigualdades globales y sólo quieren reproducirse personalmente.
Los efectos del turismo de voluntariado a la comunidad local
El turismo de voluntariado, como cualquier otro tipo de turismo, deja una serie de impactos a la comunidad donde se realiza el turismo y, en este caso, donde también tiene lugar el voluntariado. La comunidad local o anfitriona se define como el conjunto de personas que habitan al Sur Global y reciben ayuda por parte de voluntarios y voluntarias que los visitan provenientes del Norte Global. En esta ocasión, los efectos también se pueden dividir entre positivos y negativos.
Respecto los efectos positivos, se pueden distinguir los beneficios económicos, los sociales y los medioambientales. Centrándonos en los primeros, se detecta un crecimiento económico en la destinación gracias al turismo de voluntariado y un aumento del material docente y construcción de nuevas escuelas gracias a las donaciones de los turistas.
Reunión de mujeres en iniciativa de turismo de voluntariado. Fuente: Flickr bajo licencia creative commons.
En segundo lugar, los beneficios sociales identificados son, por ejemplo, el fortalecimiento de la comunidad; la mejora de la educación y conocimiento, tanto de los niños y niñas como de los profesores; la creación de una atmosfera más afectuosa ya que los turistas voluntarios prestan más atención personal a los pequeños y eso hace que en la escuela se sientan como en casa; un mayor entendimiento sociocultural por parte de la comunidad por su implicación en los proyectos; el desarrollo local con, por ejemplo, proyectos que trabajan para el desarrollo rural de zonas donde la comunidad ahora cuenta con fuentes de energía alternativas y sistemas de purificación del agua; la obtención de un espacio para la emancipación de los locales que, tal y como se menciona en los impactos positivos del turismo de voluntariado sobre los voluntarios, en este caso las comunidades anfitrionas pueden acceder a un estado de autonomía, contrario al sentimiento de opresión que tiene lugar en las relaciones desiguales de poder. Finalmente, el último beneficio social es la creación de relaciones de amistad con las personas voluntarias.
En tercer lugar, se encuentran los beneficios ambientales, ya que algunos proyectos de voluntariado se dedican a la conservación de la naturaleza como la sabana o los recursos marinos, limpieza de espacios naturales, ayuda en el nacimiento de tortugas marinas, etc. Por un lado, se consigue más consciencia medioambiental dado que los turistas se pueden convertir en el motor de la acción medioambiental local, ayudando a limpiar playas o arrecifes de coral de las destinaciones. Por el otro, se satisfacen las necesidades de conservación y desarrollo de los ecosistemas, obteniendo apoyo para la investigación, conservación y mejora de los medios de subsistencia de regiones poco favorecidas.
La segunda parte de este apartado hace referencia a los efectos negativos del turismo de voluntariado sobre la comunidad, que también han estado agrupados en tres temas diferentes. Primeramente, se encuentran los efectos negativos no previstos derivados de la presencia del turismo de voluntariado. Estos se dividen en cuatro impactos: la reducción de oportunidades de trabajo, ya que los voluntarios y voluntarias suplen y/o realizan tareas de manera gratuita que podrían hacer los miembros de la comunidad local de forma remunerada; la creación de dependencia, dado que las comunidades confían en los recursos externos de asistencia y desconfían de los proveedores locales, convirtiéndolas en extremadamente vulnerables porque los proyectos pueden pararse en cualquier momento; los cambios culturales en las comunidades que tienen efectos negativos sobre esta y que vienen provocados por el intercambio producido entre turistas voluntarios y locales y, por último, se da paso a que la población local y los niños y niñas se conviertan en un marcador de lo exótico, el auténtico “otro”, que puede ser tratado como un objeto y consumido por la mirada turística, lo que también puede producir relaciones de poder perjudiciales.
Los siguientes efectos negativos son derivados de reacciones, sentimientos o cambios de actitud de los locales. Uno de los impactos que se producen son tensiones culturales entre las personas voluntarias y los locales, ya que los primeros muchas veces actúan siguiendo los hábitos y normas que tienen en su país de origen sin tener en cuenta como esto puede afectar a la comunidad anfitriona. También se pueden generar sentimientos de celos debido a que los locales (sobre todo niños y niñas) intenten imitar patrones de consumo extranjero, pero los elementos de riqueza están fuera de su abasto. Por último, puede aparecer un sentimiento de inferioridad respecto de los turistas debido a las desigualdades de poder/conocimiento entre viajeros y anfitriones, donde se genera una jerarquía que sitúa a las personas voluntarias como donantes benévolas y a los locales como receptores de caridad.
Para acabar, se encuentran los efectos negativos provocados por una mala gestión de los proyectos o falta de habilidades de los voluntarios y voluntarias. A veces, los objetivos de los proyectos de las organizaciones pueden ser contrarios a los deseos de las comunidades locales. En otros se valora menos la transformación social de las destinaciones o la causa para la cual se está desarrollando un proyecto, ya que se priorizan los resultados finales y los económicos. También puede ocurrir que haya un impedimento o una realización insatisfactoria del trabajo debido a que a los voluntarios les faltan habilidades y conocimientos, como puede pasar en una escuela donde los turistas den clases de inglés por ser su lengua materna, pero sin haber estudiado nunca antes cómo enseñar un idioma o haber trabajado las habilidades que ha de tener un profesor. Finalmente, el último efecto negativo tiene que ver con el uso excesivo de los recursos naturales de la destinación debido a una mercantilización del área o campo donde se hacen los proyectos.
Visiones contrapuestas
Tal y como se explica en este artículo, la experiencia de realizar turismo de voluntariado tiene efectos positivos y negativos para los voluntarios y voluntarias. No obstante, hay una gran contraposición entre los argumentos expuestos por los diversos investigadores e investigadoras. Es por esto que se evidencia un escenario muy diverso sobre un mismo modelo, sin consenso suficiente para determinar los tipos de impactos que genera el turismo de voluntariado. Este escenario también se ve reflejado en la gran polarización de argumentos por lo que hace a los efectos sobre la comunidad local. Por este motivo, se puede afirmar que hay una elevada controversia de visiones en la valoración del turismo de voluntariado y que es difícil hacer balance porque también existe una gran abundancia de casos de éxito y fracaso.
De esta manera, es necesario seguir investigando por qué se producen estas diferencias y continuar analizando profundamente tanto los impactos positivos como negativos. No obstante, se debe tener en cuenta que el turismo de voluntariado no es un fenómeno homogéneo y que cada experiencia vivida es diferente, ya se des del punto de vista de la persona voluntaria, de la comunidad local o de la organización que gestiona los proyectos.
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