Fortalecer las comunidades es el objetivo del turismo comunitario

En Ceará, comenzó a discutirse alrededor de 1998; sin embargo, 12 años después hay quienes todavía no lo conocen. El turismo comunitario, diferente del convencional, ofrece otras formas de interacción con la naturaleza y con la comunidad visitada. En el Estado, la actividad es impulsada por la Red Cearense de Turismo Comunitario – Tucum, que actúa hace casi dos años y está compuesta por 12 grupos organizados de la Zona Costera de Ceará.

El concepto de turismo comunitario es vasto y aborda, entre otras cosas, la cultura, la identidad de una comunidad, el cuidado del medio ambiente y el crecimiento sustentable, planeado y viable, que no modifique el modo tradicional de vivir y trabajar de artesanos, pescadores y agricultores.

En palabras de Rosa Martins, del Instituto Terramar, "el turismo comunitario es una actividad que considera la existencia de la comunidad y de sus demandas, que ayuda a la población a pensar qué tipo de desarrollo desea y cómo se puede realizar el crecimiento sin cambiar la cultura y la organización de la comunidad. Es un modo de resignificar y mostrar que la comunidad existe, hacer que la población piense su espacio y sus relaciones", aclara.

El turismo comunitario puede ser visto también como una manera de defender los territorios y comunidades tradicionales. De mostrar que una playa, incluso desierta, no puede ser invadida y ocupada por emprendimientos que no respetan la dinámica local. Éste es el caso de la Prainha do Canto Verde, cuyos habitantes comenzaron a discutir, hace más de diez años, lo que no querían para su comunidad. A partir de allí, se desarrolló el turismo comunitario en la región.

Otra característica importante es la complementación de la renta que la actividad proporciona. Rosa explica que éste es un gran desafío, porque basado en el concepto de economía solidaria, es preciso respetar al trabajador y también al comprador. Es necesario hacer que los servicios y los productos sean accesibles a los turistas; sin embargo, sin la visión de que aquella es sólo una mercancía más.

Este tipo de turismo alternativo también se enfrenta con otros desafíos, como el de hacer que la juventud no migre hacia la ciudad, sino que permanezca en su tierra, la valorice, y comprenda que su comunidad "es el mejor lugar para vivir", como señala Rosa. Al decidir quedarse, el joven es convocado para actuar resignificando la actividad desarrollada por sus padres.

La explotación sexual es otro gran mal que se ramifica desde el turismo, y con lo comunitario no es diferente. Teniendo por fin el bienestar de la comunidad, una de las tareas de los propulsores del turismo comunitario es realizar localmente debates, sobre todo, con la juventud y con las mujeres, para fortalecer el combate de problemas como éste, que abren situaciones aún mayores, como el tráfico nacional e internacional de seres humanos.

Por ser una actividad reciente, el turismo comunitario necesita ser debatido y fortalecido. Éste es hoy el papel de la Red Tucum, que actúa en el Estado desde hace cerca de dos años y que está integrada por 12 grupos organizados de la Zona Costera de Ceará. Su intención es dar visibilidad a las experiencias desarrolladas en Ceará y hacerlas cada vez más viables en otras localidades, apoyando por ejemplo la mejora de infraestructura y de la capacidad de autogestión de los emprendimientos.

En los próximos días 21 a 23 de noviembre, la Red realizará su IV Asamblea en Tatajuba, Camocim, orientada justamente a fortalecer y perfeccionar las actividades. El evento mezclará momentos abiertos al público para presentar la Red Tucum (día 21) y momentos reservados para los invitados para discutir desafíos como la creación de estrategias de marketing, la promoción de los servicios referidos al turismo comunitario y acciones futuras.


Publicado en Adital el 19 de noviembre de 2010. Traducción al español de Daniel Barrantes.