31-08-2022
Patrimonio y ocio: “gritos de guerra” en una localidad rural argentina
Andrés Pinassi | Alba SudSundblad, como otros territorios rurales argentinos, sufre una situación de decrecimiento demográfico, pero a su vez, como forma de resistencia comunitaria, se impulsan procesos de patrimonialización y valorización turístico-recreativa.
Crédito Fotografía: Inauguración Biblioteca “Tierra de Escritores”. Fuente: Web comunidad de Sundblad.
Actualmente, el 91% de la población argentina reside en ciudades, el 6% lo hace de manera dispersa en el campo y sólo el 3% vive de forma agrupada en localidades de menos de dos mil habitantes (INDEC, 2010). Si bien a priori resulta simplista reducir la ruralidad a un mero umbral poblacional, estos datos permiten realizar una aproximación a la realidad demográfica que atraviesa el espacio rural en el país.
Este éxodo no es reciente, sino que se inicia a finales de 1940, en contrapartida al crecimiento de los centros urbanos. Precisamente, en 1947 la población rural alcanzaba 6.007.867 residentes, que contabilizaba en el censo de 2010 un total de 3.599.309 (Sili et al., 2015). Es decir, se redujo un poco más del 40% a lo largo de estas décadas.
Entre las principales causas que tienen lugar en la segunda mitad del siglo XX, se destacan la tecnificación del agro, el avance de la agricultura sobre la ganadería y el aumento de explotaciones agropecuarias de gran escala, que condujeron a la reducción de personal empleado de manera permanente en las tareas del campo (Sánchez, 2015; Sili, 2019). Asimismo, durante estos años se desmanteló gran partedel sistema ferroviario en el país, agudizado en la década de 1990 con políticas neoliberales que indujeron la privatización de servicios públicos. Como resultado, se produjo el cierre de complejos y ramales y la pérdida del dinamismo socioeconómico en algunas localidades rurales.
En contrapartida a estas dinámicas, emergen otras que intentan revertir la situación de crisis que transitan estos pueblos y parajes. De esta manera, agrupaciones de la sociedad civil incentivan diferentes mecanismos comunitarios de patrimonialización y valorización turístico-recreativa del territorio. Al respecto, Ratier (2009:101) expresa que constituyen “gritos de guerra”, que intentan dar batalla en un contexto de gran vulnerabilidad social, como una “verdadera afirmación de supervivencia”.
La localidad de Sundblad, emplazada en el partido de Rivadavia, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, constituye testimonio de ambos procesos. Por un lado, evidencia el despoblamiento rural, con las consecuencias materiales y simbólicas que ello implica, mientras que, por otro, da cuenta de la configuración de lugares de resistencia comunitaria, a través de la puesta en valor del patrimonio y el desarrollo de prácticas de ocio, como también se refleja en Nicolás Levalle, General Rondeau y Villa Iris, otros casos bonaerenses ya analizados desde Alba Sud.
Sundblad: entre huellas perdidas en la llanura pampeana
Sundblad, fundada el 19 de diciembre de 1911, constituye uno de los tantos pueblos de Argentina que surgieron como parte de un proceso de territorialización nacional, asociado a la expansión del sistema ferroviario con base en el modelo agroexportador.
Estación de ferrocarril Sundblad. Crédito Fotografía: Página de la comunidad de Sundblad.
Se localiza en una de las regiones de mayor productividad rural del país. Según el último censo agropecuario del año 2018 (INDEC, 2021), la provincia de Buenos Aires ocupa el primer lugar a nivel nacional en materia agrícola-ganadera, con más de 11 millones de hectáreas destinadas a la producción de cultivos, principalmente oleaginosos y cereales, y casi 15 millones de cabezas de ganado bovino. Este contexto económico próspero, contrasta con la situación que se vive en el pueblo, con residentes en su mayoría de clase media y baja, que trabajan como empleados rurales y desarrollan otras actividades en los campos de la zona. La mayoría de estas explotaciones agropecuarias configuran grandes estancias, las que pertenecen a capitales nacionales y extranjeros, que operan fuera de la localidad.
En materia demográfica, según el censo del año 2010, el número de residentes asciende a 63 (INDEC, 2010). En relación con el del año 2001 se observa una disminución de casi el 35%, respecto de los 96 habitantes de ese momento. Dicho valor supera ampliamente a la media de decrecimiento de los pueblos de menos de 500 habitantes del total del país, que para el periodo 2001-2010 fue de casi el 9% (INDEC, 2001, 2010). En el año 1941, Sundblad llegó a albergar hasta 450 residentes (Barios Barón, 2004).
La trama del pueblo se configura por 8 cuadrículas de una baja densidad poblacional, que se erigen de manera paralela a las antiguas vías del Ferrocarril D. F. Sarmiento, el que dejó de transitar a principios de la década de 1980. En su época de esplendor, Sundblad contaba con almacenes, hotel, confiterías, comisaría, una fábrica de quesos, herrería, el Club Juventud Unida en funcionamiento, entre otros comercios. Hoy en día solo alberga un almacén de ramos generales, la Escuela de Educación Primaria Nº 12 y el Jardín de Infantes Nº 3, que entre ambos tienen una matrícula de 10 estudiantes. Estas instituciones desempeñan un papel clave en las localidades. Como expresa Carolina Juan, actual directora y docente del colegio local, “es el lugar de encuentro de niños y familias. Además de su función formadora, cumple un rol muy importante como impulsora de proyectos para la comunidad. A través de las necesidades que se observan en las familias, se elaboran propuestas de impacto social que apuntan a mejorar la calidad de vida de padres, alumnos y vecinos”.
Proyecto escolar “SOS basura”. Crédito Fotografía: Página de la comunidad de Sundblad.
Por su parte, el turismo se posiciona como una actividad emergente en la región. A nivel distrital, sólo se desarrollan algunas propuestas vinculadas al turismo educativo en la ciudad cabecera de partido y a la pesca deportiva en una laguna de la zona. En la escala local, las movilidades turísticas se limitan, por un lado, a unos pocos visitantes diaspóricos que regresan a Sundblad para reencontrarse con sus raíces y visitar familiares y amigos, y por el otro, a un consumo recreativo asociado a fiestas populares.
“Gritos de guerra” en la localidad
Como respuesta al contexto socioeconómico vulnerable que atraviesa la localidad, en el año 2013 se inicia un proceso de base comunitaria que articula actores locales y extra locales. Surge por parte de los habitantes del pueblo, que articulados de manera informal y sin constituir una agrupación específica, inducen distintas iniciativas vinculadas al rescate de componentes históricos y a la generación de espacios de encuentro a partir de prácticas de ocio.
La primera acción se produjo ese mismo año, con la redacción de un proyecto para legitimar como patrimonio histórico municipal el complejo ferroviario. Nació debido a la expoliación que sufría uno de los antiguos galpones de acopio. Como resultado, se promulgó la Ordenanza Municipal Nº 3.583/2014, que además de reconocerlo como patrimonio, determinó que el Municipio de Rivadavia realizara un diagnóstico de los inmuebles y propusiera usos alternativos para los mismos (Pinassi, 2014).
Complejo ferroviario. Crédito Fotografía: Andrés Pinassi.
Este reconocimiento normativo incentivó que el trabajo comunitario continuara. Es así que en 2015 se impulsó de forma articulada entre habitantes y la Escuela Primaria Nº 12 un pre-proyecto pararefuncionalizar uno de los galpones ferroviarios (Pinassi et al., 2015). El objetivo era convertir un espacio abandonado y en deterioro en un lugar cultural y recreativo para uso de estudiantes de la institución educativa y para los residentes de la localidad en general, dado que no existe en la escala local un espacio de grandes dimensiones para la realización de eventos. Luego de un año de espera, la respuesta desde el Municipio de Rivadavia fue negativa, aludiendo que el sitio no era adecuado para el uso social que se le quería otorgar. En contrapartida, propone la creación de una planta de tratamiento de residuos, sustentado en el discurso de establecer nuevos puestos de trabajo formal en la localidad. Si bien la propuesta generó controversias en un primer momento, luego logró adhesión en los habitantes para materializarse años después (Pinassi, 2020)
Esta controversia, lejos de desalentar a los locales, impulsó el intento de colocar a Sundblad en el calendario de eventos a nivel distrital y regional a partir de una propuesta particular. El pueblo rural era el único del partido que no contaba con una fecha de fundación institucionalizada, por lo que los festejos del aniversario se marginaban. En este sentido, se impulsó la oficialización de la llegada del primer tren a la estación, como día de conmemoración de su nacimiento. A partir de la utilización de la banca ciudadana en el Honorable Concejo Deliberante de Rivadavia, se promulgó la Ordenanza Municipal Nº 4.220/2019, que reconoce el 19 de diciembre de 1911 como hecho inicial que le da origen a Sundblad. Asimismo, dio lugar a la creación de un acontecimiento programado que congrega residentes y visitantes de otras localidades cercanas, y que permite complementar la oferta con otra fiesta tradicional y popular, la Cabalgata “Cándido Mansilla”, que se lleva a cabo en el mes de septiembre.
Fuente: Canal 12 Trenque Lauquen (2015).
En 2019, Sundblad fue reconocida como “Tierra de Escritores”, debido a que tiene en su seno un importante número de autores con obras publicadas, en relación con su escasa población. La iniciativa llevada a cabo por el profesor Alberto Orga, gran referente de la historia regional, propició el desarrollo de otra propuesta iniciada en 2015: la creación de una biblioteca y centro cultural-recreativo de uso comunitario. Se llevó a cabo de manera articulada entre la Escuela Nº 12, inductora de la iniciativa, y el apoyo del Gobierno Municipal. Finalmente, en junio de 2022, se inaugura en el antiguo edificio en el que funcionaba la Sub-delegación de Sundblad. Al respecto, Gloria Mayoral, directora y docente jubilada de la institución educativa, destaca que “no es solo una biblioteca, sino también un espacio en el que los chicos pueden concurrir, hacer uso de internet, realizar actividades recreativas, es un espacio de contención. También es importante para jóvenes y adultos que quieran acercarse a hacer cursos o talleres culturales que se impartirán. Es un gran lugar para el disfrute y el esparcimiento de toda la comunidad”.
Por otro lado, como forma de revalorizar las historias y personajes cotidianos de la localidad, en el año 2021 se desarrolló el proyecto “Territorializando Identidad”, en conjunto entre la institución educativa local y habitantes y ex residentes. Su objetivo fue definir de manera participativa los nombres de las calles que configuran la trama del pueblo. Para ello, se trabajó durante casi un año, donde a partir de talleres en el ámbito escolar y la votación de la ciudadanía, se eligieron los nombres de las vías internas de circulación. A partir de la utilización de la banca ciudadana del Honorable Concejo Deliberante, se promulgó la Ordenanza Municipal Nº 4.511/2021, que oficializa dicha toponimia, que evoca y reivindica residentes ya fallecidos que aportaron en el devenir de Sundblad. Estas construcciones identitarias, escapan a la versión patrimonial tradicional, para valorizar los procesos colectivos, participativos y democráticos, que realzan lo cotidiano, lo popular y lo vernáculo.
Calle de acceso a la localidad. Crédito Fotografía: Andrés Pinassi.
Por último, una acción que actualmente se encuentra en una etapa inicial, es la ejecución del proyecto de extensión universitaria “Patrimonio y turismo. (Re)valorización comunitaria de historias, identidades y derechos en la localidad rural de Sundblad” (Resolución CSU 338/2022), financiado por la Secretaría de Cultura y Extensión de la Universidad Nacional del Sur (Bahía Blanca). A partir del trabajo articulado con la institución educativa local, habitantes y la Dirección de Turismo de la Municipalidad de Rivadavia, pretende identificar desde una mirada social los componentes que forman parte del patrimonio cultural. Su desarrollo permitirá el diseño de una oferta turístico-recreativa que posibilite la incorporación de Sundblad a la propuesta de turismo educativo que se desarrolla con éxito en el distrito desde hace algunos años.
Prosperidad versus vulnerabilidad rural
El caso analizado evidencia la realidad que atraviesan gran cantidad de pequeñas localidades rurales del país, principalmente aquellas de menos de 500 habitantes. Éstas constituyen “burbujas sociales vulnerables” en el marco de espacios productivos y económicos prósperos, como la llanura pampeana argentina. La pregunta que resuena entre los habitantes de dichos poblados es cómo estos paisajes del progreso en otro entonces se transformaron hoy en día en paisajes en retroceso, con sociedades con múltiples necesidades e invisibilizadas en la mayoría de las políticas de desarrollo.
Los procesos comunitarios de valorización patrimonial y turística que se impulsan desde hace algunas décadas, dan cuenta de que aún existen lugares de resistencia y lucha por la vida rural y sus tradiciones. Iniciativas de pequeña escala que, más allá de la búsqueda del beneficio económico, bregan por un impacto en el ámbito sociocultural, que excede la materialidad del espacio para posicionarse en una esfera simbólica, relacionada con el arraigo, el espacio vivido y el sentido de lugar.
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