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Reseña de Libro | Noticias Generales

20-04-2023

Turismo y salud: un viaje de ida y vuelta

Thibaud Szpyrka | Alba Sud

El geógrafo francés Sébastien Fleuret publicó en 2022 el libro "Allers-retours entre tourisme et santé, du tourisme médical à la santé global" (ISTE Éditions). Esta ida y vuelta entre el turismo y la salud se convierte en motivo de reflexión de un campo emergente en los estudios críticos del turismo.


Crédito Fotografía: Puskesmas. Fuente: USAIDm bajo licencia creative commons.

El libro del geógrafo francés Sébastien Fleuret, "Allers-retours entre tourisme et santé, du tourisme médical à la santé global" (ISTE Éditions, 2022, y también edición en inglés en Wiley) invita a pensar las posibles temáticas de investigación en la relación entre turismo y la salud. El autor muestra que la salud y el bienestar permiten tener una nueva mirada hacia el turismo. Y sobre todo explica, a través de ejemplos concretos, la necesidad de pensar la salud para entender el turismo. Proponemos aquí una reflexión sobre el aporte potencial de este trabajo de investigación en los estudios críticos del turismo.

Sebastien Fleuret se propone investigar las numerosas temáticas representadas en la relación entre turismo y salud. El libro empieza recordando el hecho que el turismo nació con una perspectiva de bienestar, a partir de los tratamientos termales a principios del siglo XIX. Pero entonces, la salud no está pensada en la planificación turística,según el autor. Tampoco ha tenido lugar en la investigación científica sobre el turismo, a pesar de algunos trabajos sobre el turismo médico, como los desplazamientos internacionales para tratarse o para hacerse operaciones de cirugía estética, o más recientemente algunos estudios sobre la salud y el bienestar de los trabajadores del turismo, aunque de forma anecdótica. La redacción del libro tuvo lugar durante la pandemia de la COVID-19 y de parálisis generalizada de la actividad turística. Por ello, su autor integró algunos los aspectos socio-económicos que se derivaron de esa situación en su abordaje. Así, los efectos de este contexto socio-sanitario inédito, ilustran y subrayan la relación que el turismo mantiene con la salud en un territorio.

Imagen del editor ISTE. 

Dentro de las numerosas maneras de tratar la relación entre turismo y salud, en este artículo nos enfocamos en las temáticas que permiten integrar la salud y el bienestar en los estudios críticos sobre el turismo. De hecho, la salud no ha sido pensada como componente de la sostenibilidad del desarrollo turístico en un territorio, afirma Fleuret.

Turismo y servicio de salud

En varias partes del libro se aborda la influencia que tiene la actividad turística en los servicios de salud, sobre todo en los territorios superespecializados en el turismo. Este aspecto supone una enorme mina de estudios posibles para la investigación desde las ciencias sociales. En este sentido, el autor subraya el riesgo de tener un servicio de salud de dos niveles en los espacios turísticos: uno destinado a los turistas y a los residentes secundarios y otro a la población local y a la mano de obra del turismo. Es más, en un territorio enfocado económicamente en el turismo médico, por ejemplo, existe el peligro de que el personal sanitario, formado en el territorio, deje de lado los servicios de salud locales para trabajar en el turismo médico, que es mucho más lucrativo en la mayoría de los casos.

Este fenómeno está claro en el caso concreto del turismo médico, pero también existe en los territorios enfocados en un turismo más “clásico”, donde se produzca una separación entre unos servicios de salud “lucrativos y potentes”, destinados a los turistas, y una medicina con bajos recursos para la población local, especialmente en los países del Sur. Como estudio de caso para ilustrar esta realidad, Fleuret evoca su campo de investigación en la ciudad de Cancún en México. Ahí, observa una diferencia de tarifas de 1 a 80 entre el hospital de seguro popular y un consultorio médico privado en la primera planta de un hotel de lujo. Así, más allá de una diferencia de calidad en el equipamiento médico, este cambio de tarifa puede atraer al personal sanitario local del seguro popular, en búsqueda de un mejor salario, hacia estas estructuras para turistas.

A través del caso de Cancún, se observa cómo  el turismo puede, de manera indirecta o no, poner el sistema de salud local en manos de la economía de mercado liberal. A veces, esta realidad puede ser combatida por los poderes políticos locales, comoseexplica con el ejemplo de la isla de Bali en Indonesia. Este territorio sufre el diferencial de costes de atención médica entre hospitales públicos destinados a la población local y clínicas privadas para turistas. Con el fin de combatir esta realidad, el gobierno balinés obliga a los médicos de las clínicas privadas para turistas a realizar el mismo número de horas de trabajo en el sector público. Eso permite evitar que los médicos formados en la isla de Bali beneficien únicamente a los turistas y no a su ciudadanía. De este modo, la influencia que puede tener el turismo sobre los servicios de salud, también puede ser pensada y controlada por las decisiones políticas locales. Estas reflexiones tienen que plantearse en la planificación turística del territorio. Así, el ejemplo ilustra la necesidad de analizar la influencia que puede tener la actividad turística en los servicios de salud de un territorio.

Por otra parte, un subcapítulo del libro matiza esta relación explicando que una actividad turística fuerte en un determinado territorio puede beneficiar a los servicios de salud locales públicos en algunos casos específicos. El riesgo de accidentes que corren los turistas en algunos destinos turísticos lleva, en ocasiones, a la construcción de centros sanitarios. El autor lo ilustra con el ejemplo de los centros de rescate, presentes en varios destinos turísticos de buceo, que también benefician ahora a la población local. Asimismo, menciona las estaciones de deportes de invierno en Francia. Estas se ubican en territorios montañosos, usualmente alejados de la ciudad. Sin la actividad turística durante el invierno, sufrirían probablemente de una escasez de centros médicos. Justamente, en estas estaciones turísticas conocidas por tener un índice fuerte de traumatología, se construyen centros de radiología o de urgencias que benefician también a quienes residen ahí permanentemente. Más allá del turismo de invierno en Francia, el autor evoca de nuevo el ejemplo de la isla de Bali, donde existen en el norte de la isla varios centros médicos de primeros auxilios, llamados puskesmas. Estos han sido considerablemente mejorados en términos de plantilla, equipamiento y horarios de atención al público desde el desarrollo de la actividad turística en ese espacio.

Sin embargo, la estacionalidad de la actividad turística, especialmente en los destinos de deportes de invierno, obliga a los servicios de salud a adaptarse también a este ritmo. La intensa actividad del personal sanitario en temporada alta implica un desplazamiento en sus vacaciones pagadas y un periodo de inactividad importante en temporada baja, durante la cual la población local no tiene acceso a estos recursos. ¿Deberíamos, por tanto, alegrarnos del hecho que los poderes públicos esperen el desarrollo turístico del territorio para paliar la ausencia o la debilidad de los servicios médicos con destino a la población local?

Comportamientos de los turistas y salud global

Otra manera de ver la relación entre salud y turismo es interesarse por los comportamientos de turistas según los destinos, y el riesgo de esos para su salud y para la población local. Fleuret habla de los “mochileros”, que pueden tener comportamientos sexuales de riesgo, o de los springbreakers en Cancún y su consumo de droga. Este último aspecto tiene un impacto negativo en la salud de los turistas, pero también en la población local, ya que la disponibilidad y el acceso a la droga se amplía en el territorio. Así, aumenta el riesgo de consumo de droga, ya no necesariamente con el uso recreativo y festivo de los turistas, sino más bien como un uso paliativo a unas condiciones de vida difíciles.

Además del consumo, la presencia de droga en el territorio también aumenta la inseguridad y la violencia en relación con su venta. Eso puede alejar el turismo y, al final, empobrecer el territorio. Para ilustrar este círculo vicioso, Fleuret evoca el ejemplo del destino turístico maduro de Acapulco en México, que sufre hoy en día una gran inseguridad debido al tráfico de droga y, en consecuencia, ha perdido mucho turismo. De este modo, los comportamientos de riesgo de quien practica turismo también pueden poner en peligro la salud de las poblaciones locales y el bienestar del territorio turístico en algunas ocasiones.

Los beneficios del turismo para la salud y el bienestar

A pesar de esta mirada hacia la noción de riesgo y vulnerabilidad, en los estudios críticos del turismo también se puede pensar la salud de manera positiva. Varias secciones del libro abordan la influencia positiva que puede tener el turismo sobre la salud y el bienestar. En esta parte, la reflexión del autor va mucho más allá del termalismo o de otras prácticas terapéuticas durante las vacaciones. Así, se defiende que el turismo puede convertirse en una herramienta de salud pública. Según el geógrafo, la soledad o el sentimiento de encierro en unas condiciones de vida difíciles puede crear el deseo de escaparse, por lo menos durante unos días, para autocuidarse. Para destacar este fenómeno, Fleuret hace referencia a algunos estudios sobre salud pública y de psicosociología que se interesan por los beneficios que puede tener el turismo en la salud. Entre ellos, se pueden destacar los estudios de Pressman et al. (2009), que ponen en evidencia que la práctica de actividades recreativas puede estar asociada a efectos positivos sobre la salud, medidos a través de la presión arterial, el nivel de colesterol, el contorno de cintura, el índice de masa corporal y una mejor autopercepción de sus capacidades físicas. Otras investigaciones, como Eaker y Castelli (1992), han medido los impactos negativos de la ausencia de vacaciones sobre la salud. En este estudio, realizado a partir de una cohorte de mujeres seguidas durante veinte años, las que no habían hecho vacaciones, tenían más posibilidades de sufrir un infarto de miocardio.

También podríamos vincular estas evidencias sanitarias destacadas por Fleuret con los estudios realizados por Érica Schenkel en Alba Sud sobre el turismo social. De hecho, las personas que tienen las condiciones de vida más difíciles, que afectan su salud, también son las que tienen el acceso más reducido al ocio y al turismo. Esta paradoja nos invita a repensar el turismo como herramienta de promoción del bienestar común. Así, la salud puede representar una nueva manera de hacer campaña para la reactivación o la ampliación del modelo de turismo social poniendo de relieve la necesidad de alcanzar un turismo accesible para hacer frente a los retos de salud pública.

Este ejemplo muestra de manera clara la teoría defendida por el autor en la casi totalidad de sus publicaciones: la salud siempre se presenta bajo los aspectos negativos, cuando llega una crisis o cuando ocurre un problema. Pero existen otras maneras de pensar o de usar la salud en las ciencias sociales, en la política o en la planificación territorial. Aquí, la salud puede ser una herramienta de militancia y de reivindicación para el acceso al turismo. ¿Pero en la reivindicación del acceso al turismo para todo el mundo, qué turismo queremos proponer, para, justamente, no poner en peligro la salud global de la población y del territorio?

Turismo y salud del planeta, para pensar el turismo de mañana

Son diversos los temas que permiten pensar el impacto que el turismo puede tener en la salud del destino y de su población. En el libro se destacan específicamente algunos de ellos, y sobre todo la cuestión del agua, de la contaminación sonora y la atmosférica y de la deforestación, que vinculan de manera clara turismo y salud global. La investigación sobre el impacto del turismo en el medio ambiente es bastante amplia, pero Fleuret propone una nueva mirada sobre la relación entre contaminación ambiental y turismo desde la perspectiva de la salud y el bienestar.

En este sentido, describe el estudio de Stonich (1998), que examina desde la ecología política la relación entre desarrollo turístico y salud en las islas del golfo de Honduras. Esta investigación muestra que los recursos de tierras arables, agua fría y agua del mar están comprometidos por el desarrollo desenfrenado del turismo, pero sobre todo que la degradación observada depende de las relaciones de dominación en el territorio. Los intereses de la industria turística prevalecen sobre el interés de la población local a través del control de los recursos de agua por este sector. En este caso, se traduce en una calidad de agua desigual y en impactos sobre la salud ecológica. Así, la salud parece ser una herramienta muy útil también para la investigación inductiva en los estudios críticos sobre el turismo. Más allá del turismo, este ejemplo muestra los riesgos de la jerarquía de decisiones cuando las grandes empresas del turismo ejercen pleno poder en la planificación territorial. Eso nos lleva a la necesidad de pensar un nuevo turismo, integrando las posibilidades de decisión por parte de la población local. En esta reflexión, la salud podría integrarse como nueva perspectiva de investigación.

La salud, en su sentido multidimensional, puede representar un indicador de sostenibilidad. De hecho, Sébastien Fleuret muestra que la salud puede ser también un revelador de hechos sociales , y especialmente en los desafíos del turismo ya discutidos en Alba Sud, como la importancia de apoyar el turismo social, la reflexión sobre un turismo postcapitalista y el bienestar de la población local en el destino.

En conclusión, Allers-retours entre tourisme et santé, du tourisme médical à la santé global, invita a la investigación en ciencias sociales a pensar la salud y el bienestar dentro de los estudios sobre el turismo. Propone una mirada hacia varias decenas de temáticas que vinculan salud y turismo, y entre ellas, la posibilidad que la salud y el bienestar puedan estar al servicio de los estudios críticos del turismo.

 

Referencias:
Eaker, E.D., Castelli, W.P. (1992). Myocardial infarction and coronary death amont women: psychosocial predictors form a 20 years follow-up of women in the Framingham studio. Américain Journal of Epidemiology, 135, 854-64.
Pressman, S., Matthews, K.A., Cohen, S. y al. (2009). Association of Enjoyable Leisure Activities With Psychological and Physical Well-Being. Psychosomatic Medicine, 7(71), 725-73.
Stonich, S.C. (1998) Political ecology of tourism. Annals of Tourism Research, 25(1), 25-54.
Este artículo se publica en el marco del proyecto “Reactivació turística post-COVID19: alertes contra l’increment de desigualtats globals. 1a Fase”, ejecutado por Alba Sud con el apoyo de la ACCD (convocatoria 2021).