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28-05-2024

¡Puro verde! Áreas verdes metropolitanas como espacio de ocio, recreación y salud

Carla Izcara & Ernest Cañada | Alba Sud

Compartimos los resultados preliminares de una investigación llevada a cabo en la Gran Área Metropolitana de San José sobre sus áreas y proyectos verdes para mejorar la conectividad y la calidad ambiental de la metrópoli. Invitamos a repensar las ciudades a partir de una resignificación de las prácticas turísticas y de ocio organizadas en entornos urbanos próximos.


Crédito Fotografía: Parque de La Sabana. Imagen de Carla Izcara.

A raíz de la pandemia y otras crisis encadenadas que vivimos, desde Alba Sud empezamos a repensar qué entendemos por turismo. En 2020, a raíz de las restricciones de movilidad, las personas empezaron a organizar su tiempo libre de ocio, recreación y turismo en su entorno más próximo y, de este modo, se recuperaron y revalorizaban de forma masiva prácticas vinculadas al “domingueo”. En ese momento, los parques y áreas verdes urbanas tomaron mucho protagonismo, ya que se volvieron lugares claves para la recreación, la práctica deportiva, relacionarse, así como un factor de salud.

Este fenómeno no estuvo libre de contradicciones y tensiones. Por ello, lo entendimos como un “espacio en disputa”: hiperfreqüentación de espacios naturales, sesgos de acceso por razones de clase y género, falta de políticas públicas en turismo con la población local como principal sujeto de estas políticas, etc.

Por estas razones, decidimos alimentar el laboratorio de turismos de proximidad que habíamos lanzado con una línea de análisis de políticas de gestión y usos de las áreas verdes en ciudades centroamericanas. En 2022, Ernest Cañada y Xenia Ortiz publicaron “Válvulas Verdes. Parques urbanos en el Área Metropolitana de San Salvador” y este 2024 compartimos los resultados preliminares de una investigación llevada a cabo en la Gran Área Metropolitana deSan José, Costa Rica.

Ciudades de concreto

Entre 1950 y 2005 el porcentaje de población urbana en América Latina y el Caribe pasó del 41,9% al 77,6%, (Quesada, 2006). Estas migraciones generaron un crecimiento desordenado y segregado en las urbes con distintas consecuencias, entre ellas, la segregación social y espacial.

Las ciudades en Centroamérica crecieron extensivamente tanto con barrios autoconstruidos en la periferia, como residenciales exclusivos para personas de mayor poder adquisitivo (Quesada, 2006). En este proceso, los antiguos centros históricos entraron en un proceso de decadencia y pérdida de sus habitantes dejando vacíos muchos edificios y convirtiéndose, mayormente, en una zona de paso, comercial e institucional (Quesada, 2006). Y, por ende, se generó una mayor sensación de inseguridad por la falta de tejido comunitario.

Además de la segregación social y espacial, estos crecimientos sin planear han conllevado otros problemas como el colapso de servicios públicos, falta de recursos de las municipalidades, deficiencia en la red de transporte público y, en consecuencia, el aumento del uso del vehículo privado, contaminación acústica, del agua y del aire y falta de áreas verdes públicas en buenas condiciones (Quesada, 2006).

En este contexto de ciudades altamente pobladas, con poca planificación urbana y una alta segregación social y espacial, donde los espacios de ocio y recreación se han visto relegados sobre todo a espacios de consumo como los centros comerciales, las áreas verdes municipales y de carácter metropolitano son claves para el desarrollo humano. Así, los parques pueden ser vistos como espacios de salud, sensibilización y educación.

Otro aspecto de suma importancia es el papel que juegan en un contexto de crisis climática global y de aumento de las temperaturas. Los espacios verdes en el interior de las áreas urbanas tienen temperaturas promedias más frías que las zonas construidas. De este modo, las “islas frías de parques” tienen un gran potencial para enfriar las ciudades y combatir las “islas de calor urbanas”, conceptos acuñados por Thimothy Oke en 1986 (Henríquez y Rodríguez, 2014). Además, si estas áreas verdes siguen estrategias de adaptación y mitigación al cambio climático y cuentan con un tamaño adecuado, sumado de un tipo de vegetación concreta, su efectividad en este sentido aumenta (Henríquez y Rodríguez, 2014).

¿Es verde la GAM de San José?

La Gran Área Metropolitana de San José es el principal sistema urbano de Costa Rica y está formada por cuatro áreas metropolitanas que son cabeceras provinciales (San José, Cartago, Heredia y Alajuela) y agrupan un total de 31 cantones. Esta área es también la zona más poblada del país. En San José viven 1.601.167 personas, seguido de Alajuela con 1.035.464, Cartago con 545.092 y, finalmente, Heredia con 433.677 personas (INEC-Costa Rica, 2022). Esto suma un total de 3.660.840 personas que conforman el 70,6% del total de la población de Costa Rica a partir de datos de 2022. Todo ello, en un territorio de 2.044 km² aproximadamente (Guillen-Montero et al., 2021), un 4% del total de la superficie del país.

La GAM, a pesar de estar en constante crecimiento, sufre despoblamiento en los antiguos centros urbanos. Actualmente, los cuatro distritos centrales de San José se han convertido principalmente en un área de uso institucional, comercial y un lugar de trabajo y de paso de un promedio de 1.2 millones de personas al día. Únicamente, una pequeña parte de clase media y media-baja sigue viviendo allí. Paralelamente, encontramos un proceso opuesto, una periferia en crecimiento donde proliferan las comunidades cerradas para la clase media y alta, acompañadas de centros comerciales, centros de industriales, escuelas, etc.

En esta gran área metropolitana nos preguntamos cómo están distribuidos estos espacios verdes, cómo es su gestión y qué usos hace su población en términos de recreación y esparcimiento en el tiempo libre.

Con el propósito de responder a las anteriores preguntas, se escogieron tres parques (La Sabana, La Paz y La Libertad) y tres proyectos de infraestructura verde (Trama Verde, Corredores Biológicos Interurbanos y Rutas Naturbanas) para analizar su gestión, potencialidades y usos. El trabajo de campo se llevó a cabo en enero del 2024 en San José, Costa Rica, dónde se visitaron todos estos espacios además de realizar entrevistas a 18 actores claves.

Parque La Sabana

El Parque La Sabana se ubica en el distrito de Mata Redonda, lado central de San José. Se trata de una zona verde de 72 hectáreas dedicadas principalmente al deporte, la cultura y la recreación. Destaca por tener varias zonas para practicar deporte y edificios emblemáticos como el Estadio Nacional, la piscina María del Milagro París, el Patinódromo Nacional, el Gimnasio Nacional Eddy Cortés y tres gimnasios anexos. También cuenta con pistas de atletismo, fútbol once, fútbol playa, béisbol, softball, rugby, baloncesto, voleibol, vóley-playa, balonmano, etc.

Parque de La Sabana. Imagen de Carla Izcara

La institución responsable de la administración del parque es el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación, ya que una de las tareas del ICODER es la gestión de estos parques con vocación deportiva y recreativa.

Las personas que visitan el parque hacen mayoritariamente un uso deportivo de las instalaciones: correr, ir en bicicleta y patines, jugar a futbol, etc. También es posible ver grupos, familias o personas en solitario haciendo picnics, conversando o leyendo. Asimismo, es un buen lugar para hacer observación de flora y fauna, sobre todo de aves.

Parque La Paz

El parque de La Paz es un parque metropolitano ubicado en el distrito de San Sebastián, en la zona sur de la ciudad. Es la segunda zona de recreación y práctica deportiva al aire libre más grande de San José después del parque de La Sabana. Tiene entre 40 y 50 hectáreas de extensión y lo gestiona también el ICODER. Este parque, desde su planteamiento se concibió como “un pulmón para las personas que viven en el sector sur de San José”, en palabras de Gustavo Solera, administrador del parque de La Paz.

Parque La Paz. Imagen de Carla Izcara

En el parque hay zonas para jugar al fútbol, pistas de baloncesto, tenis y hockey y diferentes caminos para andar y correr. También hay áreas de juegos infantiles, zonas de picnic, lagos e incluso una pista para bicicletas BMX y un velódromo. Cuatro de estas instalaciones deportivas son cedidas por contrato a federaciones o asociaciones deportivas: “el velódromo y la pista de BMX a una asociación, las canchas de tenis a la Federación Costarricense de tenis y el gimnasio de tenis de mesa a la Federación Costarricense de tenis de mesa”, informa Gustavo.

Por lo general, la mayoría de quienes frecuentan el parque son de los barrios del sur, gente de un poder adquisitivo y un nivel educativo menor, con mayores índices de exclusión social. Las actividades que llevan a cabo son volar cometas, andar en bicicleta, patines, correr, practicar deportes como futbol, baloncesto, tenis, picnic, actividades familiares, fiestas infantiles… Así, toda actividad deportiva o recreativa está permitida, pero no está permitido el paso de vehículos o fumar, ya que es un espacio libre de tabaco, como en general todos los parques de la ciudad.

Parque La Libertad

El parque La Libertad se sitúa en el sureste de la GAM entre las provincias de San José y Cartago. Tiene una extensión de 32 hectáreas y se trata de un proyecto del Ministerio de Cultura y Juventud gestionado en alianza público-privada por la Fundación la Libertad.

Este predio anteriormente había sido una fábrica de concreto. Después del traslado de la fábrica, el espacio tenía altos niveles de degradación ambiental y estaba rodeado de asentamientos informales en un barrio con altos niveles de vulnerabilidad. Por ello, desde el Ministerio de Cultura y Juventud, se planteó convertir el lugar en “un espacio público donde se pudiera potenciar el desarrollo humano a través de la cultura y la educación”, explica Patricio Morera, director ejecutivo de la Fundación La Libertad.

Parque de La Libertad. Imagen de Ernest Cañada

Así, después de un largo proceso de recuperación, actualmente hay un parque que se concibe como un lugar para el desarrollo humano y la inclusión social centrándose en actividades de formación técnica, artística, cultural y ambiental. Entre las instalaciones encontramos un centro de tecnología y artes visuales, un área de emprendimiento y desarrollo humano, un gimnasio multiusos, un salón de actividades físicas, canchas deportivas, un skate park, un auditorio, un espacio donde se ubica el sistema nacional de educación musical, una escuela de danza, teatro y circo, un parque sensorial, un centro infantil y juvenil, un campo ferial, un jardín botánico comunitario, un centro de gestión y educación ambiental, un vivero y una laguna entre otros.

El parque está abierto de 5 am a 6pm y es de entrada gratuita bajo registro.

Trama Verde

El proyecto trama verde lo impulsa la municipalidad de San José y tiene como objetivo general “facilitar la movilidad a través de una red de paseos peatonales”, explica Luis Mauricio Vega, director de desarrollo urbano en la municipalidad de San José. Las acciones llevadas a cabo para lograr este objetivo han sido convertir en “paseos peatonales algunas calles, ampliar aceras, disminuir carriles, arborizar, etc.”, concluye Vega. Además de promover i facilitar la movilidad a pie, otro de los objetivos de la trama verde es conectar estas calles arborizadas, con los parques y los corredores biológicos para promover la conectividad de flora y fauna. En relación con esto, están priorizando desde unos años atrás la plantación de plantas autóctonas y pequeños jardines bióticos para favorecer la polinización de las abejas.

Calle peatonalizada del centro de San José. Imagen de Carla Izcara

Así, el proyecto Trama Verde se vería entrecruzado con otras propuestas que trabajan para la renaturalización de la ciudad. Por ejemplo, la recuperación de las cuencas de los ríos que traviesan la ciudad: el río María Aguilar, Torres, Tiribí y Virilla. Así como los Corredores Biológicos Interurbanos del programa nacional, o Rutas Naturbanas de iniciativa privada. La recuperación de los ríos es clave en el proceso de un San José más verde y sano, ya que como explica Luis Mauricio Vega “muchos de estos ríos estuvieron por mucho tiempo abandonados y la idea es reforestar algunos sectores y recuperarlos”. Más adelante, se empezará por “conectar los ríos a los parques urbanos y plazoletas, a través de paseos peatonales y bulevares” comenta Vega.

Corredores Biológicos Interurbanos

El Programa Nacional de Corredores Biológicos surge del compromiso del Gobierno de Costa Rica en continuar el proceso que desarrolló el Proyecto Corredor Biológico Mesoamericano, por lo que se crea el actual Programa mediante el Decreto Ejecutivo 33106-MINAE de mayo del 2006. Se establecen además los Programas Regionales de Corredores Biológicos.

En 2017 se definió desde el Consejo Nacional de Áreas de Conservación los "Corredores Biológicos Interurbanos".Estos son “una extensión territorial urbana que proporciona conectividad entre paisajes, ecosistemas y hábitat modificados o naturales. Que interconectan microcuencas, trama verde de las ciudades (parques urbanos, áreas verdes, calles y avenidas arborizadas, línea férrea, isletas y bosque a orilla del río, entre otros) o áreas silvestres protegidas. Estos espacios contribuyen al mantenimiento de la biodiversidad. posibilitando la migración, dispersión de especies de flora y fauna e incluyen las dimensiones culturales, socioeconómicas y políticas”.

Además, en 2017 también se declaran los corredores biológicos de interés público y establece la figura de los comités locales como espacios de articulación y participación establecidos para la gestión de los corredores biológicos, integrados por representantes del SINAC, otras instituciones gubernamentales, gobiernos locales, organizaciones de base y no gubernamentales, así como de los sectores productivo y privado. Por ejemplo, en el caso del CBI María Aguilar, cuentan con la participación de un técnico de la municipalidad de San José. Desde la central de operaciones del corredor, situada en el parque popularmente conocido como “del sur”, hacen acciones vinculadas a la educación ambiental, avistamiento de aves, renaturalización y cuidado del río, así como tienen un vivero con el que intentan reforestar y arborizar las zonas colindantes a los ríos.

Rutas Naturbanas

Rutas Naturbanas presentaron su Plan Maestro en 2016. La propuesta tiene como objetivo mejorar la movilidad urbana a partir de recuperar los ríos urbanos y sus retiros. Actualmente, los ríos urbanos que traviesan la GAM de San José se encuentran en una situación precaria y no son accesibles para la mayoría de la población. Así, con este proyecto de escala metropolitana, se busca conectar 25km de vías de uso compartido entre peatonas, ciclistas, personas con movilidad reducida, etc. Además de mejorar la movilidad urbana a través de estos caminos, también se mejoraría la movilidad de las especies evitando así la formación de pequeñas islas verdes dentro de las ciudades o en sus extremos.

Intervención de Rutas Naturabanas. Imagen de Carla Izcara

Esta iniciativa la promueve una pequeña consultoría, así que es de carácter privado, aunque para su aplicación necesitan colaborar con los gobiernos locales, nacionales y la ciudadanía, así como con el sector privado, ya que muchos de los terrenos dentro del proyecto son de propiedad privada.

Rutas Naturbanas y las acciones a su alcance se podrían complementar con los otros dos proyectos impulsados por la administración pública.

Reflexiones finales

Los resultados de esta investigación, que estarán disponible en breve, suponen una pieza más en la discusión alrededor de los turismos de proximidad. En un contexto de crisis climática y aumento de las desigualdades, es fundamental repensar las ciudades, cómo nos relacionamos con nuestro entorno y qué actividades llevamos a cabo en nuestro tiempo libre vinculadas al ocio, la recreación, la cultura, la salud, el desarrollo personal, el bienestar, etc.

En la región centroamericana con ciudades altamente pobladas, poca planificación urbana y una alta segregación social y espacial, con problemas de seguridad y donde los espacios de ocio y recreación se han visto relegados sobre todo a centros comerciales, tener áreas verdes municipales y de carácter metropolitano de calidad y seguras es clave para el desarrollo humano y promover un turismo, ocio y recreación en el tiempo libre alineado a otros objetivos más allá del lucro y el consumo.

 

Referencias
Guillen-Montero, Douglas ; Núñez-Román, Oscar; Vargas-Bogantes, Jacqueline y Vega-Ramírez, Luis (2021). Situación de los Sistemas de Información Territorial para la gestión municipal: caso de la GAM, Costa Rica, 2018. Revista Geográfica de América Central, 66(1), 79-98.
Henríquez, Cristian y Rodríguez, Sebastián (2014). El rol de los parques urbanos en la regulación térmica y el caso de estudio del Parque Fluvial Reanoto Poblete, Santiago de Chile. FONDECYT.
INEC Costa Rica (2022). Estimación de Población y Vivienda 2022 [base de datos en línea] https://inec.cr/estimaciones-poblacion-vivienda-2022
Quesada, Florencia (2006). Imaginarios urbanos, espacio público y ciudad en América Latina. Pensar Iberoamérica: Revista de cultura, 8, s.p.
Este artículo se publica en el marco del proyecto «Espacios verdes en áreas metropolitanas de Mesoamérica: aprendizajes Sur-Norte», ejecutado por Alba Sud con el apoyo del Área Metropolitana de Barcelona (convocatoria 2023).