Puntos de Encuentro, desafiando tabúes por medio de una comunicación masiva

El presente documento es parte del proyecto El uso de los medios audiovisuales como herramientas de aprendizaje social dentro de una estrategia de Comunicación para el Desarrollo, ejecutado por Edualter y Alba Sud, con el apoyo de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo. Así mismo ha contado con la colaboración de Fundación Puntos de Encuentro y la ONG británica Progressio.

La Fundación Puntos de Encuentro es una ONG feminista creada en Nicaragua el año 1990 y que tiene como fin promover relaciones equitativas y de respeto mutuo en la vida cotidiana de mujeres y hombres, adultos y jóvenes, desde los ámbitos más íntimos hasta los públicos. Pretende influir en la opinión pública para crear un ambiente favorable al cambio social y cultural y, por otro lado, fortalecer los movimientos sociales, tanto de mujeres como de jóvenes, que trabajan a favor de tales procesos. Estas estrategias responden a la visión de que los cambios sociales sostenibles requieren tanto transformaciones individuales como colectivas.

Si bien Puntos de Encuentro ya había usado los recursos audiovisuales en sus campañas de comunicación con el fin de llegar a una audiencia amplia, no fue hasta el lanzamiento de la serie de televisión Sexto Sentido que la organización se convirtió en un referente internacional en el uso de estos medios para el cambio social, particularmente en el campo del entretenimiento educativo. Con la serie se logró colocar en la televisión comercial, de manera entretenida, temas considerados tabú en una región conservadora y católica como Centroamérica, tales como la homosexualidad, el aborto o el abuso sexual, entre otros. La iniciativa alcanzó un alto nivel de audiencia, como lo muestra el hecho que el 59% de jóvenes urbanos de Nicaragua vio regularmente dos o más de las tres temporadas de Sexto Sentido, según la evaluación de impacto realizada sobre la serie. Además se emitió también en el resto de Centroamérica, México, Estados Unidos y Bolivia.

Sexto Sentidofue además parte de una estrategia de comunicación más amplia, que combinaba otros medios, como la radio y los materiales impresos, y actividades diversas, como capacitaciones a líderes jóvenes y personas dedicadas a la comunicación o a la creación de alianzas y coordinaciones con organizaciones afines. Todos estos elementos fueron diseñados de tal modo que, reforzándose entre sí, permitieran profundizar en el abordaje de algunos temas.

Una de las particularidades más interesantes de Sexto Sentido es que ha permitido llegar a personas desvinculadas de los movimientos sociales y los temas que habitualmente plantean. El enganche emocional al que invita una serie de ficción, acompañando a los personajes en sus historias episodio tras episodio, abre una puerta hacia la humanización de cuestiones que fácilmente son abordadas a través de discursos distantes, moralistas y polarizados. De hecho, durante la evaluación de impacto se identificó que uno de los grupos que mostraba mayores cambios de opinión y/o actitudes después de ver la serie se encontraba entre aquellos que inicialmente tenían ideas más conservadoras con respecto a la sexualidad y el género.

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