02-06-2011
Últimos días para adherirse al Llamamiento de Dakar contra el Acaparamiento de Tierras
Hasta el 15 de junio de 2011 se recogen firmas de organizaciones adhiriéndose a este llamamiento promovido durante el Foro Social Mundial celebrado en Dakar y que será presentado durante las próximas movilizaciones contra el G20.
El acaparamiento de tierras fue uno de los principales ejes de movilización durante el último Foro Social Mundial (FSM). Diversos movimientos sociales, grupos religiosos y organizaciones de desarrollo, ambientales y de derechos humanos organizaron una serie de eventos sobre el tema.
Uno de los más relevantes fue convocado en conjunto por la Red de Campesinos/as y Productores Agrícolas de África Occidental (ROPPA)y La Vía Campesinaen la feria agrícola FIARA, centrándose en las estrategias de acción. Líderes campesinos de distintos países destacaron la importancia de concienciar y advertir no sólo a sus bases, sino también a la sociedad en general, sobre los graves impactos del acaparamiento de tierras, debido a la amenaza que éste supone para todos/as. Pidieron acciones conjuntas en todos los niveles y en los distintos campos, incluyendo información, investigación, trabajo con los medios y llevando casos a los tribunales.
El testimonio de una delegación de Ségou, una de las regiones más afectadas por el acaparamiento de tierras en Malí, fue especialmente impactante. Describieron cómo los preparativos para poner a producir grandes concesiones de tierra, como la construcción de un canal de irrigación, ya han llevado a la destrucción de las casas y las parcelas de aproximadamente 60 familias. También se ha limitado el acceso de los/as campesinos/as al Río Niger, afectando de esta manera a las mujeres en particular, cuyos medios de subsistencia dependen del río. Aún más importante, la delegación campesina de Malí, en diversos eventos, compartió con los/as participantes del FSM su experiencia sobre cómo organizarse a nivel local y nacional para enfrentar a esta amenaza.
Eventos parecidos fueron realizados por el CCFD-Terre Solidaire, Peuples Solidaires, ACORD, organizaciones católicas de desarrollo, FIAN Internacional, la Red Africana por el Derecho a la Alimentación, la Alianza Ecuménica de Acción Mundial, la Asociación de Consejos y Iglesias Cristianas de África Occidental, ICCO, Pan para el Mundo, Dignidad Internacional, entre otros.
Atendiendo a la sugerencia de ONG francesas de basarse en el posicionamiento conjunto frente al acaparamiento de tierras desarrollado por las OSC durante la última sesión del Comité para la Seguridad Alimentaria Mundial(CSA) en Roma en octubre 2010, La Vía Campesina y ROPPA, con el apoyo de FIAN, Amigos de la Tierra Internacional, CCFD - Terre Solidaire, Peuples Solidaires y AGTER, tomaron la iniciativa para facilitar una asamblea de convergencia de todos los grupos interesados en lanzar un llamamiento fuerte contra el acaparamiento de tierras en Dakar.
Los/as participantes de la asamblea de convergencia adoptaron este llamamiento y destacaron que debería servir como vehículo para forjar amplias alianzas a nivel local, nacional e internacional y para abrir el camino a grandes movilizaciones que apoyen a todas las comunidades y organizaciones populares en su defensa contra el acaparamiento de tierras.
El llamamiento clama por medidas inmediatas para la detención del acaparamiento de tierras y la restitución de las tierras sustraídas a las comunidades locales. Además, incluye varias reclamaciones a los gobiernos nacionales y organizaciones internacionales.
Llamamiento de Dakar contra el Acaparamiento de Tierras
Nosotros/as, organizaciones de campesinos/as, organizaciones no-gubernamentales, organizaciones religiosas, sindicatos y otros movimientos sociales, reunidos en Dakar en el Foro Social Mundial 2011:
Considerando que los/as agricultores/as campesinos/as y familiares, quienes conforman la mayoría de los agricultores del mundo, están en mejores condiciones para:
satisfacer sus propias necesidades alimentarias y las de las poblaciones, asegurando la seguridad y la soberanía alimentarias de los países;
proporcionar empleo a las poblaciones rurales y mantener el tejido económico en las zonas rurales, clave para un desarrollo territorial equilibrado;
producir alimentos respetando el medio ambiente y conservando los bienes naturales para las generaciones futuras;
Considerando que la reciente ola de acaparamientos masivos de tierra en beneficio de intereses privados o de Estados terceros -ya sea por razones alimentarias, energéticas, mineras, ambientales, turísticas, especulativas o geopolíticas- abarca decenas de millones de hectáreas y viola los derechos humanos al privar a las comunidades locales, indígenas, campesinas, pastoras y pescadoras de sus medios de producción, al restringir su acceso a los bienes naturales, al limitar su libertad para producir lo que quieran y al exacerbar las desigualdades en el acceso y el control de la tierra por parte de las mujeres;
Considerando que los inversionistas y los gobiernos cómplices amenazan el derecho a la alimentación de las poblaciones rurales, que las condenan a sufrir el desempleo generalizado y el éxodo rural, que generan así pobreza y conflictos y que contribuyen a la pérdida de conocimientos, prácticas agrícolas y de las identidades culturales;
Considerando también que la gestión de la tierra, así como el respeto a los derechos de los pueblos, son primeramente competencias y obligaciones de los gobiernos y los parlamentos nacionales , y que son ellos quienes tienen la mayor cuota de responsabilidad en los acaparamientos;
Llamamos a los parlamentos y a los gobiernos nacionales a poner fin inmediatamente a todos los acaparamientos masivos de tierras actuales o futuros y a que se restituyan las tierras saqueadas. Urgimos a los gobiernos a que dejen de reprimir y criminalizar a los movimientos de lucha por la tierra y a que liberen a los/as activistas detenidos/as. Exigimos que los gobiernos nacionales establezcan un marco efectivo para el reconocimiento y la regulación de los derechos a la tierra para los/as usuarios/as a través de consultas con todas las partes. Es necesario poner fin a la corrupción y al clientelismo que invalidan cualquier intento de gestión compartida de la tierra.
Exigimos a los gobiernos nacionales, a las organizaciones regionales de Estados, a la FAO y a otras instituciones internacionales que pongan inmediatamente en práctica los compromisos asumidos en la Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural (CIRADR) de 2006, especialmente, garantizar los derechos de los/as usuarios/as de la tierra, la re-activación de procesos de reforma agraria sobre la base de un acceso equitativo a los bienes naturales y el desarrollo rural para el bienestar de todos/as. Demandamos que el proceso de elaboración de la Directrices de la FAO sobre la gobernanza de la tierra y los bienes naturales tenga fuerte respaldo y que las Directrices se basen en los derechos humanos tal como se definen en las diversas cartas y pactos internacionales -estos derechos no pueden ser efectivos sin instrumentos jurídicos vinculantes al nivel nacional e internacional para imponer a los Estados el cumplimiento de sus obligaciones. Por otra parte, cada Estado es responsable del impacto de sus políticas o de las actividades de sus empresas en los países destinatarios de las inversiones. Del mismo modo, reafirmamos la supremacía de los derechos humanos sobre los regímenes legales comerciales, financieros y de inversiones internacionales que han hecho posible la especulación con los bienes naturales y los productos agrícolas.
Instamos también al Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) a rechazar definitivamente los Principios para Inversiones Agrícolas Responsables (RAI) del Banco Mundial, que son ilegítimos e insuficientes para hacer frente al fenómeno, así como a que incluya los compromisos de la CIRADR y las conclusiones de la Evaluación Internacional del Conocimiento, de la Ciencia y de la Tecnología Agrícola para el Desarrollo (IAASTD) en su Marco Global de Acción.
Exigimos que los Estados, las organizaciones regionales y las instituciones internacionales garanticen el derecho a la tierra de los pueblos y que apoyen las agriculturas familiares y la producción agro-ecológica de alimentos. Políticas agrícolas adecuadas deben prestar especial atención a todos los diferentes tipos de productores/as de alimentos (pueblos indígenas, pastores/as, pescadores/as artesanales, campesinos/as beneficiarios de las reformas agrarias), y responder específicamente a las necesidades de las mujeres y de los jóvenes.
Por último, invitamos a todo/as los/as ciudadanos/as y a las organizaciones de la sociedad civil de todas partes del mundo a apoyar por todos los medios- humanos, de comunicación, jurídicos, financieros y populares –posibles a todos/as los/as que luchan contra los acaparamientos de tierras; y a presionar a los gobiernos nacionales y a las instituciones internacionales para que cumplan sus obligaciones con los derechos de las personas y los pueblos.
¡Todos/as tenemos el deber de resistir y apoyar a los pueblos que luchan por su dignidad!
Puede firmar su adhesión AQUÍ
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